Arturo Frondizi fue el primer presidente argentino en realizar una visita a Estados Unidos de forma oficial. Estuvo desde el 19 de enero al 1 de febrero de 1959. El 19 de enero llegó a Charleston, Carolina del Sur, al otro día se dirigió rumbo a Washington en el avión oficial del presidente estadounidense, quién lo recibió en el aeropuerto.
Arturo Frondizi y su esposa Elena fueron alojados en el Hotel Blair House. Los medios de prensa estadounidenses cubrieron de forma auspiciosa la visita del mandatario argentino. El 21 de enero recibió la visita del secretario de Estado John Foster Dulles, quién le recordó que no existía problemas entre los países, que no tenía comentario en particular que hacer, pero que escucharía cualquier comentario que deseaba hacer, a lo que Frondizi respondió comentándole los avances durante el año que tuvo como presidente, aunque resaltó que aún faltaba solucionar el problema de la energía hidroeléctrica con el proyecto El Chocón en la Patagonia y la cuestión siderúrgica, Dulles expresó admiración por las medidas tomadas por el gobierno argentino y volvió a decir que el gobierno estaba abierto para discutir cualquier asunto. Frondizi recibió en Blair House al presidente del Banco Eximbank, Samuel Waugh, y a Eugene Black, presidente del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.
Frondizi brindó un discurso ante ambas Cámaras del Congreso Estadounidense, en donde dijo:
Un pueblo pobre y sin esperanzas no es un pueblo libre. Un país estancado y empobrecido no puede asegurar las instituciones democráticas. Por el contrario, es campo propicio para la anarquía y la dictadura [...] Dejar en el estancamiento a un país americano es tan peligroso como el ataque que pueda provenir de una potencia extracontinental. La lucha contra el atraso de los pueblos reclama mayor solidaridad del hemisferio que la promovida por su defensa política o militar. La verdadera defensa del continente consiste en eliminar las causa que engendran la miseria, la injusticia el atraso cultural.
Frondizi se reunió con Eisenhower el 22 de enero en la Casa Blanca. Frondizi volvería a resaltar los logros al llevar un año de gestión, y reiteró que la Argentina necesitaría créditos para energía hidroeléctrica y producir acero. Luego mencionó el conflicto de límites peruano-ecuatoriano, todos los presentes estaban de acuerdo en que la solución al conflicto sería de gran importancia para todo el continente.
A continuación Eisenhower le dijo a Frondizi que los miembros de su gobierno estaban observando el progreso realizado en Argentina, y admiraban el coraje y liderazgo del presidente. Frondizi durante un discurso ante la OEA denunció el deterioro de los términos del intercambio en la región y apoyó la Operación Panamericana del presidente Juscelino Kubitschek, que tenía como meta el desarrollo y formación de capital en América Latina. Tras descansar en Williamsburg, Frondizi se dirigió a Chicago, donde asistió a un banquete invitado por los directivos de la International Packers Company y a una comida organizada por el alcalde de aquella ciudad. Después de volar hacia Detroit para visitar las empresas Ford y General Motors. De paso a Nueva York se encontró con Eleanor Roosevelt, asistió a una recepción ofrecida por los presidentes del First National City Bank of New York y del Chase Manhattan Bank y el alcalde de la ciudad lo saludó por su visita.
El 23 de enero de 1959 el presidente Arturo Frondizi, habla en la sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos en Washington. Sentados detrás de él están el vicepresidente Nixon y el presidente de la Cámara de Representantes, Sam Rayburn.
El presidente Dwight D. Eisenhower recibe al presidente de Argentina, Arturo Frondizi y su esposa.
El presidente de Estados Unidos visitó la Argentina en febrero de 1960 en el marco de una gira que incluía Brasil, Chile y Uruguay. En Brasil asistió a la inauguración de la nueva capital del país, Brasilia obra del presidente desarrollista Juscelino Kubitschek. Frondizi invitó a Eisenhower a visitar Argentina cuando el mandatario argentino había ido a los Estados Unidos, hecho que aceptó. El Presidente solicitó al Congreso 600 millones de dólares con el fin de ayudar al hemisferio, y mantener la paz, en un contexto de crecientes cambios geopoliticos, y de creciente expansión del comunismo. Antes de su visita, Frondizi se reunión con el embajador de los Estados Unidos para coordinar la entrevista. Un tema candente era el de la aviación comercial. En una carpeta que presentó el Ministerio de Relaciones Exteriores, cita en una parte sobre la situación que se había creado por la Disposición n.º 18 del 25 de febrero de 1958 sobre restricciones en el transporte de pasajeros a compañías de aviación estadounidenses.
Ambos mandatarios emitieron la «Declaración de Bariloche» (un tratado sobre la protección de los parques nacionales), con la intención de promover un mejor nivel de vida para los países americanos.
La visita del presidente estadounidense reclamó una actualización de la documentación sobre los avances económicos.
Así la embajada Argentina en Washington D. C. envió a Frondizi un memorando del consejero financiero Roberto Alemann que detallaba el estado de las relaciones económicas entre ambos países. La agenda de conversaciones incluiría principalmente el papel estratégico que jugaba la tecnología en el manejo del progreso. También se habló del déficit técnico producto de la situación de las universidades, que para ello la Argentina necesitaba de técnicos expertos en la administración de empresas, administración pública y económica, se demandaba un programa financiero con el fin de su actualización técnica.
Operación Carnes
Otro tema en agenda fundamental era la "Operación Carnes", ambos países producían un nivel parecido de carne unos veinticinco años atrás, en ese lapso el país del norte había aumentado su producción en un 60%, mientras que la Argentina lo había disminuido un 10%. La Operación Carnes implicaba una tecnificación del agro con el objetivo de incrementar la producción agropecuaria, no solo en la región pampeana sino en nuevas áreas a explotar. Pero un memorando decía que Argentina exportaba cereales y carnes a precios más caros que las mismas materias primas que se hacían en Europa, por lo que la balanza de pagos daba un saldo desfaborable. Esto fue como consecuencia de dos hechos: en un momento el país se estancó en su desarrollo y sus productos los vendía a bajo precio. Estados Unidos tenía un stock algo abultado de estos productos con gran costo para su erario. Pero cuando Estados Unidos presentó sus balances mostró grandes perdidas del orden de millones de dólares en la venta de aquellos productos agrícolas que tenía en exceso. El memorando sugería que se podría revertir la situación. Entre algunos acuerdos para revertir la situación estaban, que los países acordaran no vender a Europa a bajo precio, una comisión mixta podría fijar precios, que Estados Unidos fijara nuevas rutas de comercio a otros países necesitados de alimentos. Desde la capital estadounidense Del Carril impartió algunas recomendaciones para la entrevista, una de ellas fue hacer recordar que Estados Unidos había interrumpido la importación de carnes curadas esgrimiendo razones sanitarias sin previo aviso. Cabe resaltar que sin intervención argentina, los laboratorios Plum Island suprimieron el sistema de carnes curadas. Mientras que los técnicos argentinos no encontraron en las latas ningún elemento contaminado con aftosa. El embajador interpretó aquella acción como una presión de los grandes frigoríficos que buscaban tener el monopolio de la compra de carnes en Argentina para exportar a Gran Bretaña.
El presidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower, en el comienzo de su visita a Mar del Plata el 26 de febrero de 1960. A su lado, el presidente de la República Argentina, Arturo Frondizi. La toma fue lograda por Cataldo Marone, quien trabajó como fotógrafo en las playas Bristol y Popular desde fines de la década del 40 hasta 1971.
Entre el 27 y el 29 de Febrero 1960 los presidentes Dwight Eisenhower y Arturo Frondizi estuvieron en Bariloche en el Hotel LLao LLao Eisenhower pronuncion algunos discursos , incluido la Declaración de Bariloche del 28 de febrero de 1960 para la proteccion de los parques nacionales.
Los presidentes Arturo Frondizi y John F. Kennedy llegaron a tener una buena relación personal e inclusive de consulta mutua sobre temas internacionales. Si bien ambos tenían posturas similares en lo político y económico, definieron en ciertos aspectos relativos a la seguridad en el hemisferio.
Por un lado Kennedy alentaba para contrarrestar la influencia cubana Alianza para el Progreso con el fin de ayudar a los países subdesarrollados y favorecía el cambio democrático en América Latina. Sin embargo, su administración respaldó una política de seguridad de características opuestas a la política exterior del gobierno de Frondizi, y precisamente en febrero de 1962 brindó un mensaje al país en el que defendió el principio de no intervención y el derecho de autodeterminación de los pueblos.
La Alianza para el progreso
La Alianza para el progreso implicaba una tranferencia de veinte mil millones de dólares para América Latina, Kennedy intentaba así prometer cumplir con los objetivos de la Operación Panamericana del presidente brasileño Juscelino Kubitschek.
También el gobierno estadounidense flexibilizó las negociaciones de acuerdos, y modifico en un principio, su vieja oposición a las industrias estatales de los países latinoamericanos. El gobierno de Kennedy daría préstamos a empresas estatales como la mexicana Pemex y la industria minera de Bolivia.
Con el mismo objetivo colaboró en la firma del Tratado de Montevideo que creó la ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio) y apoyó la Alianza para el progreso enunciada por el presidente estadounidense Kennedy en marzo de 1961.
En agosto de 1961 los ministros de Economía del continente se reunieron en Punta del Este, en donde Ernesto Guevara critico la Alianza para el Progreso. Terminada la conferencia Guevara se entrevistó en Montevideo con Richard Goodwin, enviado del presidente Kennedy. Allí Guevara propuso una coexistencia pacífica entre Cuba y Estados Unidos, a cambio de que Cuba no "exportara" su revolución por el resto de América Latina. Pero la propuesta cubana fue rechazada y al día siguiente de la reunión con Goodwin, Guevara viajó a Olivos, Argentina, para entrevistarse secretamente con Frondizi, en dicha reunión el ministro cubano le confirmó su idea de llevar la guerrilla al resto del continente.
Sabiendo esto Frondizi se entrevistó con Kennedy por primera vez en Nueva York por motivo de la XVI Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se habló del "problema cubano". Frondizi argumentó que el aislamiento de Cuba podía ocasionar que esta se adhiriera a la órbita de la URSS.
La crisis de los misiles
Tres meses después de su primera entrevista, después de gira por Canadá, India, Japón y Tailandia, Frondizi recibió una invitación de Kennedy para que hiciera una escala en Estados Unidos para reunirse de nuevo en Palm Beach, Florida. Los dos mandatarios volvieron a reunirse el 24 de diciembre de 1961 y hablaron de la cuestión cubana.
Frondizi años más tarde recordaría esa entrevista:
Conversamos a solas por expresa requisitoria del presidente Kennedy (...) claro indicio de la gravedad de las presiones que lo rodeaban. Expresamos a Kennedy nuestra discrepancia con las sanciones. Le señalamos con toda claridad que, si ellas se resolvían, la Argentina no acompañaría con su voto a Estados Unidos (...) Nuevamente hicimos conocer a Kennedy cuál era a nuestro juicio, la solución correcta: fortalecer el sistema continental, pero por el camino positivo de la democracia representativa (...) El presidente Kennedy no puso reparos de fondo a nuestro planteo, aunque señaló la necesidad política imperiosa de hacer algo respecto de Cuba, sobre todo por razones de política interna norteamericana. Arturo Frondizi.
Kennedy quiso que Argentina fuese el mediador entre Estados Unidos y Cuba en el conflicto de la «crisis de los misiles», ya que estos dos países vivían un enfrentamiento muy grave motivado por el temor de Estados Unidos a que Cuba pudiese tener a su disposición armas nucleares provenientes de la Unión Soviética apuntando hacia su territorio. De ahí que se alentara a petición del presidente estadounidense a que se celebrase una reunión entre Frondizi y Ernesto Guevara para que se tratase el espinoso tema además de que se intentara encaminar las relaciones entre los dos países después de que los estadounidenses fracasasen en invadir la isla de Cuba.
Así Frondizi intentó acercarse como mediador entre ambos bandos de manera neutral, pero, por presiones militares, el 8 de febrero de 1962 se vería forzado a romper relaciones con La Habana.
El presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, el presidente Arturo Frondizi y otros asisten a una conferencia de desayuno en la Suite del Presidente en el Hotel Carlyle, Ciudad de Nueva York, Nueva York el 26 de septiembre de 1961. El Jefe de Protocolo de los Estados Unidos, Angier Biddle Duke, está a la izquierda del Presidente Kennedy. De pie en el fondo: Asistente Especial de Presidente, Richard N. Goodwin; Agente del Servicio Secreto de la Casa Blanca, Jerry Blaine.
El presidente de Estados Unidos John F. Kennedy y el presidente Arturo Frondizi asisten a una conferencia de desayuno en la Suite del Presidente en el Hotel Carlyle, Ciudad de Nueva York, Nueva York el 26 de septiembre de 1961. El Secretario de Estado de izquierda a derecha Dean Rusk; Presidente Frondizi; El intérprete del Departamento de Estado, Donald Barnes (parcialmente oculto); El presidente Kennedy; Canciller de la Argentina Miguel Angel Cárcano.
El presidente de Estados Unidos John F. Kennedy con el presidente Arturo Frondizi y otros el 24 de diciembre de 1961, ambos presidentes se reunieron en la casa de C. Michael Paul en Palm Beach, Florida
El presidente John F. Kennedy se reúne con el presidente de Argentina,En la foto aparecen sentados (de izquierda a derecha) el Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Dr. Miguel Angel Cárcano; El presidente kennedy; Presidente Frondizi; Embajador argentino en Estados Unidos, Dr. Emilio Donato del Carril. De pie de izquierda a derecha el Subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Robert Woodward; El Dr. Carlos Ortiz de Rosas y el Dr. Oscar Camilión, ambos de la oficina exterior de Argentina.