María Julia Alsogaray esa la hija del dirigente político liberal Álvaro Alsogaray, que se convirtió en un símbolo del neoliberalismo. Ingeniera de profesión, en 1985 fue electa como diputada nacional por la Unión de Centro Democrático (UCeDe), partido de la derecha liberal fundado por su padre.
Fue a responsable en 1990 como interventora de la compañía estatal de teléfonos ENTel fue una de las principales promotoras de su privatización, llegando a elevar en los primeros meses de su gestión hasta un 300% el valor de las tarifas. Se la acusaba de haber ordenado el pago ilegítimo durante su gestión de más de 30 millones –pesos/dólares– a la empresa que hacía las guías telefónicas cuando otros organismos del Estado desaconsejaban hacerlo.
María Julia Alsogaray también fue interventora de SOMISA, fue Secretaria de Medio Ambiente de la Nación Argentina desde 1989. Su gestión es recordada por su promesa para limpiar el riachuelo "en mil días", clamando que al término de ese período "se tiraría a nadar" en el contaminado río, la calidad del agua nunca mejoró..
Desde 1996 hasta el año 2000, el Comité del Riachuelo manejó más de 35 millones de dólares, de los cuales casi 22 fueron a parar el rubro "servicios técnicos y profesionales", es decir consultoras cercanas a Alsogaray que hicieron estudios sobre el origen de la contaminación.
A pesar de los evidentes desvíos de fondos, durante el Gobierno de Menem la funcionaria fue intocable para el Poder Judicial, aunque una vez abandonado el poder tuvo que enfrentar siete procesos judiciales, siendo condenada en cuatro de ellos.
María Julia Alsogaray
María Julia Alsogaray de la promesa a limpiar el Riachuelo al tapado que hundió su carrera política, fue el ícono de corrupción del menemismo y una de las funcionarias de máxima confianza del riojano que la mantuvo hasta el final.