El 8 de diciembre de 1829, a mediodía, una salva de artillería y repique general de campanas anunció la asunción del mando por el nuevo gobernador y capitán general, en medio de ruidosas demostraciones de regocijo popular. De pronto, varias personas se adelantaron al carruaje, desengancharon los caballos, y tiraron de él valiéndose de trenzas de seda roja que ataron a las varas.
Ya en la Legislatura, su presidente, el doctor Felipe Arana, lo saludó como a «digno restaurador de las leyes». Tras la ceremonia del juramento, Rosas pronunció un discurso en el que señaló que el influjo de las circunstancias pudo más que el deseo de vivir en el tranquilo retiro de la campaña.
Convocada por inspiración de Rosas la legislatura de Dorrego, se reunió justamente el 1º de diciembre de 1829, al año de la sublevación de Lavalle.
Su presidente, Felipe Arana, recordó en tono de guerra y de venganza:
"Es preciso recordarse con dolor que en este aciago día fueron atropelladas las leyes, derrocada la augusta representación de la provincia y su gobierno, e insultada la moral pública: traed a la memoria ese infame documento, como de la alevosía de un tirano, que publicó en el mismo día el caudillo que encabezó aquella sedición militar... La patria misma fue convertida por ellos en una deidad feroz, que se alimentaba de sangre humana, cubriendo con el nombre santo del patriotismo el frenesí que les inspiraba la devastación de la provincia, por manera que, exaltadas las pasiones y dominando soberanamente los odios, desaparecieron las luces, se proscribieron las leyes, y retrogradamos al estado de barbarie y de fiereza".
El 5 de diciembre se presentó a la Sala un proyecto que concedía facultades extraordinarias al gobernador futuro; justificó la medida Tomás M. de Anchorena; se hicieron oir algunas voces opositoras; Manuel Hermenegildo Aguirre pidió que fuese salvada la contradicción de la propuesta:
"Entre los tópicos que han producido la guerra civil y estas facultades extraordinarias, que se trata de dar al gobierno, hay dos principales; el uno derrocando las instituciones y las leyes y el otro sosteniendo el restablecimiento de ellas, y no puedo yo convenir cómo habiendo prevalecido aquella parte que había sostenido el restablecimiento de las leyes y de las instituciones, se intenta ahora crear un gobernador sobre toda ley; y por consiguiente no marchando de acuerdo con las leyes e instituciones de nuestro país"...
El 6 de diciembre Juan Manuel de Rosas fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires, con todos los votos menos uno de la Sala de Representante. Se puede considerar a este momento como un punto de inflexión en la historia rioplatense, de cierre de una etapa y de inicio de otra. El período que se cierra en 1829 se lo podría iniciar en 1810, cuando comienza la Revolución de Mayo, o quizás en 1811, cuando asoma a la luz pública la participación de sectores populares de las orillas de la ciudad y la campaña en las jornadas de abril.
"Entre los tópicos que han producido la guerra civil y estas facultades extraordinarias, que se trata de dar al gobierno, hay dos principales; el uno derrocando las instituciones y las leyes y el otro sosteniendo el restablecimiento de ellas, y no puedo yo convenir cómo habiendo prevalecido aquella parte que había sostenido el restablecimiento de las leyes y de las instituciones, se intenta ahora crear un gobernador sobre toda ley; y por consiguiente no marchando de acuerdo con las leyes e instituciones de nuestro país"...
Pero la mayoría votó el proyecto y su prestigio personal en la campaña y la fe que le tenían las masas populares eran independientes de la cuestión debatida en otras esferas entre federales y unitarios.
Rosas, que encabezó las masas federales, no era federal ni había sido amigo de Dorrego, lo cual no le impidió explotar su muerte. "No soy federal —decía el mismo día de asumir el mando al emisario oriental Santiago Vázquez—, no señor, no soy de partido alguno sino de la patria".
Juan Ramón González Balcarce fue Ministro de Guerra durante la gobernación de Juan José Viamonte,siendo sus primeras medidas fueron celebrar un solemne funeral por Dorrego, y Conservó el cargo durante todo el gobierno de su sucesor, Juan Manuel de Rosas . Tomas Guido fue ministro de Guerra y Relaciones Exteriores en tres oportunidades con Juan Lavalle, Juan José Viamonte y Juan Manuel de Rosas. Manuel José García fue una de las más influyentes personalidades de la "Generación de Chuquisaca". No identificado con ninguno de los partidos dominantes, le preocupaba ante todo la organización institucional del país.
El 6 de diciembre fue elegido Juan Manuel de Rosas gobernador de la provincia de Buenos Aires, el cual asumió el mando dos días más tarde y formó su ministerio con Tomás Guido en gobierno y relaciones exteriores, Manuel José García en hacienda y Juan Ramón Balcarce en guerra y marina quien reemplazó al coronel Manuel Escalada, que renunció el día 9. Este grupo brindó al general Rosas el apoyo de los partidarios de Dorrego y de la burguesía comercial de Buenos Aires.