Clamor electoralista y reforma Constitucional

Los partidos opositores al yrigoyenismo, que respaldaron el movimiento del 6 de septiembre, inmediatamente después de la constitución del gobierno provisional, concordaron en el clamor de una pronta convocatoria electoral; coincidieron en esa reivindicación los conservadores de la provincia de Buenos Aires, los socialistas independientes, los antipersonalistas de Entre Ríos, Catamarca, Corrientes, Santa Fe, Santiago del Estero; los bloquistas de San Juan, el partido liberal y el autonomista de Corrientes, la Unión provincial de Salta, los liberales de San Luis, la Defensa provincial de Tucumán, los demócratas de Córdoba; todos ellos formaron una Federación nacional democrática, que reclamó una participación en la vida política en todos los niveles.


El general Justo dimitió sus funciones de comandante en jefe del ejército quince días después de su nombramiento y en seguida se agitaron los partidos políticos para propiciar su candidatura presidencial, habiendo pasado a disponibilidad automáticamente.

Uriburu respondió en un manifiesto del 1º de octubre a ese clamor:

"La impaciencia de determinadas agrupaciones políticas y, sobre todo, el hecho de que se invoquen compromisos que no hemos contraído y palabras que no hemos pronunciado, nos deciden a romper el silencio y a interrumpir, por un instante, la primera y más urgente de las tareas que el país reclama: la reorganización de la administración pública . . Si el gobierno de la revolución se limitase a sustituir hombres en el poder, es seguro que recogería el aplauso de los partidos beneficiados, pero la revolución no se ha hecho para cambiar valores electorales. Colocados por encima de los partidos, tenemos un pensamiento político que no pretendemos imponer, pero que estamos en el deber de hacer público, para que se lo considere y se lo discuta . No consideramos perfectas ni intangibles ni la Constitución ni las leyes fundamentales vigentes, pero declaramos que ellas no pueden ser reformadas, sino por los medios que la misma Constitución señala . . Creemos que es necesario que la Constitución sea reformada, de manera que haga posible la armonización del régimen tributario de la Nación y de las provincias, la autonomía efectiva de los estados federales, el funcionamiento automático del Congreso, la independencia del poder judicial, y el perfeccionamiento del régimen electoral, de suerte que el pueda contemplar las necesidades sociales, las fuerzas vivas de la Nación. Consideramos que cuando esos intereses puedan gravitar de manera efectiva, no será posible la reproducción de los males que ha extirpado la revolución. Cuando los representantes del pueblo dejen de ser moralmente los representantes de los comités políticos ocupen las bancas del Congreso, obreros, ganaderos, agricultores, profesionales, industriales, etc., la democracia habrá llegado a ser entre nosotros algo más que una bella palabra. Pero será el Congreso elegido por la ley Sáenz Peña quien declarará la necesidad y extensión de las reformas, de acuerdo con lo preceptuado en el artículo 30 de la Constitución nacional".

El diario La Nación comentó el manifiesto: "La evidente finalidad que persigue consiste en auspiciar las modificaciones constitucionales que medita, entre las cuales menciona el perfeccionamiento del régimen electoral, de suerte que él pueda contemplar las necesidades sociales, las fuerzas vivas de la Nación. Su preocupación por esa obra es tan grande que no se decide a dejarla librada al patriotismo del Congreso y de un poder ejecutivo que no sea de facto. La elección del presidente constitucional será diferida para después de la discusión de las reformas.

"Ese procedimiento no es el que se esperaba. No basta que el gobierno provisional asegure que acatará las resoluciones del Congreso, porque lo considerara el depositario de la soberanía nacional. Lo que esperaba el pueblo es que el gobierno emanado de la revolución que puso término a un régimen funesto, 'restituyese a la República la normalidad institucional, convocando a elecciones para constituir el Poder ejecutivo y el legislativo, y no únicamente este último.

"Según se ve, la declaración que ha hecho a este respecto el gobierno provisional suscita objeciones que deben ser consideradas."