Nació el 14 de febrero de 1898 en la ciudad de Corrientes. Fue
hijo del naturalista Pedro Scalabrini, nacido en Italia, quien dirigió el museo
de la ciudad de Paraná(provincia de Entre Ríos). Su madre, Ernestina Ortiz, era
oriunda de la provincia de Entre Ríos, proveniente de una familia de origen
vasco con presencia desde la época de la conquista.
Estudió en la Facultad de Ciencias Exactas y se dedicó a la
ingeniería en Buenos Aires se vinculó al enfrentamiento literario de los grupos
Boedo y Florida.
Por temperamento y formación estaba más cerca de la gente de la revista "Martín Fierro", del grupo Boedo. Su primera publicación fue una colección de cuentos breves reunidos en el libro La Manga en 1923.
En 1924 se vinculó a la revista literaria Martín Fierro, dirigida por Evar Méndez. Fue periodista en "La Nación", "El Mundo" y "Noticias Gráficas", además de fundar y dirigir el diario "Reconquista"
En 1931 publicó El hombre que está solo y espera, con el que
obtuvo reconocimiento de los círculos intelectuales y el Premio Municipal.
Luego de este reconocimiento, se dedicó de lleno a la investigación
socioeconómica e histórica nacional. Toda su obra estará relacionada con estas
investigaciones.
También destacó como ingeniero y diseñador ferroviario, habiendo
realizado varios prototipos de locomotora de alta velocidad y perfil
aerodinámico. Desgraciadamente, esos proyectos no llegaron a contar con el
apoyo institucional.
Formó parte, junto con otros intelectuales, de la revolución
radical yrigoyenista de enero de 1933, dirigida por el teniente coronel
Gregorio Pomar. Después de la derrota, Scalabrini fue desterrado a Europa.
Desde allá, aclaró aún más su visión sobre el grado de sometimiento de la
Argentina a Gran Bretaña, al descubrir que los diarios en Italia y Alemania se
referían a la Argentina como una colonia del Imperio británico.
En Europa comenzó a publicar sus primeros ensayos sobre la
cuestión nacional y el imperialismo británico, en el Frankfurter Zeitung, uno
de los pocos periódicos democráticos en la Alemania de ese tiempo, y el único
que no llegó a estar totalmente controlado por el Gobierno nazi.
En 1934, con 36 años, regresó a la Argentina, y se aproximó a la
FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Juventud Argentina), de Arturo
Jauretche (32), Gabriel del Mazo (35), el militar Luis Dellepiane (68), Homero
Manzi (26), Darío Alessandro y otros, aunque mantuvo su independencia (se
afiliará recién en 1940, cuando la agrupación se separó del Partido Radical).
Como parte de su acción dentro del movimiento escribirá y publicará numerosos
estudios en los Cuadernos de FORJA.
Dio numerosas conferencias sobre temas relacionados con la
dependencia argentina y sobre cómo se mueven los hilos del poder económico del
país. Su tema principal serán los ferrocarriles ingleses, los que considera
claves para el funcionamiento colonial:
Los rieles del ferrocarril] son una inmensa tela de araña
metálica donde está aprisionada la República.
Scalabrini Ortiz
En 1939, durante la segunda guerra mundial, fundó el periódico
Reconquista, desde el cual apoyó la neutralidad de Argentina durante la
conflagración, y planteó las bases para aprovechar la coyuntura con el fin de
liberar y construir el país. Debido a dificultades económicas, luego de 41
días, decidió cerrarlo.
En 1940 publicó dos libros: Política británica en el Río de la
Plata e Historia de los ferrocarriles argentinos.
En 1943, por diferencias con las posturas respecto de la
revolución del 4 de junio del GOU (Grupo Oficiales Unidos) renunció a la FORJA,
que había apoyado el levantamiento. Scalabrini Ortiz acompañó el inicio y el
ascenso del peronismo en esos tiempos, incluso llegó a presentarle a Juan Domingo
Perón varios trabajos sobre la nacionalización del ferrocarril aunque nunca
aceptó cargos del Gobierno y siempre se mantuvo alejado y crítico del partido:
Hay muchos actos y no de los menos trascendentales de la
política interna y externa del general Perón que no serían aprobados por el
tribunal de ideas matrices que animaron a mi generación. [...] En el
dinamómetro de la política esas transigencias miden los grados de coacción de
todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses
y de sus conveniencias. [...] No debemos olvidar en ningún momento
―cualesquiera sean las diferencias de apreciación― que las opciones que nos
ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el
general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general
Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón fortifica a Pinedo, en
cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de
pensar ajeno y opuesto al pensamiento vivo del país
Scalabrini Ortiz
Estuvo en contra del derrocamiento de Perón en 1955 y fue un
ferviente opositor de la Revolución Libertadora, en la que veía el retorno al
poder de las oligarquías que se beneficiaban de la dependencia económica de la
Argentina. Desde la revista Qué! criticó las medidas del gobierno que
consideraba un retroceso.
Carta de Perón a su viuda
Enviada a Mercedes Comaleras, viuda de Scalabrini, desde Ciudad
Trujillo, con fecha 5 de julio de 1959:
"Mi estimada Señora:
A pesar de haber encargado a algunos de mis compañeros que me
hicieran espiritualmente presente en el acto de sepelio de su ilustre esposo,
deseo hacerle llegar mi homenaje, mi recuerdo y mi más sentido pésame por la
desaparición de este gran argentino.
Los que hemos luchado por los ideales que inspiraron la vida de
Scalabrini Ortíz no podremos olvidarlo, como no lo olvidarán las generaciones
de argentinos que escucharon sus enseñanzas y lucharán por hacerlas triunfar en
el tiempo y en el espacio.
Dios ha de acogerlo en la gloria que su gran espíritu conquistó
y nosotros hemos de honrar su memoria y amistad.
Le ruego quiera aceptar, con la expresión de mi mayor afecto, mi
más afectuoso saludo y consideración".
Juan Domingo Perón
Apoyó una salida democrática frente a la dictadura
autodenominada Revolución «Libertadora», que en septiembre de 1955 derrocó a
Perón, proscribió su movimiento, intervino la CGT (Confederación General del
Trabajo), persiguió a los peronistas, y hasta prohibió todo tipo de mención de
términos o frases vinculadas al peronismo.
El 13 de noviembre de 1955 se produjo un golpe dentro del golpe:
el general Aramburu reemplazó a su colega Eduardo Lonardi y endureció todavía
más la persecución política al peronismo.
Dirigió el diario El Líder, que fue inmediatamente clausurado
por la dictadura de Aramburu. Scalabrini publicó un nuevo periódico, El
Federalista, que también tuvo una corta vida.