El G.O.U.

Una vez producido el movimiento del 4 de junio el ejército a cargo del total del gobierno  se procuró modificar la estructura de la logia Obra de unificación del ejército o Grupo de oficiales unidos, para coordinar su acción con el gobierno y a través del gobierno. 


El G.O.U. después del 4 de junio

Había que mantener un nuevo sistema para "purificar y restaurar los valores morales y las buenas costumbres. La unión de todos los camaradas del ejército se impone ahora para respaldar moral y materialmente la obra del ejército mismo, para mancomunar los esfuerzos y asegurar al gobierno militar la absoluta tranquilidad y la completa estabilidad necesaria para realizar su obra". Se trataba de formar "un todo animado de una sola doctrina y con una sola voluntad", tal era la consigna de la hora. "La Obra de unificación será realizada por todos utilizando un sistema celular de difusión. Para ello existirá como escalón inicial el grupo oficiales Unidos o Grupo Obra de Unificación' (G.O.U.), que no tiene jefe y constituye un cuerpo colegiado. Tiene sus agentes de unión e información, desarrollando una tarea absolutamente anónima, que se cumple fuera de las obligaciones militares, para bien exclusivo del ejército". Para ello era necesario:

"a) comenzar por unir a los jefes y oficiales afectos a la idea básica de salvar al ejército cualquiera que sea la circunstancia que se presente; inculcar una única doctrina y animar al cuerpo de una absoluta unidad de acción;
b) individualizar a los jefes y oficiales que no comparten por diversas causas nuestra manera de pensar y obrar, para anular su acción presente y destruir su probable proceder futuro;
c) aconsejar, de acuerdo con nuestro conocimiento del medio, la forma de estabilizar el ejército, asegurando una absoluta prescindencia política, fuera del mismo, pero manteniendo una actitud vigilante; al propio tiempo vivir aprestados para proceder instantáneamente y con el máximo de energía si es necesario;
d) extender nuestra doctrina hasta conseguir inculcarla en todo el ejército; luchar incansablemente para ponerla en ejecución desde todo cargo militar con una inquebrantable cohesión de los cuadros"..
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Escudo gou

El GOU, Grupo de Oficiales Unidos1​ o Grupo Obra de Unificación,​ fue una logia u organización secreta3​ argentina de tendencia nacionalista, creada en el seno del Ejército Argentino el 10 de marzo de 1943. Ese mismo año realizó un golpe de Estado al presidente Ramón Castillo, luego de la "Década Infame", y gobernando el país hasta febrero de 1946, con el principal objetivo de mantener la neutralidad de la Nación Argentina durante la Segunda Guerra Mundial y evitar que el movimiento obrero se inclinara hacia la izquierda política.
El escudo del GOU estaba representado por un águila imperial y al centro imagen del General San Martín.

El Grupo obra de unificación se constituyó con el número mínimo de "diez camaradas". "Cada uno de los miembros se encarga de enrolar en la causa por lo menos a cuatro camaradas (jefes u oficiales). Estos constituyen el 'primer escalón', los que a su vez enrolan en la misma proporción y forma a otros, por lo menos cuatro camaradas, que constituyen el 'segundo escalón', y así sucesivamente hasta el 'quinto escalón'. Cada enrolado sólo conoce a su 'camarada de base' con quien se entiende y de quien depende a los efectos de informar y vivir informado. El G.O.U. recibe las noticias por el primer escalón, éste por el segundo así sucesivamente. 

En forma inversa llegan hasta el quinto escalón las informaciones o directivas necesarias. Una vez cerrado el quinto escalón, se tomarán las medidas necesarias para reconocimiento mutuo de todos los escalones entre sí; si es necesario se creará un distintivo especial".

Cada escalón inicial tenía un agente de unión, un agente de informes y un coordinador.

Ramirez - GOU

El presidente de facto Pedro Pablo Ramirez en una reunion con oficiales del GOU. 

Propósitos de la logia

Son obligaciones del enrolado en la Obra:

a) la defensa del ejército;
b) la defensa del servicio;
c) la defensa del mando;
d) la defensa de los cuadros. "Para un militar no debe haber nada mejor que otro militar y la defensa de todos es obligación de cada uno";
e) la defensa contra la política:
"Las derivaciones de la política moderna, con sus avances en el campo social e institucional, han traído como consecuencia la necesidad de que los ejércitos lleguen a penetrar más que la política misma los designios de los políticos, que ponen en peligro la existencia misma del Estado y del ejército'. Una cosa es hacer política y otra cosa es conocerla y prevenir al ejército contra los profundos males que aquélla pueda ocasionar. Tal es la obligación moderna del militar. Con ello se hubiera evitado el comunismo en Rusia y la guerra civil en España. En realidad, en ambas, los jefes y oficiales, como aquí, repetían a menudo: 'Yo no me meto en política' y cerraban consciente o inconscientemente los ojos ante el peligro rojo que debía devorarlos. Hoy es necesario no solo penetrar en los problemas políticos que pueden acarrear las graves perturbaciones que conocemos, sino que es indispensable preparar el ejército para evitarlos a tiempo. Ello se consigue sólo cuando todos los militares, guiados por un solo ideal, compenetrados de una doctrina única y resueltos a obrar con la mayor unidad de acción, se encuentran resueltos a imponer el orden desde el momento en que se prevea su alteración. En nuestro país ya hemos afirmado el concepto de la respetuosidad exagerada a la ley, que nos pone a cubierto de cualquier sospecha política. Ello nos servirá de escudo para obrar en el momento oportuno. Si ese momento llega, al hacerlo es necesario proceder racionalmente: el jefe del ejército decide y nosotros ejecutamos;
f) la defensa contra el comunismo:
"El ejército, en su cuadro de suboficiales y en la tropa, es intensamente trabajado por la propaganda comunista. Se nos prepara una situación similar a la de España. Se impone una reacción intensa y una preocupación constante ante ese problema. Hoy más que nunca los jefes subalternos (compañía, batería, escuadrón) y oficiales de las unidades deben extremar la vigilancia sobre el personal a sus órdenes. Es necesario organizar un servicio secreto en cada unidad para saber lo que se piensa y lo que se dice en cada corrillo. No descuidar este aspecto que, de la mañana a la noche, puede despojar del mando al oficial y con ello poner en peligro su eficiencia y su propia vida. Hay que ser caudillo en la medida necesaria, sin debilidades, pero con un tino especial en el comando. Asegurarse la gente de absoluta confianza y estar listo para obrar con la mayor energía y aun violentamente en un momento dado'. No debe olvidarse jamás que unidos todos los oficiales del ejército, procediendo en forma similar y en el mismo momento, coparemos cualquier situación, por difícil que sea."

Ramírez da lectura a su proclama ante Segundo Storni, Jorge Santamarina, Ismael Galindez, Alberto Gilbert y Diego Mason. En La Nación.

Ramírez da lectura a su proclama ante Segundo Storni, Jorge Santamarina, Ismael Galindez, Alberto Gilbert y Diego Mason. En La Nación.


Se trataba de una doctrina y de una táctica que no había definido hasta allí la Argentina militar inaugurada más o menos abiertamente en septiembre de 1930.

La logia era decisiva para contar con el ejército y para presionar así sobre el gobierno; para presionar sobre el gobierno era necesario contar con el G.O.U.; el que contase con él, tendría en sus manos el gobierno.

Como subsecretario de guerra, Perón hizo de su despacho una base de operaciones con miras al poder político. Invitó a un grupo numeroso de jefes revolucionarios: reconoció que el G.O.U. no había tenido ninguna participación directiva en el movimiento revolucionario, pero que era innegable que había colaborado, creando el clima para el movimiento entre los militares. Invitó a los concurrentes a inscribirse en el G.O.U. para que fuese el celoso mentor de la revolución. Y hubo efectivamente muchas adhesiones.

Desde entonces las reuniones fueron periódicas; se examinaban en ellas las decisiones del gobierno, se proponían otras, se redactaban decretos que luego se sometían a la firma de las autoridades revolucionarias. El 14 de junio de 1943 se resolvió que se suprimiese lo de Provisional del acta de constitución del gobierno revolucionario, decisión que fue confirmada por un decreto.

La influencia del secretario de guerra en el G.O.U. fue dominante y se produjo una reacción contra ella en ciertos ambientes castrenses. En una entrevista, en noviembre de 1943, con un redactor de El Mercurio de Chile, Perón expresó que el ejército argentino contaba con 3.600 oficiales combatientes, en servicio activo, y que con excepción de unos 300, dijo, estamos juramentados. Y agregó: los oficiales que no pertenecen a nuestra unión no nos interesan.

En una reunión del G.O.U., el 31 de diciembre de 1943, se le reconoció virtualmente como un centro de acción personal en nombre del G.O.U. y pudo disponer de la publicidad radial para sus planes.