Illia fue víctima de una campaña de desprestigio encabezada por las revistas semanales, de claro perfil político cultural, que homologaron al mandatario como la tortuga y desembocaron en un golpe de Estado contra un jefe de Estado democrático poniedo en el poder al general golpista Juan Carlos Onganía catalogado como el Mesías o el Moisés.
La revistas del momento Primera Plana, Confirmado, Todo, entre otras eran calificadas como sofisticados bienes culturales, fueron la gran novedad periodística de la época y dominaron el mercado hasta los primeros años '70.
En diciembre de 1965, Primera Plana presentó a Illia como un viejo ajado, inútil y lento, con una paloma en la cabeza y a punto de cortar un pan dulce. El epígrafe decía: "¿Y si les digo que tampoco sé cómo cortar un pan dulce?".
En otra viñeta del mismo número, el presidente apareció como una tortuga diciendo "¿Qué apuro hay?". Desde entonces, la figura de Illia quedó asociada a una tortuga.
En otras entregas calificaron a Onganía como el "Mesías" o el "Moisés" y descalificaban la gestión radical bajo el título de "Presidente Illia: dos años perdidos".
La revista Confirmado apareció el 7 de mayo de 1965 y en una de las principales notas de la semana estuvo el siguiente título: "AI: el señor presidente". La abreviatura de Arturo Illia era una interjección de dolor, metáfora que intentaba señalar el supuesto daño que su acción de gobierno le producía al país.
El semanario Todo, de Bernardo Neustadt, también fue parte de las revistas que trabajaron para el desprestigio de Illia con un estilo directo, sin eufemismos, tratando de llegar al hombre común.
Los semanarios trajeron una gran novedad periodística al mercado, agregaron calidad informativa y cultural. A las preguntas clásicas del periodismo (qué, cuándo, dónde, cómo y quién) sumaron otras dos que dieron sustento al éxito: "por qué sucedió" y "para qué sirve".
En 1966, Primera Plana logró un promedio de venta de 50 mil ejemplares por semana. Y en el número del día del golpe de Estado, la tapa presentó la imagen de tanques de guerra y las palabras "¿Quiénes SI/NO quieren el golpe?"
Los años '60 en la ciudad de Buenos Aires estuvieron muy marcados por la cultura, en especial por lo que producía el Instituto Di Tella, fundado por los hermanos Guido y Torcuato, cuya influencia entre los intelectuales y en los medios periodísticos fue notorio y determinante. Toda la movida del Di Tella sucedió en la llamada "manzana loca", ubicada entre las calles porteñas Esmeralda, Charcas, Paraguay, Viamonte y Florida. El Di Tella había sido fundado el 22 de julio de 1958.
“Primera Plana” cumplió un rol importante en el proceso de “desestabilización” del gobierno democrático del Dr Arturo Humberto Illia, cuyo mandato concluyó en 1966, con un golpe de estado protagonizado por el General Onganía. Esta revista apareció ininterrumpidamente entre el 13 de noviembre de 1962 y el 4 de agosto de 1969. En 1966 en los meses previos al golpe militar alcanzó un promedio de venta de 50.000 ejemplares.
El 28 de Junio de 1966, el gobierno de Arturo Illia era derrocado por un golpe militar que instauró la dictadura de la llamada “Revolución Argentina”. E general Juan Carlos Onganía asumió como presidente de facto. En los meses previos, un amplio sector del periodismo se había abocado a un trabajo de demolición de la gestión de Illia. El semanario Primera Plana llegó al extremo de publicar una “encuesta de opinión” sobre hasta dónde era deseable el derrocamiento del gobierno. Con el título “¿Quienes quieren el golpe?”, este sondeo fue publicado el mismo día de la asonada.