El componente predominante en la atmósfera es el gas nitrógeno (N2), elemento muy poco reactivo químicamente. Solo existen dos vías para que ese nitrógeno sea aprovechable por la biosfera: la fijación abiótica, que se produce con los rayos, y la fijación biótica, por bacterias, unas que viven libres y otras que lo hacen en simbiosis con plantas, sobre todo leguminosas. En total, la fijación solo representa el 12% del nitrógeno necesario para la producción primaria del conjunto de la biosfera. El resto se obtiene con el reciclado del nitrógeno presente en la materia orgánica. Hay una serie de bacterias que oxidan el nitrógeno orgánico y lo transforman en nitrógeno mineral, que es el que toman las plantas por las raíces.
El proceso contrario a la fijación es la desnitrificación, que devuelve gas nitrógeno a la atmósfera
El ciclo del nitrógeno es el circuito biogeoquímico que suministra nitrógeno a los seres vivos y lo mantiene circulando en la biósfera. Está compuesto por procesos bióticos y abióticos. El amonio (NH4+) y el nitrato (NO3–) forman algunas de las presentaciones más importantes de este elemento, así como el nitrógeno biatómico en estado gaseoso (N2).
Es uno de los ciclos biogeoquímicos más importantes para el equilibrio de la vida, ya que el nitrógeno (N) es un elemento químico sumamente abundante en la composición de la materia orgánica y en la atmósfera terrestre (78% de su volumen).
En este ciclo se encuentran interrelacionados los diferentes niveles de seres vivos, autótrofos y heterótrofos, los minúsculos organismos descomponedores de la materia orgánica, y el inmenso volumen de nitrógeno de la atmósfera.
El ciclo del nitrógeno puede resumirse de la siguiente manera:
El ciclo del nitrógeno es un circuito vital para la existencia de la vida tal y como la conocemos, ya que las formas de vida como animales, las plantas e incluso el ser humano somos incapaces de fijar el nitrógeno a partir de su forma gaseosa (N2), a pesar de que lo necesitamos enormemente para nuestros tejidos.
Por ese motivo, dependemos de la manipulación del gas por otras formas de vida, que no por microscópicas son menos importantes. Así es como el nitrógeno llega a nosotros a través de una larga cadena de transmisión.
El ciclo del nitrógeno no varía mucho cuando ocurre en el agua, o sea, en la superficie de lagos, mares y ríos. El nitrógeno puede llegar al agua por escurrimiento, fruto de los fertilizantes humanos o naturales. En otros casos, se trasmite por las cadenas tróficas marinas, en las que muchos animales terrestres se incorporan al mar.
Del modo que sea, este ingreso de sustancias orgánicas nitrogenadas se reparte entre los distintos depredadores, dejando un residuo de materia nitrogenada en el suelo oceánico, en donde es descompuesta por diversos tipos de microorganismos. Así, el ciclo microscópico entre nitrificantes y desnitrificantes se repite, y vuelve a liberar el nitrógeno gaseoso a la atmósfera.
Se denomina como ciclo del nitrógeno a cada uno de los procesos biológicos (de plantas, animales y microorganismos) y abióticos (de la luz, pH, características del suelo, entre otros) en que se basa el suministro de este elemento en los seres vivos. El nitrógeno es un elemento químico que se desplaza lentamente a través de un ciclo mediante el cual puede ser absorbido tanto por los seres vivos (animales y plantas), como por el aire, el agua o la tierra. Por ello, el ciclo del nitrógeno es uno de los ciclos biogeoquímicos más importantes para mantener el equilibrio de la biósfera terrestre. Cabe resaltar que el nitrógeno es el elemento químico de mayor abundancia en la atmósfera y un elemento básico para los seres vivos porque permite elaborar aminoácidos, ADN y proteínas.