Tercer censo nacional

Con la dirección de Alberto B. Martínez, se realizó el Tercer Censo Nacional, el cual demostró que la población del país se había casi duplicado en los 19 años pasados desde el censo anterior. 


El 19 de junio de 1914 se realizó simultáneamente en toda la República el tercer censo nacional. Había sido proyectado en 1913 y al efecto el 23 de setiembre se nombró una comisión compuesta así: Alberto B. Martínez, presidente, y Emilio Lahitte y Francisco Latzina, vocales, encargada de presentar al poder ejecutivo el plan de la obra y su organización.

Este tercer censo se efectuó durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, pero sus resultados finales fueron publicados dos años más tarde. La cifra de argentinos llegaba a los 7.885.237 y el incremento anual era del 5,2 por ciento, uno de los más altos de la historia y también extraordinario, comparado con los de los Estados Unidos, Canadá y Australia de la misma época. La cantidad de analfabetos había disminuido considerablemente desde el censo anterior y trepaba al 34 por ciento, mientras que aumentaba la cifra de extranjeros. La vida, como ahora, no era nada fácil: más de un tercio de la población adulta carecía de trabajo, pero algunas profesiones habían crecido en forma espectacular, como la de los dentistas y arquitectos.

Este Tercer Censo Nacional, pone de manifiesto además que en el período de veinte años, transcurridos desde el anterior Censo de 1895, la República ha entrado con éxito a desarrollar sus industrias extractivas y manufactureras, principalmente, y que varias de ellas tienen ahora un puesto de primera fila en la formación de la riqueza pública. El crecimiento de las industrias ha sido verdaderamente sorprendente, tomando en cuenta la población que ha tenido el país, ya por la variedad de los productos, o ya por el personal empleado, debiendo ser computadas, hoy, como un factor de primera importancia en la vida económica nacional” 

En la edición del censo se publicaron fotos y relatos de algunos argentinos centenarios, como Martina Díaz de Boado, nacida en 1808, que se había casado a los 13 años y confesaba que su longevidad, “se debía a que siempre había tomado vino carlón”. Candelario Rodriguez de Moreo, nacida en las Canarias y refugiada en un asilo, afirmaba tener 109 años y basaba su longevidad en un menú de carne y vino. Ya no recordaba si había tenido 10 o 12 hijos, pero podía contar cómo era la Boca cuando sólo tenía tres casas. El censo se extendió a los argentinos que andaban por el mundo y muchos cónsules se quejaron de los inconvenientes que tuvieron para censarlos. El cónsul de Francia atribuyó el problema a “la negligencia y despreocupación de nuestros connacionales”; el de Paraguay, a la falta de medios para llevar adelante la tarea, y el de Perú a que muchos argentinos en ese país eran desertores de barcos o del ejército.

Comparacion de valores de diferentes censos hubo un descenso del analfabetismo entre el censo de 1869 y tambien la comparación de gente que vive en ciudades en relación de gente que vive en el área rural

El primer censo, en 1869, dio la cifra de 1.877.490 habitantes; el segundo, en 1895, registró 4.044.911; el tercero, en 1914, es decir, a los 19 años del anterior, dio la cifra de 7.885.237, casi cuatro millones de aumento.

He aquí la distribución de la población:

Localidades Población
Capital Federal 1.575.814
Buenos Aires 2.066.165
Santa Fe 
899.640
Entre Ríos425.373
Corrientes
347.055
Córdoba
 735.472
San Luis
116.266
Santiago del Estero
261.678
Tucumán
332.933
Mendoza
277.535
San Juan
119.252
La Rioja
79.754
Catamarca
100.391
Salta 
140.927
Jujuy 
76.631
Chaco
46.274
Chubut
23.065
Formosa
19.282
La Pampa
101.338
Los Andes
2.487
Misiones
53.563
Neuquén
28.866
Río Negro
42.242
Santa Cruz
9.948
Tierra del Fuego
2.504
Total 7.885.237

De los habitantes censados en 1914, 5 527.285 eran argentinos, en su gran mayoría de ascendencia europea, y 2.357.952 extranjeros; predominaban entre estos últimos los italianos, 929.863; seguían los españoles con 829.701; los rusos y judíos con 93.634; los uruguayos con 86.428; los franceses con 79.491; etc.

La población escolar sumaba 878.537 alumnos en las escuelas primarias con 26.449 maestros y maestras; 10.687 alumnos en las escuelas secundarias con 1.205 profesores; 49.464 alumnos en las escuelas normales, cursos de aplicación, escuelas especiales y universidades, con 4.047 profesores.

Aproximadamente la mitad de la población vivía en centros urbanos; las ciudades se habían desarrollado considerablemente. Buenos Aires contaba con 1.575.814 habitantes; Rosario, con 222.592; Córdoba, con 104.894; Tucumán, con 91.216; La Plata, con 90.436; Santa Fe, con 59.574; Mendoza, con 58.790; Avellaneda ( provincia de Buenos Aires ) , con 46.277; Bahía Blanca, con 33.013; Corrientes, con 28.681; Salta, con 28.436; Mar del Plata, con 27.611; Santiago del Estero, con 23.479; Chivikoy, con 23.241; Lamas de Zamora, con 22.231 ; Mercedes, con 21.172; Juní n, can 20.540, y Pergamino, con 20.107.

Fue la zona del litoral la que absorbió la mayor parte de los nuevos pobladores y la que mostró mayor concentración del desarrollo económico; en 1914 funcionaban en ella el 70 % de los establecimientos fabriles, con el 72,1 % de los capitales invertidos y el 17,7 % de la producción, beneficiada por la cercanía de los puertos y las mejores condiciones para la exportación y la importación.

En los 25 años que van de 1889 a 1914, el promedio del agregado inmigratorio a la población fue de 91.000 por año, o sea, un 19 por mil con relación al número de habitantes de cada año del período. Las cifras de la exportación, según el resumen de Juan Álvarez, señalan la incidencia de la producción ganadera y la agrícola y su gravitación respectiva. Juan Alvarez reproduce los siguientes datos:
Años Ganadería Agicultura
1880 89,5 1,4
1890 60,8 25,4
190046,950,1
191043,252,8
191239,157,9

La agricultura importa al comercio exterior más que a ganadería a medida que crece la inmigración europea. Con la primera guerra mundial se inicia el desarrollo industrial, y el país entra en una nueva etapa de su presencia en el interior y en el exterior.

Alejandro E. Bunge hizo esta síntesis en su obra Una nueva Argentina:

"En los 19 años que corren de 1895 a 1914 se produce 1 desarrollo económico más extraordinario en la vida del país, en parte reflejo del último término de un período le prosperidad mundial. Durante ese período, con la presidencia de Uriburu, la segunda de Roca, y las de Quintana, Figueroa Alcorta y Roque Sáenz Peña, se cumple un ciclo característico para principiar otro en el cual se producen grandes cambios en la fisonomía del país. Se desenvuelven y se apoyan recíprocamente entre sí estos hechos que desde entonces han acortado o detenido su paso: el desarrollo de la agricultura y el crecimiento de las exportaciones y la afluencia de inmigración. Llega la población a ocho millones con mayoría de origen europeo, y su capacidad económica alcanza a la de todos los demás países de la América del Sud sumados.

"De los cuatro millones de aumento en los 19 años, un millón se dirige al campo y tres a las ciudades. Se invierte así la proporción de 1895, resultando rural un 42 por ciento y urbana un 58 por ciento".

Los. 4.892.000 de hectáreas cultivadas en 1895 alcanzaron a 24.317.000 en 1914. De estas últimas correspondían 4.203.000 al maíz; 1.723.000 al lino; 1.161.000 a la avena; 7.373.000 a la alfalfa, etcétera.

La riqueza ganadera daba las siguientes cifras: 25 millones de vacunos; 8.323.815 equinos; 565.068 mulares; 260.157 asnos; 43.225.452 lanares; 4.325.280 caprinos; 2.900.585 porcinos.

La extensión de la red ferroviaria, que era de 27.713 kilómetros en 1910, agregó 2.749 kilómetros en 1911; 1.750 en 1912; 1.266 en 1913. A fines de ese año la longitud total de la red alcanzó a 33.478 kilómetros. Y el capital de las empresas ferroviarias aumentó de pesos oro 1.099.700.353 en 1910 a 1.358.849 en 1913.

Fueron censados 48.800 establecimientos industriales, más del doble que en 1895; el personal ocupado alcanzaba a 410.200, un aumento de 240.000 en relación con 1895; el capital invertido era calculado en 1.788 millones, tres veces más que en 1895. Los motores a vapor empleados aumentaron de 2.348 a 27.227. Fue un proceso de desarrollo económico que exigía por sí solo un reajuste y una nueva estructura en el orden político.

La fuerza motriz sumaba 678.800 HP, o sea, 124 veces más que 18 años antes.

Hay ya grandes fábricas, equipadas con los últimos progresos, pero subsisten numerosos establecimientos pequeños, con escaso personal y muy primitivo equipo técnico.

Los establecimientos censados en 1913 se distribuyen así:

Rubro Industrial Establecimientos Empleados HP Instalados
Alimentación 18.983 134.842 164.786
Vestido y tocador 7.081 57.764 5.784
Construcciones
8.582
87.317
44.570
Muebles, rodados y anexos
4.441
 29.327
9.026
Metalurgia y anexos
 3.275
 29.327
 17.935
Artes gráficas
1.439
 13.286 
 3.058 
Fibras, hilos y tejidos
2.458
15.560
10.203
Productos químicos:
567
9.986
4.915 

Y otros ramos menores. Se comienzan a producir motores a combustión interna. Las industrias alimenticias ocupan el primer lugar. Las industrias extractivas representan el 31 % de los establecimientos y el 31 % del personal ocupado (mineras, agropecuarias) ; las manufacturas dan el 32 % de los establecimientos y el 41 % del personal empleado.

Aparecen algunas fábricas importantes, la Fábrica Argentina de Alpargatas ocupa 1.600 obreros; los establecimientos americanos Gratry, 650; la Sociedad Ítalo-Americana, 800; Ashworts y Cia., 400; etc. Se acumulan fortunas, como la de la casa bancaria E. Tornquist, cuyo fundador se inició en 1866 como dependiente de comercio y al medio siglo llevaba invertidos en diversas industrias y actividades comerciales 250 millones de pesos.

Las sociedades anónimas se concentran en el rubro industrial: azúcar, quebracho, cerveza, carnes y productos lácteos, compañías de gas y electricidad.

Distribuidos por regiones, los establecimientos censados ofrecían este cuadro:

Localidades Establecimiento Obreros
Capital Federal10.275 149.289
Buenos Aires 14.848 98.937
Santa Fe 5.829 42.726
Entre Ríos 2.382 18.904
Córdoba 2.836 20.243
Mendoza
2555 14.598
Tucuman
789 15.149
Salta
2.297 6.312

Adolfo Dorfman concluye que "el desarrollo industrial de la Argentina en 1913 conserva su carácter elemental, primario, observado en 1895, siguiendo a remolque de la producción agropecuaria básica"...

El comercio exterior, fuera del año 1911, que dio un saldo desfavorable, tuvo superávit en 1912 y 1913:

Años Rentas $ oro Gastos $ oro
1911 342.317.257405.010.992
1912 501.667.369 446.863.002
1913 519.154.011 496.227.097

Los ingresos y gastos fiscales y la deuda pública muestran las cifras siguientes:


Años Exportación $ oro Importación $ oro Deuda pública $ oro
1911 136.533.208183.313.269 526.539.801
1912 148.001.898177.828.141 531.498.109
1913 153.691.749177.513.150 544.721.819

En varios mensajes al Congreso, el 26 de setiembre de 1911 y el 28 de junio de 1913, encarece Sáenz Peña la preocupación por el petróleo de Comodoro Rivadavia y su explotación, que permitirá disminuir las cifras de la importación de combustible.