El ataque terrorista a la Embajada de Israel en Argentina sucedió el martes 17 de marzo de 1992 y causó 22 muertos y 242 heridos. El ataque destruyó completamente la sede de la embajada y del consulado, ubicadas en los números 910 y 916 de la calle Arroyo de la ciudad de Buenos Aires. El atentado fue investigado por la Corte Suprema de Justicia, sin identificar ningún sospechoso y sin que hasta 2020 se haya elevado la causa a juicio.
El atentado se relaciona cronológicamente con otros atentados terroristas contemporáneos, como el atentado a la AMIA el 18 de julio de 1994 también en Buenos Aires, en el que murieron 85 personas -en 2015 se inició el juicio oral contra varios exfuncionarios y dirigentes comunitarios-, y el atentado del 4 de noviembre de 1995 en el que el primer ministro de Israel Isaac Rabin fuera asesinado en Tel Aviv por un terrorista judío de derecha.
El atentado a la AMIA fue un ataque terrorista con coche bomba (suposición) que sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 18 de julio de 1994.
Se trató del mayor atentado terrorista ocurrido en la Argentina, con un saldo de 85 personas asesinadas y 300 heridas.Fue también el mayor ataque contra objetivos judíos ubicados fuera de Israel desde la Segunda Guerra Mundial. La comunidad judeoargentina con casi 300.000 personas, de las cuales más del 80% vive en la Ciudad de Buenos Aires, es la sexta mayor del mundo.
El 15 de marzo de 1995 lo sorprendió la muerte, piloteando un helicóptero Bell 206 Jet Ranger en compañía de otro famoso piloto argentino, Silvio Oltra, tras haber caído la aeronave en que ambos viajaban. Se desconocen las causas concretas y las circunstancias del hecho que provocó la muerte de Carlos. A pesar de que oficialmente se afirmó que el hecho constituía un mero accidente, su madre, la señora Zulema Fátima Yoma, ha manifestado que su muerte fue producto de un atentado criminal. Con todo, las circunstancias que rodearon el caso y el destino sufrido por algunos testigos y dos peritos (uno era miembro de la Fuerza Aérea Argentina y otro de la Gendarmería Nacional Argentina) de la causa judicial levantan un ceño de sospecha sobre los reales móviles del hecho.
La causa fue archivada el 16 de octubre de 1998 por el Juez Villafuerte Ruzo, al considerar que se trató de un accidente, pues la nave se estrelló luego de golpear con cables de alta tensión, pero ante el pedido de Zulema fue reconsiderada por la Corte Suprema que en abril de 2001 decidió rechazar el recurso para reabrirla.
Embajada de Israel en Argentina
La embajada de la Israel ocupaba la residencia Enrique Lastra construido en 1925 por el arq. Alejandro Virasoro, esta residencia fue adquirida por el estado a fines de los años '30 y luego por el Estado de Israel en 1949, fue su embajada desde 1950 hasta su implosión por una bomba el 17 de marzo de 1992
Atentado de la AMIA
En 1991 el presidente Carlos Menem —de ascendencia árabe y religión musulmana—, sin autorización del Congreso Nacional, ordenó la participación de Argentina en la Guerra del Golfo, enviando dos fragatas a combatir contra Irak bajo las órdenes de Estados Unidos. El atentado contra la AMIA registra un antecedente inmediato que es el atentado a la embajada de Israel en Argentina, también ubicada en Buenos Aires, dinamitada con una bomba dos años antes el 17 de marzo de 1992, causando 22 muertos y más de doscientos heridos. Este atentado, por tratarse de una sede diplomática, fue investigado directamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que jamás terminó la investigación ni elevó la causa a juicio.
Al año siguiente del atentado a la AMIA, fue asesinado también en un atentado terrorista el primer ministro de Israel Isaac Rabin, quien estaba llevando adelante un exitoso proceso de paz en Medio Oriente por el que recibió el Premio Nobel de la Paz, junto a Shimon Peres y el líder palestino Yasir Arafat. Los dos atentados cometidos en Argentina se produjeron mientras el gobierno del entonces presidente Carlos Menem, abastecía ilegalmente de armas a Croacia y Bosnia, estos últimos musulmanes apoyados por Irán, país que integraba con Argentina la red de contrabando de armas y explosivos durante las Guerras yugoslavas. Estas operaciones incluyeron la dinamitación de la Fábrica Militar de Armas de Río Tercero, en 1995, que destruyó gran parte de la ciudad y causó la muerte de siete personas y más de 300 heridas.