La provisión de energía, es uno de los fundamentos necesarios para la localización industrial. Nuestro país cuenta primordialmente con centrales termoeléctricas e hidroeléctricas, cuya construcción y el establecimiento del lago, consecuencia del embalse del curso fluvial, dan cobertura a las necesidades energéticas y a la ampliación de las áreas de riego donde fuese necesario.
Entre todas las centrales térmicas instaladas, cabe mencionar Central Neuquén, construida con capitales privados, a 85 km de Loma de la Lata, Neuquén, inaugurada el 23 de Agosto de 1994, con una capacidad de generación anual de 375 MW (similar a la planta nuclear Atucha I), compuesta por tres turbogeneradores alimentados a gas. La central es de última tecnología, una de las más modernas del mundo, con operación automatizada. Una empresa privada también está construyendo una central térmica de ciclo combinado de 660 MW, el módulo más grande en su tipo en América, ubicada en Cañuelas, Buenos Aires. Estará en funcionamiento en 1998 y generará más de la mitad de energía que El Chocón.
Las centrales hidráulicas se hallan distribuidas principalmente en el Oeste del territorio, siendo las más importantes: El Chocón (sobre el río Limay), con una potencia instalada de 1.320 MW y una producción anual de 3.620 de GW/hora; Planicie Banderita (en el río Neuquén) con una potencia instalada de 450 MW y una producción de 1.500 de GW/h; Futaleufú (sobre el río homónimo en la provincia del Chubut), con una potencia instalada de 448 MW y una producción de 2.600 de GW/h; el Complejo Alicopá en las provincias del Neuquén y de Río Negro, donde en algunas de sus obras ya comenzaron a funcionar las turbinas como en Alicurá (en el río Limay), inaugurada el 16 de mayo de 1984, con una potencia instalada de 1.000 MW y en Piedra del Águila (sobre el mismo río), cuya primera turbina comenzó a funcionar el 10 de Mayo de 1993, es la mayor central hidroeléctrica en operaciones, con una potencia instalada de 1.400 MW y una generación anual de 5.500 GW/h.
De las numerosas centrales construidas en el país, cabe mencionar también las del Nihuil, Agua del Toro, El Carrizal y Los Reyunos en Mendoza; Cabra Corral (Grl. Belgrano) en Salta; Río Tercero, Los Molinos y Cruz del Eje en Córdoba; Quebrada de Ullún inaugurada en 1980, en San Juan; Escaba y El Cadillal en Tucumán; Río Hondo y Los Quiroga en Santiago del Estero; Las Pirquitas en Catamarca; Potrero de Funes y La Florida en San Luis; Las Maderas en Jujuy y Florentino Ameghino en Chubut, entre otras.
De los complejos hidroeléctricos binacionales, ya en funcionamiento, se destacan Salto Grande sobre el río Uruguay, inaugurado en 1979, con una generación de 6.900 GW/h de energía media anual; y Yaciretá sobre el Paraná, con una potencia instalada de 4.050 MW y una capacidad de producción de 19.000 GW/h anuales, habiendo comenzado a funcionar la primera de sus turbinas de 135 MW el 2 de Setiembre de 1994.
Además de proveer energía, con esta obra se mejorará la navegabilidad del Paraná, pues la exclusa de navegación vecina a la represa permite el paso aguas arriba de la presa (de 66,4 km de extensión y un salto de agua de 24 m), de trenes de empuje y de embarcaciones de hasta 12 pies de calado (3,66 metros). La superficie del lago a formarse será de 1.600 km², con 342 km de longitud, un ancho máximo de 21 km, 35 m de profundidad y una cota final de 83 metros. Las turbinas irán entrando en producción cada 72 días y, cuando en 1998 las 20 turbinas del complejo entren a funcionar a pleno, la Argentina podrá contar con 2.700 MW de nueva energía conectada a la red energética.
La primera etapa de interconexión con el Sistema Interconectado Nacional de la Argentina, comprendió la instalación de una línea de transmisión de 500 kw entre Yacyretá y Resistencia (280 km), con dos estaciones transformadoras: Rincón de Santa María, en Ituzaingó, Corrientes y Resistencia, en Chaco. El segundo sistema licitado en Octubre de 1994, incluye el tendido de dos líneas de 500 kw que unirán Rincón Santa María con la central de Salto Grande y con Posadas, ubicándose dos estaciones transformadoras: una a la salida de Yaciretá y la otra, en el acceso a Salto Grande. Posteriormente habrá líneas entre Clorinda, Formosa y la ciudad paraguaya de Guarambaré; las redes se vincularán además con la presa paraguaya de Acaraí y las de las centrales térmicas del Noroeste argentino.
Otras obras están en construcción como Corral de Piedra y Pichi Picún Leufú; además existen varios proyectos de gran envergadura todavía no llevados a cabo, como el de Iberá; Paraná Medio, Corpus e Itatí Itacorá sobre el río Paraná; Los Caracoles, El Tambolar y Punta Negra, todas sobre el San Juan; Garabí, Roncador y San Pedro sobre el río Uruguay, entre otros. Las obras del Paraná Medio comprenden dos cierres: en Machuca Cué o Patí al Norte de la ciudad de Esquina y en la isla Chapetón, cerca de la ciudad de Paraná; y las presas laterales complementarias;. Se desarrollaría en unos 630 kilómetros y su conclusión permitirá una recuperación para la agricultura de alrededor de 500.000 hectáreas, a las que se suman 200.000 incorporadas mediante la irrigación, ampliar el calado para la navegación de ultramar, efectuar un control de crecidas, facilitar las comunicaciones, el turismo y los deportes, además de la generación de energía eléctrica de unos 36.000 MW anuales.
Esta obra se complementará con el proyecto Complejo Iberá que considera transformar la laguna y sus esteros aledaños, en un lago de 15.000 km² conectado al Norte con la represa de Yaciretá y al Sur, realizadas las obras en los ríos Corrientes, Miriñay y Aguapey, a los sistemas de Paraná Medio y Salto Grande, permitiendo recuperar casi tres millones de hectáreas de tierras aptas para la agricultura.
Por otra parte, es prioritaria la realización del proyecto Complejo Bermejo: en la Alta Cuenca del Bermejo, al Norte de Orán, se emplazaría la represa de Zanja del Tigre cuyo lago llegaría hasta Tarija en Bolivia, convirtiéndolo en puerto de ultramar; desde Pichanal se construirían dos canales artificiales con esclusas: el Lateral del Bermejo de 728 km, que desembocaría a la latitud de Resistencia y el de Santiago del Estero de 930 km, que lo haría al Norte de la ciudad de Santa Fe. Este proyecto prevé un conjunto de represas reguladoras argentinas y binacionales, entre ellas pueden mencionarse Pescado, Mojotoro, Vado Hondo y Arrazayal, con lo que el total de las obras permitirá generar energía eléctrica superior a la de El Chocón, incorporación de más de un millón de hectáreas bajo riego, provisión de agua potable, regulación de sedimentos y control de crecidas y la vinculación fluvial de Bolivia y la región del Noroeste con el litoral paranaense y el Atlántico.
Uno de los puntos básicos del Mercosur es el de la interconexión de sus sistemas de generación de electricidad, por lo que desde Setiembre de 1994 las estaciones generadoras de la Argentina y Uruguay operan dentro de un sistema único, administrando conjuntamente la generación de 11.000 MW. De igual modo se efectuó en Octubre del mismo año, la conexión de líneas entre las ciudades de Paso de los Libres y Uruguayana, que requirió la instalación de una planta transformadora para adaptar los diferentes tipos de electricidad que producen argentinos y brasileños.
También nuestro país cuenta con energía eléctrica provista por las centrales atómicas de Atucha I en la provincia de Buenos Aires, inaugurada el 20 de Marzo de 1974, y la de Río Tercero en la provincia de Córdoba, inaugurada el 3 de Mayo de 1983, existiendo otra central en construcción, Atucha II en Buenos Aires. En 1994 las usinas atómicas en operación fueron agrupadas en la empresa Nucleoeléctrica S.A., para su posterior privatización; asimismo, las obras de Atucha II deberán ser concluidas por los adquirentes de dicha empresa.
De acuerdo al proceso de privatización implementado por el gobierno nacional, desde 1992 pasaron a manos privadas numerosas centrales térmicas e hidroeléctricas (en concesión a 30 años), entre ellas Alicurá, Cerros Colorados, El Chocón, Piedra del Águila y Futaleufú; así como la red de distribución energética.
Tras la privatización de las centrales que construyó y administró Hidronor, la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, pasó a encargarse del uso, aprovechamiento y preservación de la región bañada por los ríos Limay, Negro y Neuquén, en particular lo referente a la determinación de la cantidad de agua que deben tener acumulada los embalses para la generación eléctrica.
Dentro de las fuentes de energía no convencionales, aunque su conocimiento y cuantificación se encuentran en las primeras etapas, se han realizado estudios y puesto en marcha algunos proyectos para su futura utilización a escala comercial. Los investigaciones para la explotación de la energía mareomotriz se han realizado en función de la amplitud de mareas existentes en las costas patagónicas, donde las zonas más apropiadas son Puerto Santa Cruz, Río Gallegos, Cabo Vírgenes, y particularmente la península Valdés, sobre cuyo aprovechamiento existe un proyecto del año 1928 para la instalación de una central en el golfo San José, complementado con proyectos posteriores de utilización del istmo Florentino Ameghino, o la represa única de doble marea en golfo Nuevo, cuya producción conjunta podría superar los 46.200 millones de Kw/h.
Debe mencionarse la utilización de energía geotérmica de las fuentes termales de Bahía Blanca, con fines industriales en varios establecimientos frigoríficos, peladeros de pollos, lavaderos de lana y secado de pastas alimenticias; aunque el aprovechamiento más importante lo constituye la instalación de una central de generación geotérmica en la zona de las termas de Copahue, en la provincia del Neuquén, inaugurada en 1989, siendo la primera del país de este tipo.
Dentro de la explotación de la energía eólica, además de los usos de carácter doméstico en las zonas rurales; los estudios realizados consideran como áreas factibles de utilización las ubicadas en la costa bonaerense y la región al Sur del río Colorado. En Febrero de 1990 fue inaugurado un parque eólico en Río Mayo, provincia del Chubut, con cuatro molinos de 30 kw cada uno, ejecutado por el Centro Regional de Energía Eólica, en el marco de un plan eoloenergético cuyas primeras experiencias se realizaron en la población de Yala Laubat, con la finalidad de sustituir el uso del petróleo. El 19 de Enero de 1994 se formó el Parque Eólico Comodoro Rivadavia, también en Chubut, en terrenos del cerro Arenales al Oeste de la ciudad, con la puesta en marcha de dos molinos de viento, los más grandes de América del Sur en esa fecha y un tendido de cables de cuatro kilómetros que vincula al lugar con el circuito urbano.
El rango de los vientos aprovechables va de los 14 a los 90 km por hora. Una brisa no mueve las aspas y ante un tornado, cada artefacto se detiene dirigido automáticamente por una computadora. Los molinos comienzan a tener buen rendimiento cuando el viento es del orden de los 50 km/h; en esas condiciones logran una potencia de 200 a 250 kw/h. Un año después de instalados, uno de estos aerogeneradores batió el récord mundial de producción en su tipo, habiéndose contabilizado 1.011.400 kw/hora/año.
También en Cutral-Có, provincia del Neuquén, funciona desde Octubre de 1994, un generador de 400 kw; y otro similar en Punta Alta, provincia de Buenos Aires, habilitándose en Marzo de 1995, un molino de las mismas características en Tandil. En Pico Truncado, Santa Cruz, se proyecta construir la "granja" eólica más grande de América Latina, mediante la instalación de 10 aerogeneradores de 20 a 100 kw, con una producción de energía de 1 MW libre de polución. La energía generada por este emprendimiento será volcada al Sistema Interconectado Regional.
Finalmente los aprovechamientos de la energía solar comprenden además de los de uso domiciliario en el Norte del país, mediante calefones solares con termotanques; la aplicación en alambrados para el campo; los acumuladores de energía solar convertida, con utilización múltiple; y el alumbrado en algunos complejos habitacionales, la planta experimental de bombeo solar, instalada en la localidad de El Balde, departamento Jáchal de la provincia de San Juan, inaugurada el 12 de Noviembre de 1986 y el aprovechamiento realizado en la provincia de Jujuy, correspondiente a una escuela en la localidad de Casa Grande, departamento de Humahuaca, donde inauguraron el 4 de Diciembre de 1987, el sistema de provisión de energía a través de paneles solares.
Los avances en la utilización de este tipo de fuente de energía se han materializado también, desde 1991, en la localidad de San José, departamento Lavalle, provincia de Mendoza; y en el proyecto experimental impulsado por el gobierno de San Juan en colaboración con el de Alemania, la Universidad de San Juan y el INTA, mediante un sistema de paneles fotovoltaicos instalado en Setiembre de 1994 en las 12 viviendas, la escuela y la capilla de la localidad sanjuanina de Balde de Leyes, Departamento Caucete, a 165 kilómetros de la capital provincial. El plan piloto se extiende al pueblo de Laguna Seca, donde se colocaron cinco paneles, dos baterías, nueve lámparas de bajo consumo y tres bocas de alimentación para televisión, videocasetera y equipo de audio, destinado a la escuela Autonomía República Argentina, que atiende la educación de 87 personas.