Candidatura de Luis Sáenz Peña

Luis Sáenz Peña era un destacado dirigente católico que pertenacia a la Corte Suprema de Justicia de la Nación entre 1890 y 1892 siendo tentado por Roca como candidato para las elecciones de 1892, esto se logro tras un acuerdo entre el roquismo y el mitrismo que impidió la participación electoral de la flamante U.C.R. y también impidió que su hijo Roque Saenz Peña candidato de una línea interna llamada modernista no compitiera con su padre. Roca había logrado digitar  el poder una vez mas


Las cámaras estaban compuestas casi totalmente por miembros del partido nacional, adictos al gobierno y tenían la esperanza de librarse tanto de Mitre como de Alem; la de diputados ofreció al poder ejecutivo su apoyo para una política que dejase en libertad a los partidos; el Senado se ofreció para lograr la subordinación y respeto a la autoridad, el respeto y la libertad para los derechos políticos de los ciudadanos. Rocha expuso que el pueblo en esta ocasión no necesitaba tutores para resolver sus cuestiones electorales y que no era propio ofrecer votos de confianza al presidente que se había apartado de la línea señalada por la Constitución, dejando que su ministro del interior hiciese un arreglo personal para nombrar futuro presidente de la república; Alem dijo que quería evitar la lucha del partido popular con los gobernadores de las provincias manejados por el presidente de la república.

La política del acuerdo no fue defendida por nadie, y la exaltación partidaria volvió a recrudecer. 

Partido Modernista

El Partido Modernista era una corriente interna del Partido Autonomista Nacional (PAN) que era liderado por roca desde 1880, estaba formado por algunos jóvenes que en 1877 junto a Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen y otros destacados jóvenes políticos, uno de los fundadores en 1877 del fugaz Partido Republicano, que tenía como principal bandera el establecimiento de un régimen realmente democrático con elecciones libres, que impidiera la práctica institucionalizada del fraude electoral.

En 1891 volvio a impulsarse impulsado por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires Julio Costa contando también con el apoyo de los gobernadores de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Córdoba y Santiago del Estero ,eligiendo como su candidato presidencial Roque Sáenz Peña.

El Partido Modernista fracasó debido a la maniobra diseñada por el propio Julio A. Roca, a quien llamaban el zorro, con apoyo del presidente Carlos Pellegrini, de ofrecer la candidatura presidencial del PAN a Luis Sáenz Peña, padre del candidato modernista, provocando de ese modo la renuncia de Roque Sáenz Peña y el colapso del partido. Sus adherentes volvieron al PAN, donde se mantuvieron como corriente interna modernista.

El Mosquito, Nº 1513, 7 de enero de 1892. Dibujo de Stein

El Mosquito, Nº 1513, 7 de enero de 1892. Dibujo de Stein. abajo dice Don Bartolo — Hoy no pueden disputar la presidencia sino los pillos; los patriotas harían un sacrificio en aceptarla.
Roca y Mitre tratan de disuadir al doctor Roque Sáenz Peña de que presente su candidatura a presidente de la república. Las palabras que aquí se ponen en boca de Mitre habrían sido pronunciadas realmente por el general, y se dice -que le costaron no pocas burlas. Esa actitud ambigua que se le imputaba, así como también la de Roca, se satiriza haciéndole comer el plato Presidencia con la cuchara La Nación, al mismo tiempo que pronuncia su desdeñosa frase.

Candidatura de Luis Saenz Peña

Se sabía que los gobernadores de las provincias habían recuperado suficiente poder para decidir la elección presidencial y fue entonces cuando volvieron a encontrarse Mitre y Roca para renovar la alianza de los respectivos partidos. 

En la reunión de la convención realizada el 14 de febrero de 1892, Mitre explicó lo ocurrido: "Cuando se rompió el acuerdo se vio que media docena de gobernadores podían imponer la candidatura de un presidente personal, que hubiera sido el mayor peligro para este pueblo. Para evitarlo, hemos venido al acuerdo nuevamente, sobre la base de que tenemos que proceder de otro modo, eliminando mi candidatura".

Intervino Pellegrini en ese acuerdo y señaló confidencialmente la candidatura de Luis Sáenz Peña, nombrado pocos meses antes miembros de la Corte Suprema de Justicia para retirarlo de la acción política.

Reunidas separadamente el 6 de marzo de 1892 las convenciones del partido autonomista nacional y de la Unión Cívica Nacional, se designó a Luis Sáenz Peña candidato a la presidencia de la República, en lugar de Mitre, cuya renuncia fue aceptada. José Evaristo Uriburu ocupó el segundo puesto en la fórmula.

Antes de la consagración de la fórmula Luis Sáenz Peña-José Evaristo Uriburu se había formado un partido modernista, auspiciaba la candidatura de Roque Sáenz Peña, el cual renunció para no entrar en la contienda electoral en oposición a su padre.

Las elecciones se realizaron en la capital el 7 de febrero y el 10 de abril debían realizarse las de electores, resultando triunfante la fórmula encabezada por Luis Sáenz Peña.

Refiriéndose a las elecciones del 7 de febrero, dijo Carlos Pellegrini en la Cámara el 24 de mayo que, a pesar de las garantías ofrecidas por las autoridades, "pudo observarse, no el movimiento de un pueblo que concurre al ejercicio tranquilo de un derecho, sino el silencio triste e imponente de una ciudad que espera por momentos ver sus calles y los atrios de sus templos convertidos en campos de batalla".

En su último mensaje al Congreso, decía Pellegrini:

"Ha terminado la lucha electoral; la opinión más sanamente inspirada y librada a sus propios impulsos ha sabido, en medio de esa situación llena de dificultades, incertidumbres y aspiraciones encontradas, hallar una solución que es una garantía para el porvenir. La crisis que hemos atravesado ha sido la más dura y larga de nuestra historia; pero las fuerzas vivas del país han resistido y han vencido, y la próxima administración podrá inaugurar una era de franca convalecencia en la que es casi seguro que nuestra joven y robusta naturaleza recuperará en muy poco tiempo las fuerzas perdidas".

El Mosquito, 20 de noviembre de 1892.

El Mosquito, 20 de noviembre de 1892. Dibujo de Stein. abajo dice Cuando el gato se va los ratones tienen baile.
El radicalismo, que acusaba al gobierno de Luis Sáenz Peña de haber sido elegido con fraude en las elecciones de 1892, consideraba una vez más la posibilidad revolucionaria. En esta caricatura, inspirada en tal situación, se ve a Roca —eminencia gris y celoso custodio del gobierno — alejándose del edificio en cuya fachada hay una inscripción que dice: Gobierno Nacional; por la ventana se ve al presidente Luis Sáenz Peña leyendo. El otro personaje es Alem, representado en actitud amenazante, símbolo del radicalismo a punto de sublevarse. En el umbral del edificio hay una bomba, en la que se lee una sola palabra: Insurrección. Se alude, sin duda, a un circunstancial alejamiento del General Roca, que facilitaba la acción insurreccional.