Historia

La provincia de Tucumán ha jugado un rol importante a lo largo de la historia de la Argentina, y en muchos sentidos se ha ido anticipando a los vaivenes del país en sus más de 200 años. Siempre tuvo un papel fundamental en la conformación y organización del país, llegando a ser sede del Congreso que declaró la Independencia Argentina, además de ser escenario de múltiples luchas, guerras y de acontecimientos sociales importantes.

Pueblos origiarios de Tucumán

Cuando todavía los conquistadores españoles no habían llegado a América el actual territorio de Tucumán se encontraba habitado por diaguitas-calchaquíes.

Estos indígenas estaban fuertemente influidos por la cultura inca y se destacaban por su desarrollo. se hallaban asentados en toda la zona montañosa del oeste tucumano. Eran tejedores y alfareros, además de expertos agricultores. cultivaban el maíz, el zapallo y la quinoa.

Para ello empleaban un ingenioso sistema de terrazas y un avanzado sistema de irrigación. criaban guanacos, llamas y vicuñas de los que obtenían carne, leche y lana, esta última materia prima indispensable para sus telares. Practicaban la minería de un modo rudimentario, pero les bastaba para obtener diversos metales con los que fabricaban armas y utensilios. se organizaban socialmente bajo la autoridad de un cacique. No eran belicosos, pero sabían utilizar las armas cuando sus territorios se veían amenazados. más hacia el este de la actual provincia de Tucumán vivían otros pueblos aborígenes, menos evolucionados, como los lules, los vilelas y los tonocotés, que eran cazadores y recolectores.

Se cree que el nombre Tucumán deriva de "tucma", que para algunos historiadores es el nombre dado a la región por los incas y que luego los españoles llamaron "tucman". Otros investigadores deducen que 'Tucma" era el nombre de un poderoso cacique calchaquí.

En el territorio de la actual provincia de Tucumán se dio el asiento de antiguas civilizaciones autóctonas entre las que se destacan las de la Cultura Candelaria, Cultura Tafí (que ha dejado como más llamativos relictos sus menhires) y la modernamente llamada Cultura Condorhuasi (el nombre quechua le ha sido dado recién en el pasado siglo), bastante posterior a estas culturas es la cultura Santa María que se desarrolló principalmente en los Valles Calchaquíes originando a las pequeñas ciudades fortificadas de Quilmes y Tolombón, la cultura Santa María fue una fase que se correspondió con el apogeo de la etnia pazioca (diaguita), etnia que habitó la región montañosa del oeste y entre la que se destacaron diversas parcialidades como las de los calchaquíes, quilmes, tolombones, amaichas, pueblos sedentarios asentados en toda el área montañosa del oeste tucumano, eran hábiles tejedores y alfareros. Cultivaban el maíz, el zapallo, diversas variedades de la papa, porotos y la quinoa en un sistema de andenes y terrazas dotados de irrigación, recolectaban las bayas del algarrobo criollo. Criaban llamas, alpacas y vicuñas, que les brindaban carne, leche y lana. Su organización política era la de jefaturas y, en algunos casos de acumulación del poder, señoríos. Practicaban una rudimentaria minería y estaban bien organizados al mando de un cacique. Esencialmente pacíficos, eran buenos y tenaces guerreros cuando la situación lo requería. Hacia 1480 el área "diaguita", es decir la extremo occidental correspondiente a la actual provincia de Tucumán fue ocupada por el Tahuantinsuyu que estableció en las laderas de la Sierra del Aconquija su límite oriental (La Sierra del Aconquija y Las Cumbres Calchaquíes fueron las que los incas consideraron la cordillera del Anti), estableciendo (en los elevados faldeos de esta) algunas pequeñas fortificaciones (pukara) como la de La Ciudacita en el sector del hoy parque nacional Campo de los Alisos, los inca apenas fueron soportados por las poblaciones locales y sus incursiones por el Valle de Tafí o por la Quebrada del Portugués fueron rechazadas por los despectivamente llamados en quechua "surí", es decir: los lule y los vilela pueblos que habitaban la mayor parte del actual territorio provincial (el centro y este del mismo), los lule como los vilela y los toconoté aunque eran sedentarios y horticultores basaban gran parte de su estructura económica en la caza y recolección esto debido a la feracidad y gran cantidad de recursos alimenticios silvestres del territorio que habitaban.

Juríes o Xuríes fue la trascripción que los españoles hicieron de la palabra quechua o runa simi surí, que en ese idioma es el nombre que se le da al ñandú, mote despectivo que los quechuas durante su invasión dieron a los pueblos lule y toconoté, los lules habitaban la mayor parte de la actual provincia de Tucumán, ubicándose los toconoté en el oeste de la provincia de Santiago del Estero.

En  los pueblos originarios en Tucumán se divieron de la siguiente forma:

  • Departamento Tafí del Valle (pueblo diaguita calchaquí):
    • Comunidad Indígena de Amaicha del Valle (el 20 de agosto de 1997) (873 familias)
    • Comunidad India Quilmes (el 30 de julio de 2001) (630 familias)
    • Comunidad Indígena del Pueblo Diaguita Kalchakí del Ayllú El Rincón (el 29 de mayo de 2003) (50 familias)
    • Comunidad Indígena La Angostura (el 16 de abril de 2004) (86 familias)
    • Comunidad Indígena de Casas Viejas (el 19 de mayo de 2005) (105 familias)
  • Departamento Tafí del Valle (pueblo diaguita):
    • Comunidad Indígena Diaguita El Mollar (el 3 de febrero de 2006) (225 familias)
    • Comunidad Indígena del Pueblo Diaguita del Valle de Tafí (el 8 de agosto de 2006) (450 familias)
    • Comunidad Indígena Diaguita de Amfama (el 30 de diciembre de 2008) (10 familias)
  • Departamento Tafí Viejo (pueblo diaguita calchaquí):
    • Comunidad Indígena Diaguita Calchaquí Chasquivil (el 18 de septiembre de 2003) (25 familias)
    • Departamento Trancas (pueblo diaguita calchaquí):
    • Comunidad Indígena Diaguita Calchaquí Potrero Rodeo Grande (el 25 de septiembre de 2003) (100 familias)
  • Departamento Trancas (pueblo diaguita):
    • Comunidad Indígena del Pueblo de Tolombón (el 16 de octubre de 2001) (103 familias)
    • Comunidad Indígena Los Chuschagasta (el 27 de enero de 2011) (84 familias)
    • Comunidad India Colalao (el 27 de enero de 2011) (40 familias)
  • Departamento Chicligasta (pueblo diaguita):
    • Comunidad Indígena Solco Yampa (el 15 de abril de 2011) (5 familias)
    • Departamento Lules (pueblo diaguita):
    • Comunidad Indígena Diaguita de Mala Mala (el 16 de diciembre de 2009)
Diaguitas

Diaguitas 
Diaguita, es una voz quechua,​ que  fue impuesto por los incas y divulgado luego por los conquistadores españoles para un conjunto de pueblos independientes que hablaban un idioma común, el cacán. Se ubicaban en los actuales noroeste de Argentina —en especial en los valles Calchaquíes— y en el Norte Chico de Chile.
A partir de 850, se da el desarrollo arqueológico de la cultura santamariana que se caracterizó por su gran riqueza, por sus poblados organizados, por el uso de metales y la alfarería. Opusieron resistencia tanto a la conquista del Imperio inca —entre 1471 y 1533, tras la denominada tercera expansión del Imperio incaico— como a la del Imperio español —entre 1560 y 1667, durante las guerras Calchaquíes—.



Ruinas de los Quilmes en Tucuman

Los Quilmes
Los quilmes o kilmes fueron un pueblo de la etnia calchaquí, que habitaba el oeste de la actual provincia de Tucumán durante las guerras calchaquíes, los quilmes opusieron una fuerte resistencia a los españoles. La derrota final fue ante las tropas comandadas por el gobernador de Tucumán, Alonso Mercado y Villacorta, luego del levantamiento del líder quilme Felipe Calchaquí, en 1665.



artesania diaguita

Artesanía Diaguita
Se destacaban en la alfarería, fabricaban vasos, urnas funerarias, cacharros, pipas y jarros. Trabajaban la piedra para hacer hachas, morteros, amuletos y puntas de flechas. Trabajaban el cobre, el oro y la plata. Dominaban la cestería y eran excelentes tejedores. Decoraban su cerámica con figuras humanas en relieve, grabados geométricos y pinturas de animales.



La llegada española

Primera fundación

El 31 de mayo de 1565, Diego de Villarroel fundó la ciudad de San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión en la localidad de Ibatín, a 65 kilómetros del actual emplazamiento de la capital provincial, cercano a la actual ciudad de Monteros. En 1578 , los aborígenes solcos (de la cultura calchaquí ), dirigidos por el cacique Gualán, estuvieron muy cerca de arrasar completamente la ciudad.

Guerras calchaquíes

Las Guerras calchaquíes fueron una sucesión de enfrentamientos bélicos entre la Confederación diaguita y el Imperio Español entre los años 1560 y 1667. Las guerras tuvieron lugar en el noroeste del actual territorio argentino, donde actualmente se encuentran las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja.

Primera Guerra Calchaquí

En 1559, el gobernador Juan Pérez de Zurita fundó la ciudad de Córdoba de Calchaquí; esperaba poder someter a los indígenas a la encomienda, pero éstos se defendieron enérgicamente. El capitán Julián Cedeño capturó a un curaca llamado Chumbicha, y Zurita lo utilizó para negociar con su hermano, el curaca del pueblo de Tolombón, llamado Calchaquí; éste aceptó bautizarse como parte de las negociaciones, adoptando desde entonces el nombre de Juan Calchaquí.
Pero una vez que hubo comprendido la naturaleza violenta, despótica y asimétrica de la institución de la encomienda, Calchaquí se lanzó al ataque contra los españoles, a los que atacó, expulsándolos de las tres ciudades fundadas por Zurita: Córdoba de Calchaquí, Londres en la actual provincia de Catamarca y Cañete.3​ Tras la destrucción por los omaguacas de la ciudad de Nieva, la actual San Salvador de Jujuy, la totalidad de la población española del Tucumán fue obligada a reunirse en su capital, Santiago del Estero,​ por lo que la historiografía hispanoamericana ha considerado a esta guerra como "una de las mayores tragedias de nuestra historia".
En 1563, el Rey de España decretó la separación del Tucumán de la Capitanía General de Chile, de la cual hasta entonces había dependido. El primer gobernador tucumano, Francisco de Aguirre, prefirió no atacar los Valles, sino rodearlos de nuevas fundaciones: así refundó Londres cerca de la actual Andalgalá y fundó San Miguel de Tucumán en el sitio conocido como Ibatín y Esteco en el norte, de modo de impedir la expansión de la rebelión calchaquí hacia otras áreas.
Reconquistada su independencia, los pueblos de los Valles Calchaquíes dejaron de lado la autoridad de Juan Calchaquí, y esta desunión les impidió conservar el efímero control que habían logrado a algunas localidades fuera de su territorio. El gobernador Gonzalo Abreu de Figueroa lanzó cuatro ataques sobre los Valles, que no lograron someter a los indígenas pero desnudaron la pérdida de poder ofensivo de Calchaquí

La rebelión de Viltipoco

La fundación de la ciudad de Salta en 1582 obligó a los pulares a someterse a la encomienda, mientras que Juan Ramírez de Velasco fundó las ciudades de La Rioja y San Salvador de Jujuy. Mientras los diaguitas se sometieron sin mucha resistencia a los habitantes de La Rioja y Londres, los indígenas de la actual provincia de Jujuy se rebelaron en 1594 contra la ciudad de Jujuy. El cacique del pueblo de Purmamarca, llamado Viltipoco, reunió un ejército de hasta 10.000 guerreros de la Quebrada de Humahuaca, puso sitio a la ciudad de Jujuy y amenazó la ciudad de Salta. No todos sus guerreros pertenecían a la etnia omaguaca, y una parte importante parece haber sido de pulares y calchaquíes. A esta rebelión se alió el curaca de los ocloyas, llamado Laisa, radicado cerca de la actual Perico, que sitió Jujuy desde el sur. La situación era especialmente crítica para los españoles, ya que les cortaba toda relación con el Alto Perú, región de la que provenían los refuerzos y armamento que podían llegar a recibir.​
Los españoles resistieron exitosamente el ataque de Laisa, que huyó hacia territorios controlados por los chiriguanos, a quienes fracasó en unir a la rebelión, el fundador de Jujuy, Francisco de Argañaraz y Murguía se infiltró a continuación en la Quebrada de Humahuaca y atacó por sorpresa el campamento enemigo, matando a los principales jefes y capturando a Viltipoco, que fue llevado a San Salvador de Jujuy​ y luego a Santiago del Estero, donde murió en prisión algunos años después.​

Segunda Guerra Calchaquí: el "Gran Alzamiento"

La situación de los indígenas encomendados era muy dura, pero la escasez de españoles en el Tucumán les permitía un cierto grado de autonomía. Cuando el gobernador Felipe de Albornoz llegó a Santiago del Estero a asumir su cargo, los curacas de los pueblos de indios enviaron sus representaciones a saludarlo, de acuerdo a una tradición que llevaba ya varias décadas. Entre ellos iban 200 indígenas diaguitas de Hualfín, con quienes el gobernador se disgustó y castigó mandándolos azotar y cortar el cabello; este último era el máximo insulto que se le podía hacer a un hombre de esa comunidad, de modo que el curaca de Hualfín, de nombre Chalimín —también citado como Chelemín— inició un alzamiento contra los españoles. A su convocatoria, los distintos pueblos intercambiaron flechas como símbolo de alianza y expulsaron o mataron a sus encomenderos. Las comunidades que participaron más activamente fueron los diaguitas de las actuales provincias de Catamarca y La Rioja, pero también tomaron parte de ella los calchaquíes, pulares y olongastas.​
El alzamiento se inició en julio de 1630, con la matanza del encomendero Juan Ortiz de Urbina y su familia en el pueblo de Malcachisco, y a continuación hubo otros alzamientos en otras localidades. El gobernador Albornoz respondió con rapidez desde Salta, donde se encontraba, y dirigió una rápida expedición con doscientos españoles y trescientos indígenas hacia los Valles Calchaquíes, donde en mayo de 1631 fundó una ciudad que llamó Nuestra Señora de Guadalupe, aunque se limitó a construir un fuerte. Satisfecho de la pacificación que había logrado en los Valles, regresó a Santiago del Estero, pero poco después le llegaron las noticias de un ataque al fuerte de Guadalupe en que habían sido muertos la mayoría de sus ocupantes, y otro en las cercanías de Londres, donde habían sido muertos once españoles.
Albornoz intentó una nueva campaña, pero antes de que esta diera resultado llegaron noticias de nuevos ataques en Londres y en la estancia de Pipanaco. El capitán Salvador Correa de Saá logró someter a los indígenas del valle de Aconquija, cuyos guerreros fueron capturados y ejecutados en San Miguel de Tucumán. Pero una expedición en auxilio de Guadalupe fue destrozada y el fuerte debió ser abandonado. Por su parte, Chalimín inició ataques masivos contra la ciudad de Londres, en la que causó grandes bajas y a la que privó de casi todo su ganado y caballos, además de cortar la provisión de agua. El teniente de gobernador Luis de Cabrera se vio obligado a evacuar la ciudad, y toda la población huyó hacia La Rioja.
En diciembre de 1631, Cabrera intentó atacar a los indígenas reunidos en Machigasta, pero fue derrotado y los diaguitas pusieron sitio a La Rioja, a la que atacaron violentamente por tres veces, aunque sin lograr su destrucción. Cabrera fortificó entonces la quebrada por donde llegaba el agua a la ciudad, y envió al capitán Gregorio de Luna hacia la sierra de Los Llanos a perseguir a los indios del pueblo de Atiles —de la etnia olongasta— a quienes causó gran cantidad de bajas. Un nuevo ataque en el fuerte de la toma de agua terminó en una matanza de indígenas. Un refuerzo venido desde San Miguel a través del valle de Catamarca alivió la situación angustiante que vivía La Rioja.
El gobernador de Chile, Francisco Laso de la Vega, envió un contingente a ayudar a los españoles del Tucumán; en el camino derrotó a los indígenas que se habían sublevado en San Agustín del Valle Fértil y desde allí marchó hacia Guandacol, donde mató a muchos indígenas y capturó a sus mujeres y niños, regresando luego a Chile.
El teniente de gobernador Cabrera marchó hacia Famatina y Guandacol, encontrando los pueblos vacíos: las parcialidades indígenas se habían retirado hacia el norte; de modo que atacó en el destruido pueblo de Tinogasta, donde obtuvo primero una victoria y consiguió capturado al cacique calchaquí Coronilla —que fue ejecutado por descuartizamiento— pero luego fue derrotado y obligado a regresar a La Rioja. Pese a que Chalimín permanecía en armas, consideró que había logrado pacificar la jurisdicción de La Rioja.​
La Real Audiencia de Charcas decidió relevar del mando militar a Albornoz y reemplazarlo por el licenciado Antonio de Ulloa, que además reemplazaría al gobernador por un año en sus funciones civiles. A fines de marzo de 1633, Ulloa hizo una entrada con 270 españoles y 500 indios yanaconas a los Valles Calchaquíes, donde logró causar algunos daños y destruir sus propias cabalgaduras, por lo que se vio obligado a regresar a Salta. Por su parte, Cabrera atacó desde La Rioja los pueblos del oeste de la sierra de Ambato, logrando someter a Saujil, Pisapanaco, Mutquín y Colpes. El 15 de septiembre de 1633 refundó la ciudad de Londres, en Pomán, con todas las formalidades de la ley, y donde obligó a asentarse a quienes habían huido de la ciudad anterior hacia La Rioja.
A principios de 1634, el gobernador Albornoz tomó nuevamente el mando de la guerra y refundó Guadalupe de Calchaquí. Cabrera, disgustado con el gobernador, abandonó el mando de las tropas, que pasaron a ser comandadas por Pedro Ramírez de Contreras, teniente de gobernador de Londres. Chalimín atacó Famatina, con lo que lo único que logró fue atraer al grueso de las tropas españolas en su persecución. Tras un primer ataque infructuoso, Ramírez de Contreras persiguió a Chalimín y a sus hombres durante dos años, fundando entre medio el fuerte del Pantano en Machigasta y el de San Felipe de Andalgalá. Finalmente, en 1637 ingresó al valle de Hualfín y logró capturar a Chalimín, que fue ahorcado y descuartizado. Los sobrevivientes huyeron a los Valles Calchaquíes.
Por su parte, el gobernador Albornoz hizo una campaña prolongada en los Valles Calchaquíes, en que no hubo grandes batallas pero logró hostigar a los indígenas lo suficiente como para que se sometieran a la encomienda. No fundó ciudades, y los jesuitas fundaron dos misiones permanentes en Santa María y San Carlos.​ Una vez rendida la resistencia en los Valles, Albornoz volvió sobre los hualfines, dirigidos por el hijo de Chalimín, y los derrotó y apresó. Desde allí, los cuatrocientos hualfines y abaucanes sobrevivientes fueron enviados a la ciudad de Córdoba en carácter de encomendados.​
El resultado de los siete años de guerra fue una gran cantidad de muertos entre los indígenas, que además debieron admitir su completo sometimiento a la encomienda, al menos en la región diaguita. Los Valles Calchaquíes fueron sometidos a una encomienda más nominal que real, y ejercieron como refugio a los indígenas huidos desde el sur.​

Tercera Guerra Calchaquí

La Tercera Guerra Calchaquí se extendió por ocho años (1658-1667). Esta guerra tuvo la particularidad de que, en sus inicios, actuó un aventurero andaluz, Pedro Bohórquez, quien sostenía ser inca, el Inca Hualpa, fue aceptado como líder militar por los paziocas. Bohórquez maniobró con astucia, obtuvo incluso el apoyo de los jesuitas y organizó un sólido ejército indígena de 6.000 guerreros​ con el que mantuvo el control de la región durante varios años. Sin embargo en 1659 se entregó a los españoles con la intención de ser indultado, quienes lo enviaron a Lima y finalmente lo ejecutaron mediante la horca. La confederación continuó la guerra dirigida por José Henriquez. Al ser vencido el señorío de los quilmes en 1665, que condujo la tercera guerra, los españoles dispusieron su completo desarraigo y deportación a los pagos pampeanos, cercanos a Buenos Aires, de sus 11.000 miembros​ donde finalmente desaparecieron como etnia.​En ese lugar hoy se levanta la ciudad de Quilmes. La guerra terminó el 2 de enero de 1667 al caer el último bastión diaguita (el de los acalianes o calianos) localizado en Amaicha del Valle. Los valles quedaron despoblados y la economía de Tucumán seriamente afectada por décadas. Respecto de los deportados, rápidamente perdieron población por las enfermedades (al tener mayor contacto con los europeos) y fugas. En 1812 la reducción fue abolida por el gobierno revolucionario, quedando en sus manos la mayoría de la tierra y fundándose una villa.

Relocalización de Tucumán

La antigua San Miguel de Tucumán estuvo durante 120 años. Se transformó en una pujante ciudad gracias a la fertilidad de su suelo y a su ubicación, situada a la vera del camino de la Quebrada del Portugués que unía Perú con el Río de la Plata, pasando por los Valles Calchaquíes. 
En 1630 estalló la Segunda Guerra Calchaquí y en 1656 la Tercera, lo que obligó a abandonar el camino que pasaba por los Valles a favor de uno nuevo, más oriental, que los evitaba, hecho que le quitó a la ciudad mucho de su movimiento comercial.
En el momento de la fundación, el curso de agua en cuyas proximidades se fundó la ciudad, era llamado el "río de la Quebrada del Calchaquí", y estaba ubicada un cuarto de legua al norte del perímetro habitado. Es de suponer que era fácilmente vadeable, ya que los sacerdotes jesuitas instalaron sus rancherías, hornos de cal y fábrica de tejas en su orilla norte, lo que motivó que comenzara a llamárselo el "río del Tejar". El río proveía de agua a la ciudad mediante la excavación de un sistema de acequias que corrían a lo largo de las cuadras. Con el tiempo, debido a las periódicas crecidas típicas de la región, el curso del agua se fue obstruyendo, transformando el cruce del río -que se tornó peligroso- por lo que los jesuitas trasladaron en 1633 el obraje a la banda sur. Durante los años posteriores, el curso del agua continuó modificándose, anegando la periferia de la ciudad, donde abundaba el paludismo, entre otras enfermedades.
En 1678 ocurrió una inundación nunca antes experimentada, arrasando el agua las viviendas de la zona norte y destruyendo la ermita de los santos Judas Tadeo y Simón. Al año siguiente, la situación empeoró, ya que el agua llegó a las manzanas vecinas a la plaza de armas, siendo contenida por los fuertes muros de la iglesia jesuita, ubicada en diagonal con la esquina noroeste de la plaza; destruyó, sin embargo, las huertas y oficinas del colindante convento de la Compañía.
Después de la gran inundación de 1678, se realizó un cabildo abierto para intentar remediar la dramática situación. Surgieron allí dos iniciativas: una, que postulaba limpiar el cauce del río para evitar futuros desbordes y la otra, más radical, que obtuvo mayoría de votos y proponía directamente abandonar la ubicación actual y trasladarse a un sitio más septentrional, a 64 kilómetros de distancia, conocido como La Toma, donde se había formado un asentamiento espontáneo de tratantes y mercaderes que se dirigían al Perú, pues por allí pasaba el Camino Real.
En 1685, durante el gobierno de Fernando Mate de Luna, fue trasladada a ese lugar, que es su ubicación actual. Las causas de la mudanza fueron además de las mencionadas, el ambiente entonces poco salubre, las enfermedades provocadas por la calidad del agua (era endémico el hipotiroidismo por déficit de yodo, que provocaba la hipertrofia de la glándula tiroides, vulgarmente conocida como bocio o 'coto') y los mosquitos, que trajeron las fiebres palúdicas. Ello marcó la decadencia de la ciudad y movió al vecindario a gestionar el traslado, que ocurrió tras largo y discutido trámite.

Fundación de Tucumán

Fundación de Tucumán
San Miguel de Tucumán, fundada por Diego de Villarroel el 31 de mayo de 1565, en Ibatín, como consecuencia del paludismo, ataques indígenas y de sus aguas contaminadas que afectó a la pequeña ciudad de un determinado número de habitantes, fue trasladada la ciudad 120 años más tarde concluyó su traslado el 29 de septiembre de 1685.



area valles calchaquies

guerras calchaquies

Guerras calchaquíes 
Durante 265 años los pueblos originarios resistieron la conquista españolas en lo denominado las Guerras calchaquíes fueron una sucesión de enfrentamientos bélicos entre la Confederación diaguita y el Imperio Español entre los años 1560 y 1667. Las guerras tuvieron lugar en el noroeste del actual territorio argentino, donde actualmente se encuentran las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja.




Virreinato del Perú

Virreinato del Perú
El Virreinato del Perú con la provincia de Charcas, la gobernación del Tucumán y la del Río de la Plata y Paraguay, en un mapa de 1600.




Francisco Laso de la Vega

Francisco Laso de la Vega
El gobernador de Chile, Francisco Laso de la Vega, envió un contingente a ayudar a los españoles del Tucumán; en el camino derrotó a los indígenas que se habían sublevado en San Agustín del Valle Fértil y desde allí marchó hacia Guandacol, donde mató a muchos indígenas y capturó a sus mujeres y niños, regresando luego a Chile.




Batalla de San Bernardo

Batalla de San Bernardo
El 23 de septiembre de 1658 se produce la Batalla de San Bernardo en la boca de la Cuesta del Obispo con la cual, en 1658, empezó la última rebelión de los calchaquíes contra los españoles durante la colonia. 




Pedro Bohorquez

Pedro Bohorquez
Pedro Bohórquez e Inca Hualpa, fue un aventurero español que tras probar fortuna infructuosamente en diversos oficios en el Perú, logró alrededor de 1656 hacerse coronar como Inca de los calchaquíes, engañando tanto a estos como a los gobernantes y clérigos españoles. Su historia casi legendaria tiene mucho que ver con la picaresca, con final trágico.



Fernando de Mendoza y Mate de Luna
Fernando de Mendoza y Mate de Luna
Durante la gobernación de Fernando de Mendoza y Mate de Luna en 1684 hubo muchas calamidades en San Miguel de Tucumán, a la ciudad la azotó una plaga de langostas y sobrevino una enorme sequía. Se averió el molino que servía al vecindario y comenzó a escasear la carne. El local del Cabildo fue abandonado por estar destechadas y caídas sus paredes, y pasó a sesionar en casas particulares. Mientras tanto, seguía acudiendo gente a La Toma.
El 4 de julio de 1685, dado el estado miserable de San Miguel de Tucumán, donde "no hay pared que se levante y luego se caiga", el Cabildo de la ciudad pidió al gobernador que hiciera efectiva la Cédula Real de la mudanza. Y desde Salta, el 18 de agosto, Mate de Luna dispuso que se haga la traslación de dicha ciudad en el sitio señalado. Encargó ejecutar la medida al teniente de gobernador, Miguel de Salas y Valdés, y advertía que sobre el problema ya no se admitiría "contradicción ninguna de ningún vecino".
En 1685 se mudó de lugar la ciudad de San Miguel de Tucumán a su sitio actual, después de haber estado 120 años en Ibatín, como centinela avanzado contra los calchaquíes. El 24 de septiembre de ese año, Salas y Valdés dio comienzo a su misión. Tomó cinco años llevar a cabo este traslado al nuevo asentamiento puesto que sus vecinos se resistían a ello.


Escudo de armas del gobernador Fernando de Mendoza y Mate de Luna
Escudo de armas del gobernador Fernando de Mendoza y Mate de Luna 
Entre el 24 y el 29 de septiembre de 1685, el gobernador Fernando de Mendoza y Mate de Luna ordenó cumplir la Cédula Real de traslado así se cumplieron los trámites del traslado de San Miguel de Tucumán desde Ibatín al lugar que hoy habitamos. Fue un proceso con numerosas idas y vueltas.


segunda fundación de Tucumán

Segunda fundación de Tucumán
El 29 de Septiembre 1685 se realiza la segunda Fundación de la ciudad de San Miguel de Tucumán. La ciudad primitiva es trasladada a La Toma, donde se encuentra actualmente. En el principio no fue más que selva, la famosa vegetación que encandilaría luego a todos, desde los cronistas jesuíticos hasta los viajeros europeos.



Creación del Virreinato del Río de la Plata

Período de Andrés de Mestre (1777-1782)

Gobernador del Tucumán

Andrés de Mestre asumió la gobernación en la ciudad de Jujuy, el 23 de diciembre de 1777, cuando se hizo cargo del gobierno, encontró una provincia en desorden. En primer lugar, logró modificar la reglamentación para la recaudación del impuesto de sisa, de la cual dependía la reparación de los fuertes, de las reducciones y la pacificación de los indígenas. Esto provocó la oposición del cabildo de Salta, sin embargo logró dicha modificación. Intentó acabar con los fraudes cometidos a causa de la intromisión de mulas y otros animales para el Perú. Debió ocuparse de los graves problemas de los indígenas encomendados y de los rebeldes. Fundó la reducción de mataguayos en Zenta y el fuerte Nuestra Señora de las Angustias. Visitó toda la provincia y consiguió detener los excesos cometidos en las reducciones. Con la autorización del virrey Juan José de Vértiz, ordenó navegar el río Bermejo, luego de los fracasos de las expediciones precedentes. Durante su gobierno recibió ataques de los tobas y los matacos, que asaltaban las poblaciones cercanas a la ciudad de Jujuy. Para enfrentar esto, mandó una milicia al río del Valle para detener cualquier amenaza.​ En 1780, se produjo la sublevación de Túpac Amaru que se extendió hasta el Virreinato del Río de la Plata, triunfando en Jujuy y amenazando con propagarse por toda la región. En abril de aquel año, advirtió al virrey Vértiz del peligro. Gracias a la ayuda de Gregorio Zegada, quien era el superintendente delegado y comandante de la frontera de Jujuy, llevó a cabo una exitosa defensa y el alzamiento indígena fue sofocado. Posteriormente, Mestre juzgó en Jujuy a los prisioneros capturados por Zegada. En 1781 envió una expedición al Gran Chaco, al mando del coronel Francisco Gabino Arias, exgobernador del Tucumán.

Intendencia de San Miguel de Tucumán

El 28 de enero de 1782 el rey Carlos III promulgó la Real Ordenanza de Intendentes de Ejército y Provincia, la cual dividió y reorganizó al virreinato del Río de la Plata en ocho intendencias; entre ellas la intendencia de San Miguel de Tucumán que englobaría a todos los territorios que formaron la gobernación del Tucumán. Sin embargo, el 5 de agosto de 1783, antes de que el sistema se hubiera aplicado en el virreinato, Carlos III hizo en San Ildefonso diecisiete modificaciones a la Real Ordenanza de 1782, entre ellas, una que suprimió las intendencias de San Miguel de Tucumán y de Cuyo, creando con ellas las intendencias de Salta del Tucumán y de Córdoba del Tucumán.
La adopción del sistema de intendencias en el virreinato fue dado a conocer en Buenos Aires el 29 de noviembre de 1783 por bando del virrey, junto con los nombres de los siete intendentes designados por el rey, prestando juramento ese día ante la Real Audiencia de Buenos Aires. Los intendentes eran funcionarios dependientes del Virrey tenían a su cargo sólo las causas de hacienda y guerra.
Se crearon las siguientes intendencias y gobernaciones dependientes de la Real Audiencia de Buenos Aires :

  •  Intendencia de Buenos Aires
  •  Intendencia de Salta y Tucumán
  •  Intendencia de Córdoba y Tucumán
  •  Intendencia de Paraguay
  •  Gobernación de Misiones (1)
  •  Gobernación de Misiones (2)
  •  Gobernación de Montevideo

Gobernadores intendentes de Salta y Tucumán desde el Virreinato del río de la Plata a la revolución de Mayo

La Intendencia de Salta y Tucumán entre 1783 y 1810 fueron ocupadas por:

1.° Andrés de Mestre gobernador Intendente de Salta del Tucumán (1783-1791)

En 1782, la Gobernación del Tucumán fue dividida en dos intendencias: Córdoba del Tucumán y Salta del Tucumán; Mestre continuó al mando de la segunda como gobernador intendente. En febrero de 1783, fue promovido a brigadier de los Reales Ejércitos. Durante esta gestión, creó un servicio postal y promovió la construcción de puentes y rutas. Además, se destacan la fundación de nuevas reducciones, diversas obras públicas y mejora del hospital provincial. Cooperó con la instrucción pública, reedificando las casas consistoriales y creando una cátedra de Filosofía. En 1791, último año de su mandato, ordenó una expedición al Chaco a los órdenes del coronel Juan José Fernández Cornejo Al subdividirse administrativamente el Virreinato del Río de la Plata, conforme a la Real Ordenanza de Intendentes del 28 de enero de 1782, la actual provincia de Tucumán quedó ubicada dentro de la Gobernación Intendencia de San Miguel de Tucumán. La Real Cédula del 5 de agosto de 1783, suprimió la Gobernación Intendencia del Tucumán, con lo cual Tucumán junto con Catamarca, Santiago del Estero, Jujuy, Salta, Tarija y la Puna de Atacama, pasó a integrar la nueva Gobernación Intendencia de Salta del Tucumán, con sede gubernativa en la ciudad de Salta. Mientras el resto del territorio formó la de Gobernación Intendencia de Córdoba del Tucumán que incluía a Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja y pequeños sectores occidentales de la actual provincia de Santa Fe.

2.° Ramón García de León y Pizarro  gobernador intendente de Salta del Tucumán (1791-1797)

Ramón García de León y Pizarro  fue nombrado gobernador intendente de Salta del Tucumán en marzo de 1789 , siendo el segundo en llegar a ese cargo, después de la división de la Gobernación del Tucumán. Juró su cargo en Buenos Aires, después de cruzar su provincia sin ejercer el cargo. De regreso, hizo una larga visita al interior de la región, por lo que recién asumió su cargo el 19 de diciembre de 1790.
Apenas llegado, hizo una visita a la frontera este de la intendencia, la más expuesta a los ataques de los indígenas del Chaco, especialmente por los wichís y por los guaraníes conocidos por los españoles como chiriguanos. Entusiasmado con las posibilidades que, a su entender, ofrecía el Valle de Zenta –en que había existido una misión establecida por los franciscanos– decidió fundar allí una ciudad, especialmente con fines defensivos. A fines de agosto de 1794 fundó en ese valle la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán; en un curioso doble homenaje a sí mismo, le puso su nombre y el de su ciudad natal – aunque el paisaje selvático de la Nueva Orán no se pareciera en nada a la costa mediterránea de la vieja. Llevó consigo a 150 familias para fundar el asentamiento. La nueva población estaba integrada por 800 habitantes, resultantes de los ciento cincuenta padres de familia — con hijos y domésticos — que solicitaron establecerse en ella, y el ganado introducido en las vírgenes estancias del Valle del Zenta; se contaron con 45 mil cabezas de todas clases. En este mismo día, además, se hizo cargo de la parroquia el padre Sebastián Cuenca O.F.M. provisoriamente hasta que el obispo enviara el párroco titular. Fray Cuenca pertenecía al Colegio Franciscano de Tarija, y puso en funciones el cabildo de la nueva ciudad y la parroquia mayor. Orán fue la última ciudad oficialmente fundada en la actual Argentina antes de la Independencia, y la única – de las que aún existían en 1810 – que no llegó a ser capital de provincia. En 1794 trasladó la Catedral de Salta al templo que había sido de los jesuitas. Tuvo una actuación muy buena como gobernante, y se le asignó el grado de mariscal.

3.° Tadeo Dávila gobernador intendente de Salta del Tucumán (1797-1798) (interino)

El 21 de septiembre de 1783 fue designado como teniente letrado y asesor del gobernador intendente de Salta del Tucumán, el mismo Mestre. Entre 1797 y 1798 se desempeñó como gobernador intendente sucediendo en el puesto a Ramón García de León y Pizarro.

4.° Rafael de la Luz gobernador intendente de Salta del Tucumán (1798-1807)

Rafael de la Luz fue un militar español que prestó sus servicios a la corona, llegando al grado de coronel. Fue también gobernador de Portobelo (actual Panamá) y gobernador intendente de Salta del Tucumán en 1798. En este último cargo, administró y vigiló las fronteras del Chaco. También creó el primer establecimiento educativo secundario y el primer hospital.​ Falleció en Salta, el 11 de mayo de 1807, y fue enterrado en la iglesia Catedral de esa ciudad.

5.° Tomás de Arrigunaga gobernador intendente de Salta del Tucumán(1807-1807)

Tomás de Arrigunaga en 1807 ejerció la Gobernación de la Intendencia de Salta del Tucumán figurando entre sus gestiones como de promover “con eficiencia y oportunidad todos los resortes concernientes para auxiliar a Buenos Ares con armas, dinero y demás útiles para su defensa cuando las invasiones del inglés”, según puede leerse en documentos de la época. También se cuenta que para ese efecto remitió 600 quilates de pólvora, gran cantidad de plomo y seis mil pesos recolectados por suscripción pública.

6.° José de Medeiros gobernador Intendente de Salta del Tucumán (1807-1809) (interino)

José de Medeiros en 1802 fue oidor de la Real Audiencia de Buenos Aires. Ejerciendo ese cargo se negó a prestar juramento de fidelidad al rey inglés cuando se produjeron la Invasiones Inglesas. Lograda la Reconquista de la capital, fue nombrado teniente gobernador de la Intendencia de Salta del Tucumán, ocupando el cargo a mediados de 1807. Lo primero que debió hacer fue una intensa gira por la provincia, ocupándose de los prisioneros ingleses que habían sido enviados a varias ciudades del interior. Ocupó la gobernación en forma intermitente, ya que se dedicó a marcar los nuevos límites de la provincia y obispado de Salta y a otras complicadas visitas al interior de la provincia. Recibió la visita del general José Manuel de Goyeneche, enviado por la Junta Suprema de Sevilla, cuya actuación causó toda clase de complicaciones políticas en esos años. En enero de 1809, el virrey Santiago de Liniers lo suspendió en el cargo, acusándolo de complicidad con la Asonada de Álzaga. Llamado a Buenos Aires, al llegar a Santiago del Estero fue arrestado y su equipaje embargado. 

7.° Nicolás de Villacorta y Ocaña gobernador Intendente de Salta del Tucumán (Interino) (1809-1809)

Nicolás de Villacorta y Ocaña fue un contador de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en el Virreinato del Río de la Plata. En el año 1767, tras la expulsión de los jesuitas, Nicolás Villacorta y Ocaña fue depositario de sus bienes. Se desempeñó en diferentes cargos administrativos en la Intendencia de Salta del Tucumán, llegando a ser contador de las reales haciendas, regidor en el cabildo de Salta y en 1809 se desempeñó como gobernador intendente interino de dicha provincia.​ En 1810, contribuyó con la Revolución de Mayo, realizando donativos que contribuyeron a la causa.

8.° Nicolás Severo de Isasmendi y Echalar gobernador Intendente de Salta del Tucumán (1809-1810)

El virrey Santiago de Liniers nombró a Nicolás Severo de Isasmendi y Echalar como gobernador de la Intendencia de Salta del Tucumán en enero de 1809, pero tardó más de un mes en llegar a su destino. Su provincia incluía las actuales de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y el Departamento de Tarija; la capital era la ciudad de Salta. Una vez en ésta, ordenó varias obras hidráulicas y la pavimentación de calles. También inauguró la Catedral de Salta y recibió al primer obispo de la ciudad, Nicolás Videla del Pino. Prestó valiosa ayuda al general Vicente Nieto, que marchaba hacia Chuquisaca, donde aplastó la Revolución de mayo de 1809. Tenía pendiente un gran programa de obras públicas, pero las convulsiones políticas no lo dejaron llevarlo a cabo. Fue reemplazado por orden del virrey Cisneros, que desconfiaba de él, considerándolo proclive a la independencia. En el mes de mayo asumió el cargo Joaquín Mestre y al poco tiempo, éste fue reemplazado por José de Medeiros.

9.° Joaquín Mestre gobernador Intendente de Salta del Tucumán (Interino) (1810-1810)

Joaquín Mestre fue hijo del gobernador del Tucumán, Andrés de Mestre. Se desempeñó como funcionario colonial, llegando en 1810 al cargo de gobernador de la Intendencia de Salta del Tucumán, en el Virreinato del Río de la Plata.​ Durante este período, nombró como capitán del cuerpo de milicias de La Viña a José Antonio Fernández Cornejo, quien luego sería gobernador de la provincia de Salta. Simpatizó con las ideas de la Revolución de Mayo y fue allegado a uno de sus impulsores, Nicolás Rodríguez Peña.​ Por este motivo, fue reemplazado en el cargo por José de Medeiros y luego por Nicolás Severo de Isasmendi.

10.° José de Medeiros Gobernador Intendente de Salta del Tucumán (Interino) (1810-1810)
A mediados de mayo de 1810, el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros ordenó que fuese repuesto en sus funciones como gobernador interino, aunque esa orden fue emitida pocos días después de haber sido nombrado titular nuevamente Isasmendi. No hubo conflicto entre ambos gobernadores, ya que días después estallaba la Revolución de Mayo.

11.° Nicolás Severo de Isasmendi Gobernador Intendente de Salta del Tucumán (mayo de 1810-23 de agosto de 1810)
Nicolás Severo de Isasmendi a principios de mayo de 1810 fue nombrado nuevamente gobernador, aunque la orden llegó a Salta en los primeros días de junio. Pocos días después, se recibió la noticia de la Revolución de Mayo. Isasmendi convocó a un Cabildo Abierto para el 16 de junio e hizo pública la noticia, apoyando al parecer a la Primera Junta.
Pero al ver que varios de los miembros del cabildo pretendían deponerlo, y al saber además que en Córdoba se estaba organizando una contrarrevolución, arrestó a los miembros del cabildo local en el propio edificio. Uno de ellos, el regidor Calixto Gauna, consiguió escapar y llegó en ocho días a Buenos Aires.
Los realistas salteños más decididos nombraron a otro gobernador, José Antonio Fernández Cornejo, que había sido anteriormente arrestado por el propio Isasmendi, y que llegó a tener algún poder en Salta. Pero Isasmendi siguió siendo reconocido por el resto de la provincia. La Junta de Buenos Aires nombró gobernador a Feliciano Chiclana, que llegó a Salta en agosto, poco después de la derrota de los contrarrevolucionarios de Córdoba. Chiclana arrestó a Isasmendi y lo envió preso a Buenos Aires. Si bien fue puesto en libertad, la Junta le hizo saber que no confiaba en él, de modo que no hizo ningún intento de reclamar por su arresto y deposición. ​

Virreinato del rio de la plata

Refundación de San Miguel de Tucumán en su actual emplazamiento Se produce la Segunda Fundación de la ciudad de San Miguel de Tucumán, la ciudad primitiva llamada en lengua nativa Ibatín, se encontraba aproximadamente en lo que hoy sería la localida
Refundación de San Miguel de Tucumán en su actual emplazamiento
Se produce la Segunda Fundación de la ciudad de San Miguel de Tucumán, la ciudad primitiva llamada en lengua nativa Ibatín, se encontraba aproximadamente en lo que hoy sería la localidad de Villa Quinteros, habiéndose fundado allí por Don Diego de Villarroel el 31 de mayo de 1565, y ahora 120 años después sería trasladada a La Toma, donde se encuentra actualmente, motivado el traslado como consecuencia del paludismo y de sus aguas contaminadas, que empujarían al teniente de gobernador, Miguel de Salas y Valdés, a decidir mudar todo. Por ese entonces Santiago del Estero era la capital de lo que se llemaba Gobernación del Tucumán, pero más tarde se nombraría a San Miguel capital del nuevo territorio que pasaría a conformar la provincia de Tucumán



Andrés de Mestre - Primer Intendente de Salta del Tucumán
Andrés de Mestre - Primer Intendente de Salta del Tucumán
Al organizarse el Virreinato del Río de la Plata Don Andrés de Mestre se desempeñaba en 1778 como él último gobernador de la antigua provincia del Tucumán. Luego de haber sustituido en el mando a Antonio Arriaga, pasó a constituirse como el primer Intendente de Salta gestión que culminó en 1783. Como es sabido al disponerse esta nueva organización el 28 de enero de 1782 el Virreinato del Río de la Plata quedó dividido en ocho intendencias con las gobernaciones de Montevideo y de las ex misiones jesuíticas. Posteriormente, por cédula real del 5 de agosto de 1785, la Corona cambió el sistema de las divisiones y quedaron sólo como Intendencias: Buenos Aires, Paraguay, Córdoba, Salta, La Paz, Charcas, Cochabamba, Potosí; cuatro gobernaciones: Montevideo, Misiones Guaraníes, Mojo-Chiquitos y Puno.
La Intendencia de Salta - cuya sede se encontraba en esta capital al frente de Andrés de Mestre – comprendía las provincias de Tucumán, Salta (a la que se añadía el título de “Muy Ilustre”), Jujuy, Catamarca y Santiago del Estero y las extensiones de la Nueva Orán y la Puna.


Ramón García de León y Pizarro
Ramón García de León y Pizarro
Ramón García de León y Pizarro en 1791, es nombrado por el Rey, Gobernador Intendente de Salta del Tucumán. Durante su mandato, realizó su obra cumbre: La fundación de la Nueva Orán. Por aquellos tiempos, España perdió la denominación de Orán del África, donde había nacido Pizarro, hecho este que influyó, sin lugar a dudas, para que éste se propusiera dar a España un Nuevo Orán. Mientras ocupaba el cargo mencionado anteriormente, recibió los reales despachos de Mariscal de Campo y también tuvo la desgracia de perder para siempre su noble y abnegada esposa. Los restos de Doña Mariana Zaldúa, fueron trasladados a Orán en 1797, siendo enterrados en el interior de la Iglesia, según "Orán a través de su historia".



Escudo de Armas de Ramón García de León y Pizarro, I marqués de Casa Pizarro y I vizconde de la Nueva Orán.

Martín de Alzaga
Martín de Álzaga y la asonada de Álzaga
Santiago de Liniers y Martín de Álzaga fueron los héroes de la Reconquista de Buenos Aires durante la primera de las invasiones inglesas al Virreinato del Río de la Plata acaecida en 1806. Al producirse el segundo ataque inglés, en 1807, Liniers reemplazó, por presión popular, como virrey a Rafael de Sobremonte, acusado de haber abandonado sus funciones en medio de la invasión. La victoria en la defensa contra la segunda invasión elevó su prestigio y fue confirmado en su cargo por orden del rey Carlos IV de España.
Francisco Javier de Elío, el gobernador de Montevideo, resistió su autoridad y aprovechó el hecho de que Liniers era francés para acusarlo de hacer complot con el Imperio Napoleónico, en guerra contra España por ese entonces. Elío organizó una Junta de Gobierno en Montevideo, que desconoció la autoridad del virrey.
En el mes de octubre de 1808 estuvo a punto de estallar una revolución contra Liniers, dirigida por el Cabildo de la capital virreinal: la excusa era que el hijo del virrey acababa de contraer matrimonio en el virreinato que gobernaba su padre, algo prohibido por las leyes españolas. Pero la absoluta negativa de la Real Audiencia a secundar el reclamo en su contra hizo abortar los planes de Álzaga y su partido.
El principal beneficiario del fracaso de la Asonada fue Saavedra, a quien Liniers debía desde entonces su gobierno. De allí en adelante, ningún gobierno pudo actuar en Buenos Aires sin el apoyo de las milicias urbanas, por lo menos hasta la crisis de 1820. De hecho, fue la decisión de Saavedra la que desencadenó la Revolución de Mayo.
Este hecho resulto en la remoción del José de Medeiros como gobernador intendente de Salta del Tucumán por haberse plegado al movimiento


Escudo de la familia Isasmendi.

Despues de la Revolución de Mayo

Una vez acaecida la Revolución de Mayo en Buenos Aires el día 25 de ese mes en el año 1810, la Primera Junta de Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata envió una expedición a las provincias internas con el objeto de hacer reconocer su autoridad en el resto del ex Virreinato del Río de la Plata. Ese ejército (conocido luego como Ejército del Norte) sofocó primero la contrarrevolución de Córdoba y luego se dirigió a la Intendencia de Salta del Tucumán de paso hacia el Alto Perú, a su llegada no fue necesario que entrara en acción debido a que los cabildos de la intendencia habían previamente adherido a la Junta de Buenos Aires.

Isasmendi reaccionó ordenando apresar a los miembros del cabildo, siendo capturados Nicolás Arias, Calixto Ruiz Gauna, Mateo Zorrilla y José Boedo, logrando los restantes abandonar la ciudad. Calixto Gauna, alguacil mayor y comandante de milicias, consiguió durante la noche evadirse de la prisión y luego de un veloz viaje de ocho días, informó de lo sucedido a la Junta de Buenos Aires.

Feliciano Chiclana

Después de descansar veinticuatro horas regresó con el gobernador interino nombrado por la Junta, coronel doctor Feliciano Chiclana, quien había sido nombrado auditor de guerra del Ejército del Norte, aunque no viajaba con la expedición, la alcanzó el 28 de julio en Fraile Muerto con su escolta de seis blandengues y dos patricios, que allí reforzó con doce blandengues al mando del teniente Eusebio Suárez y continuó viaje a Salta.​ El hecho le valió a Gauna el grado de teniente coronel, aunque al regresar a Salta debió permanecer postrado por tres meses debido a la hinchazón de sus extremidades inferiores.

Tomás de Allende

El 3 de diciembre de 1810 asumió las funciones de gobernador intendente de Salta, pero su mandato sería breve. Pocos días después, el 18 de diciembre la Junta Grande se convertía en el nuevo ejecutivo de la revolución y siguiendo sus directivas para la organización de las provincias, el 8 de marzo de 1811 se estableció en Salta la Junta Provincial Gubernativa integrada por Antonio Arias y Velásquez, Juan José Fernández Cornejo, Francisco Aráoz y Juan Antonio de Moldes, bajo la presidencia de Tomás de Allende en su carácter de gobernador intendente.
Durante ese período tras una invasión de indios del Chaco al territorio de Jujuy, el cabildo de esa ciudad envió detenidos a algunos de los responsables a disposición de la Junta de Buenos Aires. Dado que Jujuy dependía de Salta, Allende declaró cesantes a varios miembros del cabildo jujeño, entre ellos al alcalde de segundo voto Julián Gregorio de Zegada, lo que generó nuevos reclamos populares de autonomía y la designación el 7 de mayo de 1811 de Zegada para que se trasladara a Buenos Aires a plantear el reclamo, que no fue aceptado por la Junta.
Finalmente, debilitada su autoridad en la Junta y comprometido con el partido morenista, dejó el puesto el 11 de julio de 1811 y pasó posteriormente a Buenos Aires.

Juan Martín de Pueyrredón 

Juan Martín de Pueyrredón gobernó sólo por espacio de treinta días, un mes,   Juan Martín de Pueyrredón, como Jefe del Ejército del Norte, se vio precisado en dirigir  los destinos  de Salta y Jujuy ante un problema suscitado entre el Cabildo de la vecina provincia  y el antecesor gobernador  el coronel Tomás de Allende.

Pedro José Saravia

La Primera Junta lo nombró gobernador de la Intendencia de Salta del Tucumán y presidente de la junta de gobierno de la provincia, de cinco miembros. Al ser ésta disuelta, el general Pueyrredón lo nombró gobernador interino, pero el Triunvirato lo reemplazó por Domingo García. Éste lo nombró comandante de armas de la provincia.

Domingo García

Como comandante de Armas de Tucumán, y posteriormente miembro de la Junta Subalterna de Tucumán fue nombrado Gobernador en forma interina por el Primer Triunvirato.

Manuel Ramos

El Cabildo, presidido por el Cnel. Juan Antonio Álvarez de Arenales, delega el el Cnel. Manuel Ramos, fallecido el 22/8/1812, y en José Tirado (realista)

Batalla de Tucumán

La batalla de Tucumán fue un enfrentamiento armado librado el 24 y 25 de septiembre de 1812 en las inmediaciones de la ciudad de San Miguel de Tucumán, durante la segunda expedición auxiliadora al Alto Perú en el curso de la Guerra de la Independencia Argentina.
El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano a quien secundara el coronel Eustoquio Díaz Vélez en su carácter de mayor general, derrotó a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, que lo doblaban en número, deteniendo el avance realista sobre el noroeste argentino. 

Cnel. José Marquez de la Plata

El cabildo de Jujuy por imposición de Pío Tristán puso en posesión al coronel don José Marques de la Plata, nombrado gobernador intendente interino de la provincia por el general en jefe del ejército real del Alto Perú, porque Salta, capital de la intendencia se encontraba en manos de los patriotas.

Batalla de Salta

La batalla de Salta fue un enfrentamiento armado librado el 20 de febrero de 1813 en Campo Castañares, hoy zona norte de la ciudad de Salta, norte de la República Argentina, en el curso de la Guerra de Independencia de la Argentina.
El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano y de Eustoquio Díaz Vélez como mayor general o segundo jefe, derrotó por segunda vez a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, a las que había batido ya en septiembre anterior en la batalla de Tucumán.
La rendición incondicional de los realistas garantizó el control del gobierno rioplatense sobre buena parte de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata, aseguró la región y permitió a los patriotas recuperar, provisoriamente, el control del Alto Perú.

Juan José Fernandez Campero

Asume la gobernación como consecuencia de la batalla de Salta, entrega el mando a Gral. Manuel Belgrano el cual delega le mando civil y retiene el militar en Esteban Agustín Gascón

Esteban Agustín Gascón

Actuó bajo las órdenes de Belgrano en la batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813 y a raíz del triunfo fue nombrado gobernador intendente de Salta, cargo que ocupó por breve tiempo, pasando el poder al alcalde de primer voto Hermenegildo G. de Hoyos

Hermenegildo G. de Hoyos

Alcalde de primer voto, es designado por Belgrano, gobernador civil; mientras que el mando militar le es confiado al Gral. Eustaquio Díaz Vélez.

Feliciano Antonio Chiclana

El 13 de septiembre de ese mismo año de ocupó por segunda vez el cargo de gobernador intendente de Salta, donde trabajó en favor del general Manuel Belgrano, quien comandaba el Ejército del Norte en la Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú. Mantuvo ese cargo hasta el 26 de octubre de 1813, cuando fue sucedido por Rudecindo Alvarado.

Cap. Rudecindo Alvarado

De amplia participación militar en la guerra por la emancipación americana, luchó por el ideal libertario a las órdenes del Gral. Manuel Belgrano, de Pueyrredón, de San Martín y de Bolivar. Ejerce la gobernación en su carácter de Presidente del Cabildo.

Francisco Fernández de la Cruz

Gobernador Interino - General argentino (1781-1835). Participó en la defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, y en la campaña del Alto Perú. Fue ministro de guerra durante la presidencia de Rivadavia.

Bernabé Aráoz

En marzo de 1814 fue nombrado Gobernador de la provincia de Salta del Tucumán, y cuando Tucumán se separó de Salta, fue el primer gobernador titular de Tucumán, provincia que incluía a Catamarca y Santiago del Estero, en octubre de 1814.

Serapión José de Arteaga

Estando como principal referente del Cabildo ocupço el cargo de Gobernador en forma interina hasta la asunción de José Antonino Fernandez Cornejo.

José Antonino Fernández Cornejo

Tras el segundo desastre en Vilcapugio y Ayohuma, fue uno de los más decididos defensores de la región contra el avance del ejército realista. Cuando las provincias de Tucumán y Salta se separaron, en abril de 1814, fue nombrado gobernador interino de ésta última. Participó brillantemente en la defensa contra la gran invasión realista de ese año, a la que ayudó a expulsar. En noviembre fue reemplazado por Hilarión de la Quintana.


Feliciano Chiclana

Feliciano Chiclana
Comenzó su gobierno con la prisión de Isasmendi. La junta mientras tanto, había ordenado a Don Tomás Sánchez y a D. Isidro Matorras- escribano del Cabildo- que dejasen la jurisdicción de Salta, para permanecer confinados en San Luis hasta nueva orden. No había en Salta una opinión unánime sobre la nueva situación política. El gobierno de Chiclana fue breve , el 3 de noviembre de 1810, la Junta gubernativa lo nombra gobernador intendente interino de Potosí. En reemplazo de Chiclana, la junta había nombrado al marqués del Valle de Tojo; pero el nombramiento se dejó sin efecto, siendo el sustituto, también en carácter interino don Tomás de Allende, quien tomó posesión el 24 de diciembre de 1810.



Tomás de Allende

Tomás de Allende
Mientras Allende presidía la Junta Provincial reorganizó los barrios de la ciudad de Salta y le dio nuevos nombres, por decreto de ese organismo, dividió en dos la Intendencia de Salta: la Principal, con sede en Salta y a San Salvador de Jujuy como Subalterna. Luego por una acción llevada a cavo por el Cabildo de Jujuy contra indios del Chaco Allende destituyó a algunos cabildanters jujeños lo que trajo aparejado un malestar entre Jujuy y Salta.



Juan Martín de Pueyrredón
Juan Martín de Pueyrredón
Juan Martín de Pueyrredón luego de 30 días en Salta en septiembre fue nombrado oficialmente comandante del desmoralizado Ejército del Norte, cuando este ya había llegado a San Salvador de Jujuy.
Sus esfuerzos por reorganizar el Ejército no fueron particularmente fructíferos; ante el avance del Ejército Real del Perú envió a la mejor parte de sus tropas al mando de Eustoquio Díaz Vélez, que fueron derrotados en el combate de Nazareno. De modo que Pueyrredón retiró la totalidad del ejército hacia el sur, instalándose en la posta de Yatasto, donde en marzo de 1812 fue reemplazado por Manuel Belgrano al mando del mismo, y regresó a Buenos Aires para ocuparse de asuntos políticos.


Gobernadores salta pedro Saravia y Juan Jose Fernandez Campero

Batalla de Tucumán

Batalla de Tucumán
El triunfo tuvo también importantes consecuencias políticas, por cuanto Belgrano —que contaba con la simpatía de la Logia Lautaro— había derrotado al invasor contrariando las disposiciones del gobierno y demostrando el acierto de los opositores, cuando pedían auxilios para remitir al Ejército del Norte. En Buenos Aires, a los tres días de conocerse la noticia del combate, el Primer Triunvirato fue derribado por la Revolución del 8 de octubre.



Batalla de Salta
Batalla de Salta
La batalla de Salta fue cuando por primera vez flameó la bandera en una acción de guerra y resultó una nueva e importante victoria para los revolucionarios. Como consecuencia de este triunfo los ejércitos realistas fueron detenidos en su avance hacia el sur y estas tierras nunca más pudieron ser recuperadas para el extinto Virreinato.
Los triunfos de Tucumán y Salta permitieron la recuperación del Alto Perú por los rioplatenses. Díaz Vélez, como jefe de la avanzada del ejército vencedor en la segunda campaña al Alto Perú, entró triunfante en la ciudad de Potosí, el 7 de mayo de 1813.



Esteban Agustín Gascón

Francisco Fernández de la Cruz

José Antonio Fernández Cornejo

José Antonio Fernández Cornejo



Separación de la Intendencia de Salta de Tucumán

El 8 de octubre de 1814 el director supremo Gervasio Posadas dividió a la intendencia de Salta del Tucumán en dos provincias: Salta y Tucumán. La primera incluía además de la ciudad capital, a Jujuy, Orán, Tarija, San Carlos, valles Calchaquíes, valle de Lerma, Santa María y La Puna.

Hilarión de la Quintana

Hilarión de la Quintana ascendido al grado de coronel, fue por breve tiempo gobernador de San Miguel de Tucumán, que aún dependía de la provincia de Salta. Una vez separadas las provincias asumio en enero de 1815 fue nombrado gobernador de Tucumán, y apoyó todo lo que pudo la marcha del Ejército hacia el Alto Perú, fue reemplazado por Bernabé Aráoz nombrado por el directorío.

Bernabé Aráoz

Bernabé Aráoz asumio en abril de 1814 fue nombrado Gobernador de la provincia de Salta del Tucumán, y cuando Tucumán se separó de Salta, fue el primer gobernador titular de Tucumán, provincia que incluía a Catamarca y Santiago del Estero, en octubre de 1814.
Con la caída de Alvear tras la sublevación de Fontezuelas, Aráoz se hizo confirmar en el cargo por una asamblea en el Campamento de la Ciudadela, donde la influencia militar era inevitable. El centralismo había cedido algo, pero solo en beneficio de las capitales de provincia, no de las ciudades de Santiago y Catamarca. En respuesta, en septiembre de 1815 estalló una sublevación autonomista en Santiago del Estero, dirigida por el coronel Juan Francisco Borges, pero las tropas de Aráoz lo vencieron fácilmente.

A partir de principios de 1816, al regreso de los derrotados de Sipe Sipe, el Ejército del Norte se estableció en Tucumán y pasó a depender exclusivamente de esa provincia, ya que el gobierno nacional privilegió al Ejército de los Andes. El gobernador salteño Güemes tuvo que hacer frente exclusivamente con sus fuerzas locales a las invasiones realistas. Aráoz se las ingenió para mantener a su provincia en funcionamiento, obligando a todos los comerciantes a aportar contribuciones “voluntarias” 

Bernabé Aráoz y el Congreso de Tucumán

El Estatuto Provisional, jurado el 6 de Julio de 1815 regía la vida institucional de las Provincias Unidas del Rio de la Plata y en uno de sus artículos se mencionaba que el Director Supremo debería convocar a elección de diputados para dar forma a una Constitución Nacional, los mismos deberían reunirse "en la Ciudad de Tucumán" ya que poseía el prestigio de haber ganado una batalla clave para la causa revolucionaria pero fundamentalmente para disipar la desconfianza que las provincias del interior tenían sobre Buenos Aires. El Director Supremo Ignacio Alvarez Thomas procedió a convocar al congreso en Tucumán y a comienzo de 1816, los diputados empezaron a llegar a Tucumán, mientras el gobernador Bernabé Aráoz se multiplicaba para acondicionar todo lo necesario, aquellos se alojaron en los conventos y en casas de familia.

Para sede de sesiones, el gobernador Aráoz habilitó la propiedad de Doña Francisca Bazán de Laguna, ubicada a una cuadra y media de la plaza hacia el sur. Era una vivienda importante para la época, con su portal flanqueado por columnas retorcidas y por ventanas de rejas. Bernabé Aráoz facilitó la mesa de la presidencia y los conventos de San Francisco y Santo Domingo prestaron asientos para los diputados, así el gobernador no descuidó ni el más minimo detalle pese a estar comprometido con los recursos locales en la atención de otras urgencias, vale recordar que tuvo que afrontar los gastos de los soldados heridos y al resto del Ejercito del Norte que acampo en Tucumán
El Congreso Nacional, que desde su instalación, celebró sus sesiones en la ciudad de Tucumán, comunicó el 23 de septiembre de 1816 al Director Supremo y a todas las provincias su resolución de trasladarse a la ciudad de Buenos Aires acordando los diputados unánimemente que el día 15 de marzo se reunirían en esa ciudad. Alejado el Congreso, siguió desarrollandoser la vida en Tucumán con el ejército acampado en la ciudad y en sus inmediaciones.
El gobernador Bernabé Aráoz continuó sumando méritos a su gestión. A fines de 1816, Borges volvió a tomar el poder en Santiago, pero esta vez fue atacado por tres regimientos enviados por Belgrano, que lo derrotaron y fue fusilado.
Pero con el Ejército del Norte no le fue tan bien: Aráoz tuvo sucesivos conflictos con el general Belgrano, que desautorizó acciones de Aráoz, incluso en cuestiones sueldos de los funcionarios. Por su parte, Belgrano acusaba a Aráoz de obstaculizar permanentemente el auxilio que necesitaban las tropas. Como consecuencia de ello, el general solicitó reiteradamente la remoción de Aráoz al Director Supremo Pueyrredón.
En 1817 trajo el agua para bebida desde El Manantial, costeando de su bolsillo una acequia que recorría cuatro leguas, para el vecindario resultó una bendición contar con ese líquido de vertientes que reemplazaba al barroso y contaminado que se veían obligados a consumir hasta entonces. Este prefirió apoyar políticamente a Belgrano y, en septiembre de 1817, el catamarqueño Feliciano de la Mota Botello reemplazó a Aráoz. Este pasó los dos años siguientes retirado en sus fincas rurales, esperando su oportunidad.

Feliciano de la Motta Botello

En septiembre de 1817, Belgrano logró del Director Pueyrredón reemplazara a Bernabé Aráoz como gobernador del Tucumán y es reemplazado por Mota Botello, a quien conocía desde antes de 1810.​
Pronto Belgrano y Mota debieron aceptar que Aráoz no había escondido nada, que en Tucumán sencillamente no había fondos para ayudar al Ejército del Norte, y que éste no podía ser mantenido sólo por esa provincia.5​ Por su parte, Buenos Aires gastaba todos sus fondos en luchar contra los federales y en ayudar al Ejército de los Andes en su campaña en Chile. Por esa razón, a Belgrano le fue imposible intentar una cuarta expedición al Alto Perú, a pesar de que la provincia de Tucumán dirigida por Mota Botello contribuyó con otros 928 soldados, además de caballos y uniformes.
A fines de 1818, el Ejército se trasladó a Córdoba para seguir la lucha contra los federales de Santa Fe, que terminaría en una victoria de esta última en la Batalla de Cepeda. Un pequeño resto del mismo Ejército quedó en Tucumán, al mando del coronel Domingo Arévalo.
Tras un par de años de gobierno monótono y pobre, Mota trataba de colaborar con Arévalo, que estaba al mando de tres cuerpos de Dragones, cuyos jefes eran los capitanes Felipe Heredia,​ Abraham González y Manuel Cainzo. Estos dieron un golpe el 10 de noviembre de 1819 y apresaron a Mota —que fue herido en un brazo—, a Arévalo y a Belgrano.​ El mismo día, el Cabildo tucumano eligió gobernador a Bernabé Aráoz de acuerdo con una reunión popular. Éste negó toda obediencia al Directorio, que de todas formas desaparecería menos de tres meses más tarde.​

Bernabé Aráoz y la república de Tucumán

Hacia 1819 las provincias que conformaban las Provincias Unidas del Río de la Plata (luego República Argentina), se iban rebelando contra el sistema unitario que quería imponer Buenos Aires.
El remanente del desmantelado Ejército del Norte que se hallaba en San Miguel de Tucumán al mando del coronel Domingo Arévalo, formado por tres compañías de Dragones cuyos jefes eran los capitanes Felipe Heredia, Abraham González y Manuel Cainzo, se sublevaron el 11 de noviembre de 1819. El gobernador intendente Feliciano de la Mota Botello, partidario del centralismo de Buenos Aires, fue arrestado junto Arévalo y con el enfermo general Manuel Belgrano.
Tres días después, un cabildo abierto en San Miguel de Tucumán nombró gobernador a Bernabé Aráoz, quien desconoció la autoridad del Directorio. No era «...la primera chispa del incendio que cundió luego por toda la República», como escribió el general José María Paz, ya que todo el Litoral desconocía la autoridad del Directorio y del Congreso, la Banda Oriental estaba casi completamente ocupada por los portugueses, y Salta seguía sola su guerra contra los realistas del Alto Perú.
La chispa contribuyó al incendio, pero fue de las últimas: sólo faltaban el motín de Arequito, la Batalla de Cepeda y la sublevación de Mariano Mendizábal en San Juan para destruir completamente el Directorio. Y todas se cumplirían en menos de tres meses.

República de Tucumán

Al proclamarse Aráoz gobernador de la Provincia del Tucumán, esta provincia incluía a las ciudades subordinadas de Catamarca y Santiago del Estero. Fue elegida una Representación de la Provincia Federal del Tucumán para sancionar una constitución, compuesta por dos diputados por Catamarca y dos por Tucumán, ya que los dos santiagueños no fueron electos. Aráoz proclamó la República Federal del Tucumán el 22 de marzo de 1820 y logró que los representantes del Congreso Soberano que redactaba la constitución, sancionaran con fuerza de ley esa declaración los días 17 y 18 de mayo. El Congreso, que se reservó el título de Alteza, creó un Poder Ejecutivo con el título de Presidente Supremo, que asumió Aráoz el 19 de mayo de 1820 con un sueldo anual de $4.000 (un quinto del presupuesto de la República).
La Constitución para la República del Tucumán fue sancionada el 6 de septiembre de 1820 y jurada solemnemente el 20 de septiembre. Esa constitución creó una Corte Primera de Justicia y abolió el Cabildo. Fue creada una moneda nacional y una bandera, y se concedieron altos cargos militares a miembros del Ejército de la República.  El exgobernador De la Mota Botello fue teniente de gobernador de Catamarca dependiente de Aráoz desde agosto de 1820 hasta marzo de 1821.
Aráoz envió a Santiago del Estero al mayor Felipe Heredia con un destacamento de 100 dragones de línea con el pretexto de escoltar a Belgrano, quien viajaba enfermo a Buenos Aires, pero en realidad para asegurar la elección de los dos representantes al Congreso Constituyente que debía comenzar a sesionar el 20 de marzo de 1820 en San Miguel de Tucumán. Parte del destacamento, 50 dragones, permaneció en Santiago del Estero al mando del capitán Juan Francisco Echauri. Este hizo que los miembros del cabildo fueran reemplazados por nuevos regidores adictos a los tucumanos y controló la elección de los representantes Juan José Lami y Santiago de Palacio. La imposibilidad de participación de los autonomistas en la elección provocó una rebelión popular que fue apoyada por el comandante del Fuerte de Abipones (ubicado en el Departamento Quebrachos), coronel Juan Felipe Ibarra.1​ Ibarra envió un ultimátum a Echauri y le dio dos horas para reunir al pueblo y elegir libremente nuevas autoridades bajo amenaza de entrar por la fuerza a la ciudad. Ibarra ingresó en la ciudad y venció a Echauri el 31 de marzo, obligándolo a regresar a Tucumán, siendo designado ese día por un cabildo abierto como teniente gobernador, junto con Pedro Pablo Gorostiaga para presidir el cabildo.
Ibarra ordenó elegir los dos representantes al congreso, sin intenciones de separarse de Tucumán, pero el 10 de abril Aráoz emitió un Manifiesto que causó el enojo de los santiagueños. Esto hizo que el 27 de abril de 1820 se reuniera una asamblea de las comunidades (curatos) santiagueñas que declaró la autonomía de la Provincia de Santiago del Estero. Declarando a «La jurisdicción de Santiago del Estero uno de los territorios unidos de la Confederación del río de la Plata». (Véase: s:Manifiesto autonomista de Santiago del Estero) 
Ibarra fue designado gobernador de la nueva Provincia de Santiago del Estero. Aráoz intentó aplastar la revuelta santiagueña, pero no sólo fracasó, sino que se ganó la enemistad del gobernador de Salta, Martín Miguel de Güemes. Este culpó a Aráoz por la «poca ayuda prestada por Tucumán a la Guerra de la Independencia» debido a que Aráoz no había querido apoyarlo entregándole las armas que tenía en su poder e impidió que una fuerza de auxilio cordobesa al mando de Heredia llegara a Salta. Aráoz ni siquiera respondió y Güemes comunicó al Cabildo de Salta el 1 de febrero de 1821 «que siendo la de Santiago injustamente invadida, se hallaba en el caso de sostenerla, dirigiendo sus armas contra la agresora».
El 25 de agosto de 1821 un cabildo abierto separó a Catamarca de Tucumán y Aráoz no llegó a reaccionar, pues el 28 de agosto una revolución dirigida por Abraham González, al frente de las tropas que derrotaron a Güemes, lo derrocó y debió escapar y refugiarse en el campo. Aráoz solicitó ayuda al nuevo gobierno de Salta, que envió a Arias con un contingente, pero en Trancas Arias recibió una nota de González instándolo a no seguir adelante y se detuvo.
El 29 de agosto González asumió el gobierno y aceptó la segregación de Santiago del Estero y de Catamarca, con esto, la Provincia de Tucumán adquiría aproximadamente sus límites actuales y también desaparecía la República, pues fue readoptado el nombre de Provincia y el cargo de Gobernador Intendente.​ González abolió la moneda tucumana y comenzaban lo que serían diez años de guerras civiles casi continuas en la provincia y pasarían por el sillón de gobernador casi veinte personas. 

Hilarión de la Quintana
Hilarión de la Quintana
Primer Gobernador de la Provincia, El 14 de noviembre de 1814 fue designado por el Director Supremo Posadas, pero como no era natural de Salta produjo disturbios que terminaron en su renuncia. Delega interinamente el mando en el Gral. Pedro de Alurralde.


Bernabe Araoz

Bernabé Aráoz
Bernabé Aráoz fue un militar y político tucumando fue el primer gobernador de la provincia luego de la separación de Salta ocupo la gobernación en seis oportunidades la primera vez fue nombrado por el directorio y fue entre el 14 de noviembre de 1814 y el 6 de octubre de 1817, durante su primer gobierno se produjo la independencia de España Su segundo mandato fue entre el 12 de noviembre de 1819 y el 11 de mayo de 1821 en donde como reacción a la constitución unitaria de 1819 es elegido tras una revolución y se declara presidente de la República de Tucumán. Luego de ser gobernador en otras 4 oportunidades por las guerras internas entre unitarios y federales fue finalmente fusilado el 24 de marzo de 1824.



Congreso de Tucumán
Congreso de Tucumán
El Congreso de Tucumán fue una asamblea soberana que al mismo tiempo se desempeñó como tribunal, poder legislativo y constituyente. Fue convocada por un acuerdo establecido en el Estatuto de 1815 y sesionó en dos lugares distintos: desde el 24 de marzo de 1816 al 16 de enero de 1817 lo hizo en la ciudad de San Miguel de Tucumán, y posteriormente en la ciudad de Buenos Aires, entre 12 de mayo de 1817 y el 11 de febrero de 1820. Los actos propiamente constituyentes del congreso fueron: el Acta de declaración de la independencia, (9 de julio de 1816); el Manifiesto que hace a las Naciones el Congreso General Constituyente, (25 de octubre de 1817); el Reglamento Provisorio para la dirección y administración del Estado, (3 de diciembre de 1817) y la Constitución de las Provincias Unidas de Sud-América (22 de abril de 1819).




Sublevaciones autonomistas de Borges
Sublevaciones autonomistas de Borges
Las sublevaciones autonomistas de Borges fueron dos intentos del teniente coronel Juan Francisco Borges, en 1815 y 1816, para lograr la autonomía de la ciudad de Santiago del Estero y su jurisdicción, que desde 1814 formaba parte de la Gobernación Intendencia del Tucumán como una tenencia de gobierno. Ambos intentos fueron reprimidos rápidamente por fuerzas del gobernador de Tucumán y del Ejército del Norte respectivamente. Finalmente, tras la segunda revolución de Borges, el general Manuel Belgrano ordenó su fusilamiento, que fue llevado a cabo por el coronel Gregorio Aráoz de Lamadrid el primer día de 1817. Borges había declarado a Santiago del Estero como un Pueblo Libre, en sintonía con las ideas federales de José Gervasio Artigas y en contra del centralismo unitario del directorio supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata
El día 28 de diciembre, Belgrano hizo cumplir rigurosamente las órdenes del Congreso de Tucumán de castigar con pena de muerte al cabecilla rebelde. Juan Francisco Borges fue fusilado sin juicio ni defensa el 1 de enero de 1817 en el cementerio del convento de Santo Domingo, a donde había sido llevado para recibir la confesión del padre Ibarzábal.



Bernabe Araoz y la república de Tucuman
República de Tucumán
La República del Tucumán fue un estado semiindependiente conformado por lo que hoy son las provincias argentinas de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, que hasta entonces habían formado la Gobernación Intendencia de San Miguel de Tucumán. Se estableció en medio de las luchas entre Buenos Aires y las provincias del recién formado Estado Argentino y duró menos de un año: desde septiembre de 1820 hasta agosto de 1821.
Esta República no era independiente de las demás provincias argentinas, sino que formaba con las demás una sola entidad. El nombre de República no significaba en ese entonces otra cosa que lo que hoy se entiende como "Estado", en su sentido local o nacional, indistintamente. El uso de ese término destacaba que Tucumán había dejado de ser una dependencia de un gobierno central, para formar un Estado Federal con las demás provincias. De hecho, sería la forma en que realmente se constituyó la Argentina a partir de la Constitución Argentina de 1853.


Batalla de Rincón de Marlopa
Batalla de Rincón de Marlopa
En medio de la construcción de la República del Tucumán, liderada por su gobernador Benjamín Aráoz, y la audáz autonomía provincial de Santiago del Estero que instaló a Juan Felipe Ibarra fuertemente resistida por Tucumán, en el punto llamado Rincón de Marlopa se produjo un enfrentamiento armado entre las tropas araoistas lideradas por Abraham González se enfrentaron a uina alianza salteño-santiagueña, las fueras enviadas por Martín Güemes a cuyo frente estaba Alejandro Heredia y las santiagueñas por Ibarra. La derrota de los aliados fue completa, pero fue la base para la firma uno de los Tratados Interprovinciales que regirían a las Provincias Unidas:



Gregorio Aráoz de Lamadrid
Gregorio Aráoz de Lamadrid
Gregorio Aráoz de Lamadrid o Gregorio Aráoz de La Madrid fue un militar naciodo en Tucumán , fue un guerrero de la Independencia argentina, de las guerras civiles y líder del partido unitario. Fue gobernador de la provincia de Tucumán, y efímeramente de las provincias de Mendoza y La Rioja. fue fundamental en la historia del norte Argentino entre la disputa de unitarios y fererales, fue un luchador permanente durante las próximas décadas, tuvo reputación de ser un general valiente hasta el grado de temerario. Domingo Faustino Sarmiento le llama en su célebre Facundo, el más "valiente de los valientes".1​ Fue hermano menor de Francisco Aráoz de Lamadrid, prócer de la Independencia de la Argentina y del Perú.


Personajes y lugares

La casa de Tucumán

 El edificio donde sesionó el congreso General Constituyente pertenecía a la señora Francisca Bazán de Laguna. Había sido construido a fines del siglo XVIII. Para que se pudieran llevar a cabo las reuniones, fue demolida una pared divisoria entre dos habitaciones, lo que dio lugar a un salón de 15 metros de largo por 5 de ancho. Bernabé Aráoz facilitó el escritorio y el sillón presidencial. Los escaños y sillones para los congresales fueron provistos por los conventos de Santo Domingo y San Francisco.

Personajes Ilustres

 Tucumán dio muchas personalidades que fueron influyentes en el país podemos citar a

  • Juan Bautista Alberdi, abogado y escritor, autor de Bases y puntos de partida para la organización política de lo República Argentina. Esta obra influyó en el texto de la Constitución Argentina de 1853.
  • Nicolás Avellaneda fue otro ilustre personaje oriundo de Tucumán, de trascendencia nacional. Hombre dedicado casi por entero a la política, además de ministro de Gobierno durante la gestión de Alsina y ministro de justicia e Instrucción Pública en la presidencia de Sarmiento, fue presidente de la República en 1874.
  • Julio Argentino Roca, que dirigió la Campaña al Desierto en 1879 y fue dos veces presidente de la Argentina, también nació en suelo tucumano. 
  • Lola Mora, nacida en La candelaria, provincia de Tucumán. Es autora de la Fuente de las Nereidas ,obra escultórica que en la actualidad permanece aún en la costanera sur.
Casa de la independencia fachada original 1869 – Ángel Paganell

Casa de la independencia fachada original 1869 – Ángel Paganell
La casa de la independencia más tarde la casona funcionó como sede de juzgados y correos estando muy deterioriada , siendo adquirida por el Estado en 1874 para finalmente ser demolida casi en su totalidad en 1902, luego de lo cual fue construido un templete a los efectos de proteger el Salón de la Jura, del que apenas permanece intacta una pared (resulta profudamente simbólico que solo haya quedado en pie una sola pared, y que pertenezca precisamente al Salón de la Jura).