La relación entre la electricidad y el magnetismo tiene muchas aplicaciones interesantes: instrumentos de medida como el amperímetro, voltimetro o multímetro, transformadores y también los motores eléctricos..
El principio básico de funcionamiento de estos aparatos es muy sencillo. Están formados por una o varias espiras que llevan acoplada una aguja imantada. La espira está inmersa en el campo magnético creado por un imán. Cuando el circuito está abierto, no pasa corriente por el aparato y la aguja imantada señala el cero de la escala.
Cuando hay corriente eléctrica, las cargas recorren una espira. En este caso, como la espira está inmersa en el campo magnético creado por el imán, gira y la aguja imantada se desplaza sobre una escala . Si la corriente eléctrica es mayor , el desplazamiento de la aguja imantada será más acusado.
El dispositivo anterior constituye un galvanómetro. Luego, según cuál sea la magnitud que se pretende medir, se acopla una resistencia en serie (funcionamiento como voltímetro) o una resistencia en paralelo (funcionamiento como amperímetro) con el galvanómetro, de manera que la lectura indicada por la aguja imantada sea la diferencia de potencial (en este caso tenemos un voltímetro) o la intensidad de corriente (amperímetro).
También hay dispositivos, llamados polímetros, que pueden medir distintas magnitudes. En ellos existe una palanca o selector para elegir el tipo de magnitud que queremos medir: intensidad de corriente o diferencia de potencial.
Amperímetro
El amperímetro debe conectarse en serie en el circuito. Para no falsear la medida, debe tener una resistencia eléctrica interna muy pequeña. Hay que prestar atención a la colocación de estos aparatos de medida. Si colocamos un amperímetro en paralelo, puede llegar a estropearse, pues, como su resistencia es muy pequeña, la intensidad de corriente en él será más elevada.
Voltímetro
El voltimetro debe conectarse en paralelo en el circuito. Para no falsear la medida, debe tener una resistencia eléctrica intema muy grande. De esta manera, por la rama del voltímetro la intensidad de comente será muy reducida.
Los circuitos electrónicos suelen utilizar tensión continua, con valores comprendidos entre 3 y 25 V, para lo cual basta conectar a los mismos baterías o pilas que proporcionen dicho tipo de tensión.
La mayoría de los aparatos electrónicos disponen a menudo de la posibilidad de ser enchufados a las tomas de corriente alterna cuyo valor eficaz es de 220 V. Esto significa que se necesita un dispositivo que reduzca este último valor a una magnitud de tensión inferior, semejante a la que nos proporcionaría una pila o batería. El dispositivo encargado de esta conversión en los valores de la tensión es el transformador. Su funcionamiento se basa en las propiedades que presentan las bobinas.
El transformador de tensión eléctrica consta de un núcleo ferromagnético, constituido por chapas de hierro que forman un bloque compacto, en el que se enrollan dos bobinas o devanados independientes.
Si se aplica una tensión eléctrica V1 al primario, que dispone de un número de vueltas o espiras N1, y se induce una tensión V2 en el secundario, cuyo número de espiras es de N2, se cumple la siguiente relación:
Se denomina relación de transformación m a la relación de tensiones entre el primario y el secundario. También se puede expresar en función del número de espiras de los devanados.
La expresión N2/N, es conocida como relación de transformación.
En general, los transformadores que usamos en casa son reductores: el voltaje de salida es menor que el de entrada (220V).