En los tres años y nueve meses de la presidencia de Uriburu, hubo seis intervenciones, pero solamente a tres provincias, intervenidas dos veces en ese período.
Santiago del Estero fue intervenida por ley del Congreso del 17 de julio de 1895. Era ministro del interior Benjamín Zorrilla. Una revuelta había obligado al gobernador Gelasio Lagar a dimitir y al mismo tiempo impidió el funcionamiento del poder legislativo. Un triunvirato asumió el gobierno. La misión federal tuvo por objeto garantizar el funcionamiento de la legislatura y el cumplimiento de sus acuerdos; luego se ampliaron las instrucciones del interventor Julián L. Aguirre para la elección de electores a gobernador. La misión federal dio por terminado su cometido entregando el poder al nuevo mandatario, Adolfo Ruiz, el 19 de enero de 1896.
La Rioja fue intervenida por ley del Congreso el 2 de agosto del mismo ario. A la terminación del período del gobernador Guillermo San Román se habían formado dos colegios electorales y una doble legislatura, una de las cuales sostenía al ministro provincial Leónidas Carreño y la otra al senador provincial Francisco V. Bustos. Designado comisionado federal Delfín B. Díaz, camarista en lo civil, llevó instrucciones para garantizar el funcionamiento del poder legislativo; asumió para ello el gobierno de la provincia y presidió las nuevas elecciones, en las que resultó electo gobernador Francisco V. Bustos.
En noviembre fue enviada la intervención a San Luis, presidida por Norberto Piñero. El gobernador suspendió por decreto en sus funciones a los miembros del Superior Tribunal de Justicia. La legislatura suspendió al gobernador Lindor L. Quiroga y éste desconoció a aquélla. La legislatura y el Tribunal de Justicia pidieron la intervención federal. Era ministro del interior Norberto Quirno Costa. El comisionado cumplió instrucciones y entregó el mando al nuevo gobernador electo, Adeodato J. Berrondo, autonomista provincial. Pero ya el 3 de mayo de 1897 fue intervenida nuevamente la misma provincia para garantizar a la legislatura en el ejercicio de sus facultades constitucionales. La comisión correspondiente estuvo a cargo de Er-nesto Bosch y éste reconoció a Berrondo.
La Rioja volvió a ser intervenida el 23 de mayo de 1898, siendo designado para presidir la intervención Benjamín Figueroa, con la misión de restablecer las autoridades provinciales que habían sido derrocadas por un movimiento subversivo; como el gobernador Francisco V. Bustos renunció al cargo, fueron convocadas elecciones y resultó electo Leónidas Carreño.
La última intervención durante la presidencia de Uriburu fue la de Santiago del Estero, en setiembre de 1898, por haber sido acusadas las autoridades provinciales de complicidad en el asesinato del diputado nacional Pedro García. Fue nombrado interventor Benjamín Figueroa, que declaró caducas las autoridades y permaneció en Santiago hasta el 28 de octubre, fecha en que entregó el mando al nuevo gobernador electo Dimaso E. Palacios, autonomista nacional, que triunfó contra una coalición de radicales y disidentes de aquel partido.