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Presidencia de Luis Saenz Peña
Presidencia de Luis Saenz Peña
Antecedentes
Descendiente de una familia patricia„ su padre, Roque Sáenz Peña, fue un jurisconsulto prestigioso, camarista de los tribunales en tiempos de Rosas.
Antecedente de Luis Sáenz Peña
Nació en Buenos Aires el 2 de abril de 1822 y, aunque se inclinaba por la carrera del derecho, cursó varios años la de medicina, pero luego se graduó de abogado en 1843 junto con Bernardo de Irigoyen, Rufino de Elizalde, Federico Pinedo y Delfín Huergo, todos llamados a un porvenir notorio. Como los tiempos no eran favorables para el ejercicio de la profesión, Luis Sáenz Peña, al amparo de la fortuna paterna, se dedicó al estudio y a la observación de los sucesos que conmovían al país.
Su vida pública se inicia con su designación como diputado a la convención porteña de 1860, que debía estudiar y proponer reformas a la Constitución de 1853 como preliminar de la unión de Buenos Aires y la Confederación. Intervino también en la convención de 1870, reformadora de la Constitución bonaerense, en la que participaron las personalidades más notables de la provincia; el capítulo relativo a las atribuciones del poder legislativo fue proyectado-por él. Mantuvo allí la tesis de la aceptación sin alteraciones de la carta de 1853, junto con Roque Pérez, Marcelino Ugarte, Félix Frías y Bernardo de Irigoyen.
Ya en esa convención de 1870 propuso el principio del voto obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años, bajo pena de multa de 2 a 20 pesos fuertes. En esa ocasión tuvo en contra a la gran mayoría de los convencionales, que resistían una reforma tan radical; defendió la concurrencia obligatoria a las urnas, citó antecedentes extranjeros y dijo en aquella oportunidad:
"Todos hemos visto convocar al pueblo a elecciones de la más vital importancia, en reiteradas ocasiones, por medio de los poderes legítimos: el pueblo no ha respondido y ha sido necesario repetir varias veces la convocatoria, hasta que al fin ha venido a hacerse una especie de simulacro de elección, sin que hasta ahora se haya cumplido con ese deber. Esto nace del falso principio que se ha venido sentando de que el acto de votar es espontáneo y voluntario, y que puede abandonarse a capricho de los ciudadanos".
Refería que en la capital federal había 200.000 almas mayores de 18 años y que el número de los inscriptos para la última elección fue de 2.700. "¡Es ésta, acaso, la verdadera mayoría de este gran pueblo? Ahora mismo la legislatura de la provincia se ocupa de hacer el escrutinio de las elecciones de diputados nacionales, elección que ha tenido por objeto designar la mitad de la representación de la provincia y, sin embargo, el número total de votantes que representa el municipio de Buenos Aires con su gran población, es de 353".
Luis Sáenz Peña era un destacado dirigente católico que habia sido nombrado como juez de la Suprema Cortes en 1890 , no pertenecia a ningun partido al momendo de ser ungido como un presidente de transición, tras un acuerdo entre el roquismo y el mitrismo que impidió la participación electoral de la flamante U.C.R..
Un convencional replicó que no se debía obligar al pueblo a votar por los desórdenes que se producían durante el acto eleccionario. Sáenz Peña respondió:
"Pero precisamente esos desórdenes han tenido lugar por la inasistencia del verdadero pueblo. El día en que todos los vecinos que constituyen el pueblo electoral asistan a los comicios hemos de ver que en nada se alterará la tranquilidad y el orden en toda la extensión de la provincia; y el día en que todos los vecinos vayamos a fiscalizar las elecciones hemos de tener elecciones perfectamente legales".
Disuelta la convención reformadora, fue elegido diputado nacional por Buenos Aires en abril de 1873 y presidió la cámara al año siguiente. En 1874 fue electo vicegobernador de Buenos Aires en la fórmula que encabezaba Carlos Casares; le tocó así presidir el Senado provincial y desempeñar en varias ocasiones el gobierno provisional. En 1878 fue electo senador a la legislatura bonaerense y en octubre de 1880 pasó a ocupar una banca de diputado nacional; en 1882 fue nombrado miembro de la Suprema Corte provincial y ocupó la presidencia de la misma. Retirado en 1885 de la Suprema Corte, se adhirió a la candidatura de Bernardo de Irigoyen a la presidencia de la República, en oposición a la de Juárez Celman y Dardo Rocha. Durante la presidencia de Juárez Celman vivió retirado de toda actuación pública, pero al asumir la primera magistratura Carlos Pellegrini fue nombrado ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Cuando renunció Mitre a la candidatura propiciada por los partidos del acuerdo, se pensó en Luis Sáenz Peña y éste acabó por admitir la candidatura como un sacrificio en aras de la tranquilidad del país. Su hijo Roque renunció a la suya y se eliminó voluntariamente como un competidor. "Si alguna indecisión nubla su espíritu para afrontar la situación que el país le exige —le decía el hijo—quiero sea mi firma la primera en solicitar sus sacrificios en bien de la Nación y de los principios de gobierno que nos son comunes".