Incidente con Inglaterra

El país supo mantener una neutralidad estricta anunciada apenas estalló la guerra, aunque no podía mantenerse indiferente ni quedar extraño a la hecatombe.

En el primer año de beligerancia, la guerra marítima llegó a las proximidades de las aguas argentinas y el gobierno tuvo que hacer frente a más de una incidencia para conservar la neutralidad. El 28 de noviembre de 1915, un crucero británico, el Orama, capturó al vapor Presidente Mitre, que navegaba desde Buenos Aires a puertos del litoral marítimo. El barco había pertenecido a una empresa alemana, pero enarbolaba bandera argentina y estaba inscripto en la matrícula nacional desde 1907, dedicándose exclusivamente a transporte de cabotaje, con itinerario entre puertos argentinos. Pertenecía a la marina mercante nacional desde hacía muchos años.

El Presidente Mitre fue apresado argumentando que el gobierno británico había anulado la declaración de Londres de 1909, por el cual se establecía que el carácter neutral o enemigo de un buque lo determinaba el pabellón que tenía derecho a usar. 

Al ser derogada la reclamación citada, el Presidente Mitre había perdido su inmunidad, pues el almirantazgo británico conocía la nacionalidad originaria de sus armadores.

buque “Presidente Mitre”

El 29 de noviembre de 1915 siendo las 13 horas cuando el buque “Presidente Mitre” se encontraba en el Atlántico Sur a unas 12 millas del faro de Punta Médanos fue interceptado por el crucero británico “Orama” que mediante señales de bandera le ordenó detenerse. Cuando así lo hizo fue abordado por una lancha con 2 oficiales y 9 marineros que intervinieron la cabina telegráfica y exigieron la entrega de la documentación correspondiente al barco, la tripulación, la carga y los pasajeros. También dispusieron que se arriara la bandera argentina del buque y trasladaron los pasajeros y tripulantes con sus equipajes para desembarcarlos en Montevideo el 2 de diciembre y fondearon luego el barco en medio del Río de la Plata.

El buque capturado

El buque “Presidente Mitre”, cuyo nombre anterior fue “Argentina” había sido construido en 1894 en los astilleros “Reihetot´g Schiffsw”, en Alemania, desplazaba 2.189 toneladas, tenía la matrícula argentina n* 12.267 y cubría desde hacía 9 años el servicio de cabotaje entre los puertos de San Antonio, Pirámides, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, San Julián, Santa Cruz y Río Gallegos. El barco tenía la matrícula argentina n* 12.267 y su propietaria era la compañía alemana Hamburgo Sud-Americana. Al ser capturado llevaba 2.000 toneladas de carga general, 7 toros de raza y 247 carneros finos y maquinarias. Parte de sa carga estaba constituida por 1050 toneladas de material para la construcción del ferrocarril patagónico, 5 perforadoras, 25 bultos de instrumentos para la Oficina Meteorológica del Sur, productos farmacéuticos para Puerto Deseado y 267 sacas de correspondencia. Llevaba 81 tripulantes (37 argentinos, 11 alemanes y 33 de países neutrales) y 208 pasajeros.


Protesta argentina

En Argentina el episodio de la captura trascendió por informaciones periodísticas y causó viva inquietud y fuertes protestas internas. El ministro de Relaciones Exteriores José Luis Muratore primero solicitó explicaciones al británico y luego comunicó su protesta exigiendo disculpas y pidiendo la devolución del barco y que se impartieran órdenes a la escuadra británica del Atlántico para que no impidiera el servicio regular de los demás buques en la navegación entre los puertos argentinos de la costa, si bien en privado admitió su impotencia, dado que el armamento naval de que disponía el país era muy inferior al de los ingleses.
Las autoridades británicas justificaron la captura en que el Presidente Mitre pertenecía a la Línea Nacional del Sur, una firma subsidiaria de la Hamburg-Südamerikanische-Dampfschifffahrtgesellschaft (Compañía de Navegación a Vapor Hamburgo Sudamericana) y lo declararon incorporado a su flota. En tanto el diputado conservador Estanislao Zeballos (que había sido ministro de Relaciones Exteriores en tres oportunidades) solicitó en la Cámara de Diputados la interpelación al canciller Murature y exigió su renuncia mientras medios de prensa opositores al gobierno, como La Prensa, calificaron el hecho como un vergonzoso atropello al orgullo nacional. El 21 de diciembre de 1915, el gobierno británico respondió satisfactoriamente al argentino, notificando que estaba dispuesto a devolver el barco apresado a pesar de su condición de enemigo, como un gesto hacia las autoridades argentinas y porque se trataba de un servicio local, devolución que se concretaría si el gobierno la aceptaba sin prejuzgar la cuestión general y abandonaba todo reclamo por daños morales o materiales en cuyo caso también se impartirían órdenes para que no se capturen los otros buques de la línea Hamburgo Sudamericana que navegaban con la bandera argentina. La aceptación por parte del gobierno de de la Plaza de las condiciones impuestas por las autoridades británicas, implicó que no se recibieran reparaciones de ningún tipo por parte del gobierno ni por los particulares perjudicados con la captura del buque; además, las autoridades de Gran Bretaña se reservaron el derecho de volver a intervenir en el futuro. Esta resolución del incidente recibió las críticas del entonces diputado Estanislao Zeballos y las de los radicales, quienes opinaron que las condiciones de la devolución del barco de vapor fueron humillantes y constituyeron una deshonrosa muestra de sumisión y obsecuencia al gobierno británico por parte del gobierno de Victorino de la Plaza. Finalmente el 20 de enero de 1916 el buque fue devuelto en Buenos Aires.