El cambio climático

El progresivo incremento del efecto invernadero causa un aumento de temperaturas en todo el planeta, es decir, un calentamiento global que puede dar lugar a un aumento de la inestabilidad climática, lo que ha producido una alarma científica y social.

¿Qué es el cambio climático?

En la actualidad la superficie del planeta está en una fase de calentamiento que puede modificar de forma importante el clima. Se supone que se está alterando el balance de radiación solar en el sentido de que una parte de la emisión calorífica que la Tierra envía al espacio quedaría retenida, lo que se conoce como efecto invernadero.
Este efecto existe desde hace mucho tiempo en el planeta y ha sido muy importante para el desarrollo de la vida. Se calcula que sin efecto invernadero la temperatura media del planeta sería de —17 °C, en vez de los 15 °C actuales. El problema no es, pues, la aparición de un efecto nuevo, sino que el que siempre existió parece incrementarse y producir un recalentamiento.
Existe una Comisión Intergubernamental sobre el Cambio Climático, que en el verano de 1992 presentó algunas conclusiones que conviene consideran:

  • Se acepta que la temperatura media global del aire ha aumentado entre 0,3 y 0,6 °C en los últimos cien años.
  • La magnitud de este incremento entra dentro de la variabilidad climática conocida y no es, por tanto, una prueba concluyente de la existencia de un cambio global.
  • Hará falta al menos una década para detectar inequívocamente el aumento del efecto invernadero, a partir de las observaciones.


¿Cómo se produce el cambio climático?

La acumulación en la atmósfera de una serie de gases es la causa que explica el exceso de efeCto invernadero que parece darse en la actualidad.

El principal gas responsable del efecto invernadero es el vapor de agua, debido a su capacidad para absorber una parte importante de la radiación infrarroja que desde la Tierra se devuelve al espacio. Hay una parte de la radiación infrarroja que se llama la «ventana atmosférica», ya que retorna al espacio sin apenas interferencias. Gracias a ello se evita el excesivo caldeamiento de la atmósfera.

Ahora bien, hay una serie de gases en pequeñas concentraciones, pero que se van acumulando en los últimos años. El problema de estos gases es que absorben intensamente el infrarrojo y muchos de ellos precisamente absorben las ondas de la «ventana atmosférica».

Por su cantidad, el gas más importante es el dióxido de carbono, que representa un 0,03% en volumen del aire y que se incrementa con una tasa anual del 0,4%. El incremento de este gas en la atmósfera se debe tanto al aumento de las emisiones como a la eliminación de grandes superficies de bosque que dejan de asimilado en la fotosíntesis.

El segundo gas en importancia es el metano, que tiene una concentración doscientas veces menor que el dióxido de carbono, pero que crece a una tasa anual del 1 %. Este gas se origina por fermentaciones sin oxígeno y se emite en cantidades importantes desde los pantanos y arrozales. También las fermentaciones digestivas del ganado y de las hormigas blancas que ocupan los termiteros producen cantidades considerables de gas metano.


¿Qué efectos puede tener el cambio climático?

Se ha especulado mucho sobre el efecto que tendría un calentamiento atmosférico. La mayoría de las previsiones se hacen con modelos de circulación atmosférica en los que se supone una cantidad de dióxido de carbono doble de la que existe en la actualidad. En ese escenario todas las predicciones apuntan a un incremento de la temperatura media que oscilaría entre 1,5 y 4,5 °C.

Los aumentos térmicos previstos varían no solo en su magnitud, sino también en su distribución en el espacio, y la misma Comisión Intergubernamental antes citada aconseja que se tomen con ciertas reservas.

El posible cambio del régimen de precipitaciones es una de las mayores preocupaciones de cara al futuro. Las predicciones en este terreno son todavía más inseguras, pero en lo que por desgracia coinciden es en que se espera una disminución de las precipitaciones de menor intensidad y un incremento de las más caudalosas, así como una mayor concentración de las épocas lluviosas. Estas variaciones pueden afectar a la retención de agua por los suelos y hacer que se acentúan las épocas de sequía.

El aumento de temperatura y las alteraciones en el régimen de precipitaciones pueden producir cambios en la distribución de los seres vivos y de los cultivos.

La fusión de los hielos polares y el consiguiente aumento del nivel del mar es otro de los efectos del cambio climático que más preocupa, ya que afectan a las zonas costeras, donde viven dos quintas partes de la población mundial.


¿Cómo se puede evitar el cambio climático?

Los esfuerzos para evitar la amplificación del efecto invernadero deben concentrarse necesariamente en la reducción de las emisiones de los gases que lo originan.

El vapor de agua no es en principio un problema, aunque preocupa que se vaya acumulando en la estratosfera como consecuencia de la entrada en ella de metano, que, al oxidarse, produce agua.

Es importante, por tanto, controlar en lo posible las emisiones de dióxido de carbono y metano, así como intentar detener la deforestación de las zonas tropicales y llevar a cabo repoblaciones en las zonas templadas.


Bosque después de un incendio

Bosque después de un incendio.
Los largos períodos de sequía favorecen los incendios.  El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el agua perdida del sustrato. No obstante, cuando la humedad del terreno desciende a un nivel inferior al 30 % las plantas son incapaces de obtener agua del suelo, con lo que se van secando poco a poco. Este proceso provoca la emisión a la atmósfera de etileno, un compuesto químico presente en la vegetación y altamente combustible. Tiene lugar entonces un doble fenómeno: tanto las plantas como el aire que las rodea se vuelven fácilmente inflamables, con lo que el riesgo de incendio se multiplica. Y si a estas condiciones se suma la existencia de períodos de altas temperaturas y vientos fuertes o moderados, la probabilidad de que una simple chispa provoque un incendio se vuelve significativa.



Deshielo en el glaciar Perito Moreno (Argentina).

Deshielo en el glaciar Perito Moreno (Argentina).
Durante ese proceso, las aguas destruyen el frente de avance del glaciar Perito Moreno (correspondiente al campo de hielo patagónico sur), el cual, al cruzar el lago y tocar tierra en la margen opuesta, crea un dique natural que anula el drenaje de los excesos hídricos correspondientes a la cuenca de ese brazo. A causa de esta demolición del dique de hielo se producen enormes desplomes de masas glaciarias, que en ocasiones presentan enormes tamaños y pesos, las que caen a las aguas del lago con poderosos estruendos. Por su espectacularidad, rareza y comodidad de observación, suele ser considerado un acontecimiento turístico destacado.



Investigadores españoles han medido la degradación del suelo del planeta con un método denominado Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Se trata de una metodología científica que analiza el impacto ambiental de las actividades humanas en el que por prime

Investigadores españoles han medido la degradación del suelo del planeta con un método denominado Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Se trata de una metodología científica que analiza el impacto ambiental de las actividades humanas en el que por primera vez se incluyen indicadores de desertificación. Los resultados demuestran que el 38% del planeta son zonas áridas en riesgo de desertificación.