Un pedazo de cualquier metal esta formado por miles de millones de átomos de dicho elemento unidos mediante enlace metálico. Algunos metales como el sodio y el magnesio pueden extraerse de los océanos en donde se encuentran disueltos. Los demas metales se suelen obtener a partir de depósitos minerales en la corteza terrestre.
Los átomos del metal se distribuyen en el espacio de forma muy ordenada, determinando estructuras cristalinas, llamadas cristales metٞálicos geometricamente regulares como cubos, prismas, etc
Podemos imaginar la formación de uno de estos cristales así:
En las sustancias metálicas, como en las iónicas, no hay moléculas, sino redes infinitas de cationes, formando una red cristalina metálica. La fórmula de un metal se representa simplemente con el símbolo del elemento, por ejemplo, Fe, Mg, etc.
Los metales forman aleaciones, es decir mezclas homogeneas entre metales como el bronce (cobrey estaño), o el latón (cobre y cinc), también hay mezclas con los no metales como por ejemplo el acero (hierro y carbono).
Los cinco magnificos
Entre las muchas clases de sustancia puras que nos regala la naturaleza están los metales que han tenido una importancia decisiva en la historia de la humanidad, como la edad de los metales o la búsqueda de oro como en el desarrollo industrial o el uso del cobre en los tendidos eléctricos. Los metales han sido y continuan con la permanente investigación de nuevas aleaciones para necesidades específicas. Los metales han sido y son fuente de preocupación científica y factores de progreso en todos los ámbitos de actividad humana.
Metales hay muchos y muy variados, vamos a fijarnos ahora en cinco de ellos porque ser representativos de casi todos los demás, son nuestros «cinco magnificos», el sodio el magnesio, el hierro, el cobre y la plata. Todos ellos presentan brillo metálico, conducen bien el calor y la electricidad, se pueden extender en láminas (maleables) y estirar en hilos (dúctiles).