En el área de educación de adultos, realizó un amplio programa desde la Dirección Nacional de Educación de Adultos (DINEA), entre ellos la Campaña de Reactivación Educativa (Crear), que se lanzaría el 11 de septiembre de 1973, cuando Cámpora ya había renunciado
Un aspecto central de la política educativa de Taiana fue el papel que jugaron las universidades nacionales, ligadas al fenómeno del surgimiento de la juventud como fuerza social que caracterizaba a la época y al movimiento estudiantil. En las mismas se nombraron rectores que tomaron muchos de los principios democratizadores de la universidad formulados por el movimiento de Reforma Universitaria iniciado en 1918, y los orientaron hacia el objetivo de la "liberación",68 categoría política opuesta a la de "dependencia", que fue central en América Latina en las décadas de 1960 y 1970 y contaba con una masiva adhesión popular. Entre los rectores designados en las universidades nacionales -en muchos casos con apoyo o por reclamo del movimiento estudiantil- se encontraban Rodolfo Puiggrós-Ernesto Villanueva (UBA), Roberto Vicente Carretero (UNCuyo), Francisco Luperi (Córdoba), Rodolfo Agoglia (UNLP), Victor Benamo (UNS), Ángel Brovelli (UNR), y Roberto Ceretto (UNL).
Las universidades públicas establecieron la gratuidad y el ingreso irrestricto, la libertad de cátedra, la cátedra libre y la extensión universitaria;74 se vincularon los estudios con el aparato productivo y las “aspiraciones populares”; se crearon institutos para estudiar la realidad latinoamericana y del Tercer Mundo; se formaron equipos de trabajos con el objetivo de participar en proyectos de interés para las clases populares, como el que llevó adelante la Facultad de Arquitectura de la UBA para reorganizar las villas miseria, y la participación de varias universidades en la campaña nacional de alfabetización de adultos. En ese marco el movimiento estudiantil vivió un proceso de auge y movilización y las universidades se convirtieron en centros de cuestionamiento de las injusticias sociales.
La política universitaria impulsada por el gobierno de Cámpora, se institucionalizaría en marzo de 1974, ya con Perón presidente, con la sanción de la Ley de Universidades Nacionales 20654, conocida como Ley Taiana, que estableció un régimen de autonomía universitaria con gobierno tripartito (estudiantes, docentes y no docentes).
Jorge Alberto Taiana fue nombrado por Cámpora en mayo de 1973, como Ministro de Educación, permaneciendo en su cargo hasta agosto de 1974. Durante su mandato impulsó la campaña Crear, se desarrolló en el país durante 14 meses a partir de septiembre de 1973, hasta la expulsión de Taiana del ministerio en 1976, que tuvo como principal objetivo la alfabetización de adultos, ya que entonces la tasa de analfabetismo del país rondaba el 9 por ciento. Fue el impulsor, durante el gobierno de Héctor José Cámpora de la Ley ley 20.645 de universidades nacionales, conocida como “Ley Taiana”, que reconoció la libertad de cátedra, la autarquía administrativa y económica, etc.
En 1973, con el retorno transitorio de la democracia, el presidente peronista Héctor J. Cámpora designó a Hugo del Carril y a Mario Soffici para dirigir el Instituto de Cine que, bajo la dirección operativa de Soffici, desarrolló una importante tarea para revitalizar el cine nacional, destruido por la dictadura de Juan Carlos Onganía y Alejandro Agustín Lanusse. Se elaboró un proyecto de Ley de Cine que fomentaba la producción nacional y apuntaba a reconquistar los mercados hispanoparlantes, se preveía la producción regionalizada, la capacitación de los técnicos y estudiantes en circuitos de exhibición en Latinoamérica.
Mario Soffici abolió la censura que se había ensañado con la producción nacional y extranjera y durante su gestión se incrementó la producción nacional: 39 películas en 1973 y 40 en 1974. Se inició la preproducción de películas como La Patagonia rebelde de Héctor Olivera, Quebracho de Ricardo Wüllicher, La Raulito de Lautaro Murúa, La tregua de Sergio Renán. Ese clima de libertad y creatividad se terminó al asumir la presidencia María Estela Martínez de Perón a raíz de la muerte de Perón. Soffici se enteró a través de la prensa de que había dejado de ser director del Instituto.