Estrategias de reproducción

Se pueden distinguir dos estrategias de supervivencia: la de la «r», que consiste en engendrar numerosos descendientes dedicándoles pocos esfuerzos, y la de la «K», que engendran pocos descendientes pero les dedican muchos esfuerzos hasta completar su desarrollo.

El esfuerzo de reproducción

Un ser vivo dispone de una cantidad limitada de energía para: sobrevivir, crecer y multiplicarse. Se denomina esfuerzo de reproducción a la fracción global de energía que un individuo emplea en la reproducción. Este esfuerzo está en función de la esperanza de reproducción futura del individuo. Así, el esfuerzo reproductor de los seres vivos de vida corta, aquellos que suelen vivir en medios inestables, es más alto que el de los organismos de medios estables, en los cuales la reproducción es posible durante varias estaciones sucesivas.

Estrategias de supervivencia

Una población es el conjunto de individuos de la misma especie que habitan en el mismo biotopo en un momento determinado y que pueden, potencialmente, reproducirse entre sí. Las poblaciones no mantienen un número constante de individuos a lo largo del tiempo, sino que depende de factores extrínsecos. Pero la mayoría tienen una capacidad asombrosa de aumentar su población de forma exponencial, siempre que las condiciones ambientales lo permitan.

Las especies con frecuencia tienen que competir entre ella para ocupar un lugar en un ecosistema. A lo largo de su evolución, las distintas especies han ido desarrollando distin estrategias que les facilitan esa competición en función del ambiente cambiante o estable en que se encuentren.

Así, se distinguen dos grandes tipos de estrategias de supervivencia: la de la «r» y la de la «K», según la importancia relativa que tengan la tasa de incremento (r) y la densidad de saturación (K) en sus ciclos de vida.

Estrategias de supervivencia


Las especies con estrategia de la «r»

Las especies que siguen la estrategia de la «r» suelen ser microscópicas o de tamaño pequeño, como bacterias, protozoos, plantas fugaces y animales pequeños. Su población mantiene un crecimiento exponencial hasta desaparecer bruscamente cuando las condiciones cambian.

Las especies con estrategia de la «r» son típicas de lugares efímeros: charcas de lluvia, montones de tierra junto a madrigueras, rocas desnudas, zonas polares, desiertos, terrenos arados, etc.

Se caracterizan por ser oportunistas o pioneras, ocupando áreas nuevas con facilidad y extendiéndose por ellas con rapidez.

Colonizan los ecosistemas en las primeras etapas de su desarrollo, por lo que necesitan producir el mayor número de individuos en el menor tiempo posible. Pero no pueden tener éxito si la competencia es fuerte, frente a organismos con estrategia de la «K».




Las especies con estrategia de la «K»

Las especies con estrategia de la «K» suelen ser los animales y plantas grandes y longevos. Su población se mantiene con altibajos, pero cerca de la densidad máxima (K) en unas condiciones concretas. Por ejemplo, los robles de un bosque, los linces o las águilas.

Los organismos con estrategias de la «K» tienen, por su tamaño, gran capacidad de competencia, gran longevidad y reducido número de descendientes. Los encontraremos en medios que permanecen estables largo tiempo, como selvas, bosques y regiones esteparias.

Una camada de ratones con su madre. La reproducción de los ratones sigue una r-estrategia de selección, con muchos descendientes, gestación corta, menos cuidado parental, y un tiempo corto hasta la madurez sexual.

Una camada de ratones con su madre. La reproducción de los ratones sigue una r-estrategia de selección, con muchos descendientes, gestación corta, menos cuidado parental, y un tiempo corto hasta la madurez sexual.



Una ballena franca glacial con un único ballenato. La reproducción de la ballena sigue una estrategia de selección K, con poca descendencia, gestación larga, un largo periodo de cuidado parental, y un periodo largo hasta la madurez sexual.

Una ballena franca glacial con un único ballenato. La reproducción de la ballena sigue una estrategia de selección K, con poca descendencia, gestación larga, un largo periodo de cuidado parental, y un periodo largo hasta la madurez sexual.