Después
de tres años de gobierno, el 9 de junio de 1819, Juan Martín
de Pueyrredón presentó ante el Congreso su renuncia como
Director Supremo. Su gestión estuvo signada por una permanente hostilidad
con los pueblos del interior, en especial con Santa Fe y Entre Ríos
que apoyaban al líder de la Banda Oriental, Artigas.
A todo esto, el descontento del interior
creció por la sanción de la Constitución de 1819,
que desconocía las aspiraciones provinciales.
El Congreso aceptó la renuncia
de Pueyrredón y en su lugar designó en forma interina a José
Rondeau, quién continuó con la línea de gobierno
de su antecesor.
En primer lugar, le reiteró
a San Martín la orden de volver a Buenos Aires y ponerse al servicio
del Director Supremo para reprimir el levantamiento provincial. El Libertador,
que en esos momentos preparaba la expedición al Perú, rechazó
esta orden con estas palabras: "El General San Martín jamás
derramará la sangre de sus compatriotas, y sólo desenvainará
la espada contra los enemigos de la independencia de Sud América".
En segundo término, Rondeau
decidió armar al ejército del Alto Perú con el fin
de usarlo para reprimir a los caudillos del interior.
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José Rondeau |
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El ejército del Alto Perú
se hallaba acampando en Córdoba cuando se le ordenó bajar
a Buenos Aires. Su jefe, Manuel
Belgrano, no estaba bien de salud por lo
que había delegado el mando al General Francisco Fernández
de la Cruz, quién marchó con sus tropas hacia San Nicolás,
en donde se unirían a las fuerzas de Buenos Aires.
Al llegar a la
posta de Arequito el 8 de enero de 1820 los oficiales Bustos,
Paz, Ibarra
y Heredia se sublevaron
desconociendo las órdenes del directorio.
Bustos ordenó al ejército regresar a Córdoba donde asumió como
gobernador al igual que Ibarra en Santiago del Estero,
Heredia en Tucumán y
Mendizabal en San Juan. Se iniciaba
así con el motín de Arequito el proceso de autonomías provinciales conducido
por caudillos locales.
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Francisco
Ramirez |
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A pesar de la negativa de San Martín
y de la sublevación de Arequito, Rondeau logró reunir un
ejército de dos mil hombres. El 1° de febrero de 1820, las fuerzas
del Director Supremo se enfrentaron con los caudillos
Ramírez y López. En pocos minutos, los federales derrotaron
a las tropas porteñas. Después del combate emplazaron a Buenos
Aires para que designen nuevas autoridades y se transformen en una provincia
federal.
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Estanislao Lopez |
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