La Junta de Gobierno de 1810 fue el primer paso hacia nuestra independencia. Fue un camino largo y difícil el que emprendieron aquellos hombres. Hubo desencuentros y acuerdos, pero todos compartían el mismo objetivo: la libertad.
Los hombres del interior seguían muy atentamente lo que sucedía en España, al igual que los habitantes de Buenos Aires. En Córdoba, Mendoza, Salta, Tucumán y Asunción se formaron diversas corrientes de opinión respecto del camino a seguir ante los acontecimientos.
Sin embargo, una de las primeras medidas de la Junta Provisional en Buenos Aires fue enviar tropas al interior para reclamar obediencia. Por ello, algunos hombres del interior las denominaron "expediciones avasalladoras". El propio Manuel Belgrano escribió desde el