En 1897 Hipólito Yrigoyen, profundamente en desacuerdo con la orientación acuerdista que le impone Bernardo de Irigoyen, impulsa la disolución del Comité de la UCR de la provincia de Buenos Aires, tras lo cual el radicalismo ingresaría en un período de inorganicidad.
La disolución de la Unión Cívica Radical determina la formación de un núcleo de elementos radicales que reconocen la jefatura de Hipólito Yrigoyen. Lo constituyen hombres jóvenes, reclutados en la clase media, profesionales, comerciantes, empleados, estancieros de vieja tradición federal, colonos y peones del campo a quienes su jefe supo imponer disciplina y entusiasmo. En este contexto, en 1903 Hipólito Yrigoyen comenzó su reorganización.
El 29 de febrero de 1904, el recién reorganizado Comité Nacional de la Unión Cívica Radical declara la abstención electoral de todos los radicales de la República en las elecciones de diputados de la Nación, de senador por la capital, electores de presidente y vicepresidente de la Nación y anuncia la lucha armada.
"...perseverar en la lucha hasta modificar radicalmente esta situación anormal y de fuerza, por los medios que su patriotismo le inspire".
En el gobierno estaba Manuel Quintana, representante del Partido Autonomista Nacional, o sea de los grupos más acaudalados del país.