Un 27 de junio de 1827 como consecuencia del tratado de paz firmado con el imperio del Brasil, en el que después de una aplastante victoria argentina nuestro país se colocaba en calidad de vencido, la opinión pública reaccionó violentamente en contra del gobierno de Rivadavia, además de los problemas económicos por la situación económica , a eso se sumaba también la acusación contra Rivadavia por el asunto de las compañías mineras. Todo lo cual obligó a que Rivadavia presentara su renuncia al cargo de Presidente de la Nación ante el Congreso que lo había designado, el que la aceptó tres días después.
El 5 de julio de 1827 Vicente López fue designado presidente provisional de la República, que al comienzo no quiso admitir el nombramiento y luego fue persuadido, y prestó juramento el 7 de julio. Rivadavia le hizo entrega del mando y se retiró de la función pública y de toda actuación política, y más tarde abandonó el país para siempre.
Vicente López designó ministro de la guerra al coronel mayor Marcos González Balcarce y de hacienda a Tomás Manuel Anchorena; comandante general de milicias de la campaña fue designado Juan Manuel de Rosas.
Se realizaron elecciones de diputados de la provincia de Buenos Aires para constituir nuevamente la Junta de representantes y ésta volvió a instalarse el 9 de agosto en la antigua sede, ocupada por el Congreso nacional.
Tras el escándalo por las negociaciones inciciadas con el Imperio del Brasil con la finalidad de culminar la Guerra del Brasil, Rivadavia renunció a la presidencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. En su lugar fue electo Vicente López y Planes, que firmó la inevitable disolución del Congreso General y llamó a elecciones en la Provincia de Buenos Aires.