Partida de Urquiza para Santa Fe.

Urquiza tenía prisa por la reunión del Congreso constituyente de Santa Fe y se dispuso a partir para la inauguración del mismo. En elecciones realizadas por Urquiza en Palermo, en medio de la indiferencia pública, fueron electos diputados constituyentes de Buenos Aires Salvador María del Carril, sanjuanino, y Eduardo Lahitte, oriental, sin duda algunos nombramientos viciados de nulidad y de ilegalidad. 

Banquete en el Club del Progreso

Pero estaba en su modo de ser y así procedía en Entre Ríos, sin admitir ninguna oposición. Una comisión de hacendados, en su mayoría descontentos, ofreció a Urquiza un banquete de despedida en el Club del Progreso, en vísperas de su salida para Santa Fe. En esa oportunidad pronunciaron brindis Urquiza mismo, Baldomero García, Luis J. de la Peña, Tomás Guido, José María Roxas, Francisco Pico, Elías Bedoya, Bernardo de Irigoyen, José Benjamín Gorostiaga y otros. Pero en ese banquete de despedida no estaban hombres representativos de la opinión pública porteña como Mitre, Valentín Alsina y muchos otros.

Nombramiento de gobernador a Galán

El 5 de setiembre prestó juramento como gobernador provisional delegado el general José Miguel Galán, su ministro de guerra y marina. No era el hombre adecuado para ese cargo en aquellas condiciones, cuando hacía falta mucho tacto y habilidad para sortear los escollos. Pudo haber recurrido Urquiza a amigos porteños más calificados e influyentes, pero no lo hizo. Desde el 3 de febrero se habían producido ocho cambios de gobierno en Buenos Aires. Rodeado de personas que no sabían captar los signos de la realidad viva, Urquiza partió tranquilamente para Santa Fe el 8 de setiembre.

Buenos Aires se irritó por la designación del general Galán como gobernador provisional delegado y eso, unido a todo lo demás: la cuestión del acuerdo de San Nicolás, la suspensión de la Sala de representantes y de la prensa libre y los numerosos motivos de fricción y de desconfianza que fueron apareciendo, llevó al levantamiento del 11 de septiembre, preparado con la mayor reserva y circunspección bajo la inspiración de un jefe acreditado como Valentin Alsina.