Los antecedentes de SOMISA son la creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares en 1941 y el descubrimiento de yacimientos de hierro en Jujuy, sobre los que más tarde se levantó el complejo Altos Hornos Zapla (a cargo del Estado a través de la DGFM), que inicia la producción de arrabio en 1945. A partir de la década del ‘40, en el contexto de la posguerra, una fracción del Ejército impulsaba la idea de la producción de material bélico propio mediante la creación de una fábrica de acero en el país.
En 1946, el general Manuel Savio presentó un proyecto de ley estableciendo el Plan Siderúrgico Nacional, que entre otros puntos creaba la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (SOMISA).
La ley fue aprobada y promulgada en junio de 1947 con el número 12.987 en esta ley se disponía la creación de una compañía mixta bajo control militar con un capital de 100 millones de pesos, el 80 por ciento del cual sería suministrado por el Estado.
El objetivo inicial era una planta siderúrgica que estaría en actividad hacia 1951, con una capacidad de producción anual de 300 mil toneladas de hierro y productos terminados de varios tipos, inclusive acero laminado.
El objetivo del Plan Siderúrgico Nacional era que el Estado concentrara la producción de acero, los empresarios debían abocarse a desarrollar la industria laminadora, que efectivamente incrementó su capacidad instalada durante aquellos años. Recién a partir de 1952, en un contexto de escasez de divisas, las dificultades para importar los insumos básicos para la producción metalúrgica y siderúrgica,[cita requerida] provocaron que la construcción de SOMISA se convirtiera en una prioridad de la política oficial.
En ese contexto, en la década de 1950, precisamente en la Ciudad de Córdoba, comenzaron a instalarse grandes fábricas metal-mecánicas, para la producción de motores, automotores, locomotoras y aviones. Entre ellas se encuentran la fábrica Fiat (1955), IKA (Industrias Kaiser Argentina- 1955) y la transformación de la Fábrica Militar de Aviones en I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) y luego en DINFIA (Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas).
La puesta en funcionamiento de la planta de SOMISA se realizó en julio de 1960 durante la presidencia de Arturo Frondizi, en el contexto de la denominada batalla del acero. Un año después, el Poder Ejecutivo Nacional sanciona un decreto promoviendo las inversiones privadas en la actividad siderúrgica, abriendo el campo de la elaboración del acero a la industria privada.
La Planta General Savio, tal como fue concebida originalmente y construida en su primera etapa, y que quedó esencialmente completada en 1962/63, tenía una capacidad de producción de 632.000 t/a de acero líquido, equivalente a 450.000 t/a de productos para la venta.
El complejo siderúrgico SOMISA, se comenzó a construir en el segundo gobierno de Perón, pero la gran mayoria de este alto horno se termino en el gobierno desarrollista de Frondizi en 1960.