El paso del Alto Paraná

La idea de cruzar el río por el paso de Ibaricary (o Ibirricury, actual Ituzaingó) hacia la isla Apipé para dirigirse hacia el pueblo misionero de San Cosme y Damián fue abandonada por falta de embarcaciones

Recibió entonces la suma de 16000 pesos para pagar los sueldos del ejército "asegurando que ello contribuirá a mantenerlo en rigurosa disciplina".

Belgrano se dirigió al paso de Caraguatá para apoderarse de un barco que un gallego estaba construyendo y que se había salvado de la destrucción de todas las embarcaciones ordenada por Velasco. Desde allí, el 6 de diciembre, Machain se dirigió al pueblo misionero de Santa María de la Candelaria para observar la anchura del río en ese lugar, retornando poco después. Machaín partió nuevamente hacia Candelaria por el Paraná con un bote artillado con un cañón y canoas que encontró en la zona. Avanzando por tierra, el 15 de diciembre, Belgrano llegó Candelaria dejando sus dos divisiones sobre la margen izquierda del río Igarupá [Garupá], a 9 km de distancia, a la espera de que bajaran las aguas. El día siguiente, la segunda y tercera división cruzaron ese río y llegaron a Candelaria. A las 21:30 horas arribó la vanguardia de Machaín que venía por el Paraná.

Por lo tanto, el día 17, las tres divisiones estaban reunidas y listas para cruzar el río. Ese día se envió un oficio al comandante paraguayo Thompson diciendo que no había cumplido su promesa de respetar el armisticio dado que "europeos" de su jurisdicción habían ingresado en la estancia "Santa María" de Bartolomé Coronel para robar. Thompson rechazó esa acusación. Belgrano avisó que pronto iba a cruzar el río y, cumpliendo con las instrucciones de la Junta del 29 de noviembre, amenazó con fusilar a todo aquel que "hiciera fuego a las tropas de su majestad el rey don Fernando VII" bajo su mando.

Combate de Campichuelo

Combate de Campichuelo

Oficios de Belgrano

Belgrano intentó hasta el último momento evitar el uso de la fuerza para someter a la provincia del Paraguay. Desde Ibaricary Belgrano dirigió oficios al gobierno, al cabildo y obispo de Asunción. El capitán de dragones Ignacio Warnes, secretario de Belgrano, llevó esas notas por el Paso del Rey. Pese a la relación de amistad que existía entre Velasco y los familiares de Warnes, este fue apresado por el capitán paraguayo Fulgencio Yegros y enviado engrillado a Asunción vía Ñeembucú, por haber traído además "papeles para particulares".

En sus oficios, Belgrano argumentó que la conducta de Velasco era, "ajena a un verdadero español" (sic), que estaba mal asesorado y le pidió que se retracte y "tranquilizando la provincia la ponga a mi disposición". Advirtió que separarse de la "obediencia" a Buenos Aires, daría lugar a una "guerra civil" que la definió como "la efusión de sangre entre hermanos, hijos de un mismo suelo y vasallos de un mismo rey". Belgrano insistió varias veces en la necesidad de evitar "los desastres de la guerra civil" según consta en los oficios dirigidos al Cabildo, al obispo de Asunción, a Thompson y también en las proclamas que dirigió a su tropa y a los paraguayos.

Cruce del río

Belgrano continuó la marcha hasta Candelaria, donde instaló su cuartel general y comenzó los preparativos para la operación nada simple de cruzar el río por aquel punto.

El 18 de diciembre hizo pasar a la otra orilla por sorpresa una partida de 10 soldados al mando de los sargentos Evaristo Bas y Rosario Avalos, utilizando pequeñas canoas. La partida llegó a territorio paraguayo y logró aproximarse a un pequeño destacamento en un claro llamado El Campichuelo, avanzada que fue atacada y dispersada, quedando dos hombres prisioneros en manos de los invasores.