En Macha Belgrano obtuvo ayuda de Francisco Ortiz de Ocampo y recibió la incorporación de Díaz Vélez el 29 de octubre (con 300 fusileros y 3 cañones) y de Zelaya, conformando un ejército de casi 4.000 hombres. Partió luego a Ayohuma llegando el 9 de noviembre.
Cuando Olañeta y Castro interrumpieron su marcha hacia Potosí y regresaron a Condo-Condo, Díaz Vélez abandonó el 29 de octubre la ciudad con 500 hombres y se reunió con Belgrano en Macha el 6 de noviembre; al día siguiente llegó al lugar Zelaya con el resto de la división de Cochabamba.
Pezuela ignoró la posición de Belgrano hasta fines de octubre y eso permitió al jefe patriota dedicarse a la reorganización de sus fuerzas, para lo cual pidió auxilios a Buenos Aires, a los gobiernos de Jujuy, Salta y Tucumán y a las provincias ocupadas: Chuquisaca, Santa Cruz de la Sierra y Charcas. Gracias a su capacidad organizadora y a la ayuda de las poblaciones del Alto Perú, desde comienzos de noviembre se hallaba en condiciones el ejército auxiliar para operar nuevamente.
Belgrano obtuvo ayuda de Francisco Ortiz de Ocampo y recibió la incorporación de Díaz Vélez el 29 de octubre (con 300 fusileros y 3 cañones)
Al tener conocimiento de la derrota de Vilcapugio, el gobierno de Buenos Aires decidió reforzar a Belgrano con 1.000 hombres al mando de Carlos de Alvear; pero Belgrano anunció que se encontraba nuevamente repuesto y sugirió que fuesen dedicadas todas las fuerzas disponibles al ejército sitiador de Montevideo y a la protección de la capital. El 27 de noviembre el gobierno anunció a Belgrano la determinación le dejar sin efecto el envío de los refuerzos anunciados.
Pezuela tenía dificultades para aprovisionar de víveres a su ejército a causa de la actitud hostil de la población; los transportes desde Oruro, La Paz y el Desaguadero eran lentos, pero supuso que, si pasaba el tiempo, Belgrano lograría reponerse y no tardaría en buscar el desquite y re-solvió atacarlo, con ese propósito inició la marcha desde Condo-Condo el 29 de octubre, socorrido por el cura Proveda de Corona, que le proporcionó 600 burros, algunas llamas de carga y muchos indios para transportar la artillería desmontada.
El 4 de noviembre llegó a Ancacato; en Sicasica dispersó a una concentración indígena que se proponía cortar las comunicaciones con el Desaguadero y La Paz; llegó a Cayampiyani el día 8; en diez días había logrado avanzar 75 kilómetros; el 12, desde los altos de Taquiri pudo ver al ejército patriota a dos leguas de distancia, alturas que bordeaban la pampa de Ayohuma, al parecer decidido a presentar batalla.