El 5 de junio renunció el gobernador Juan José Viamonte, quien ejercía el poder desde la renuncia de Juan Ramón Balcarce, el 3 de noviembre pasado.
Aunque bloqueado políticamente, Viamonte pudo dedicarse a las tareas administrativas y a sentar las bases para la normalización de las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
El 30 de julio, la Legislatura eligió gobernador a Juan Manuel de Rosas, pero éste insiste en no aceptar el cargo puesto que no hay acuerdo para concederle las facultades especiales que reclama. A la cuarta negativa de Juan Manuel de Rosas, la Legislatura eligió gobernador sucesivamente a Manuel y a Nicolás Anchorena, a Juan N. Terrero y a Ángel Pacheco, todos ellos fervientes rosistas que rechazaron el nombramiento.
Por fin, se encargó provisoriamente del gobierno al presidente de la Legislatura, Manuel Vicente Maza, Íntimo amigo de Rosas, el 4 de octubre.