"En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel del Tucumán, a los nueve días del mes de julio de 1816...:
Nos, los representantes de las Provincias Unidas de Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside el universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y a los hombres todos del Globo la justicia que regla nuestros votos; declaramos solemnemente a la faz de la tierra que voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueran despojadas, e investirse del alto carácter de nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedar en consecuencia de hecho y
de derecho con amplio y plenos poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de las actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda, para su publicación, y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración. Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios,
Francisco Narciso de
Laprida, presidente, Mariano
Boedo, vicepresidente..."
A continuación seguían las firmas de los diputados
Darregueira, Acevedo,
Sánchez de
Bustamante, Aráoz,
Gallo, Malabia,
Colombres,
Serrano, Rodríguez,
Gorriti, Pérez
Bulnes, Gascón,
Rivera, Castro
Barros, Thames,
Maza, Paso,
Sáenz, Medrano,
Pacheco de
Melo, Godoy Cruz,
Uriarte, Sánchez de
Loria, Salguero,
Santa María de Oro y
Anchorena.