En febrero de
1516, el navegante español Juan Díaz de Solís, que a la sazón buscaba un paso
por el suroeste hacia las Indias Orientales, introdujo su nave en el gran
estuario del actual Río de la Plata, y reclamó la región circundante en
nombre de España.
Sebastiano Caboto, un navegante italiano al servicio de
España, visitó el estuario en 1526. En busca de comida y suministros, Caboto
y sus hombres remontaron el río que posteriormente se llamará Paraná, hasta
llegar a un lugar cercano a la actual Rosario; allí construyeron un fuerte y
siguieron remontando el río hasta la región hoy ocupada por Paraguay.
Caboto,
que no abandonó la región durante casi cuatro años, obtuvo de los nativos
varias cantidades de plata, un nombre que pronto se aplicó a la cuenca de
estos ríos y a la mayor parte de las regiones circundantes. |
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