Contaminantes del agua

Ciertas actividades humanas producen residuos que pueden contaminar el agua modificando sus condiciones naturales y dejándola inservible para muchos de sus usos, como el consumo humano y el riego de cultivos.

La contaminación del agua

Se denomina contaminación del agua a cualquier actividad natural o humana que modifique sus condiciones naturales.


Cómo se contamina el agua

Podemos distinguir entre contaminación natural y contaminación humana.

  • Hay procesos de contaminación natural del agua, producidos de forma inevitable por las fuerzas de la naturaleza. Por ejemplo, una erupción volcánica, una gran torme la descomposición de materia orgánica en un pantano, un escape natural de petrólec desde su yacimiento, etc., son procesos que pueden contaminar el agua.
  • Pero la verdadera preocupación viene de la contaminación humana, que es capaz de transformar totalmente los medios acuáticos.

Cuando los seres vivos usan el agua, la devuelven al medio con menos calidad, pero la naturaleza dispone de mecanismos que le restituyen su pureza, para que pueda ser utilizada de nuevo. Los seres humanos vertimos a los medios acuáticos grandísimas cantidades de residuos, que hacen imposibles los procesos de reciclaje y depuración naturales de las aguas. Por eso muchos medios acuáticos están contaminados.


Los usos del agua y su impacto ambiental

Utilizamos el agua para muchas actividades. Cada una de estas contamina el agua de forr química, física o vertiendo productos sólidos de muy diferente naturaleza.

  • Son contaminantes químicos los abonos, pesticidas, detergentes, aceites, colas, disolventes, derivados del petróleo, etc.
  • Se consideran contaminantes físicos las emisiones de calor, radiaciones de residuos nucleares, etc.
  • Los productos sólidos vertidos son: plásticos, alquitrán, fuel, madera, fragmentos de minerales o rocas, polvo, etc.


Tipos de contaminantes del agua

En función de su naturaleza, los contaminantes pueden ser de varios tipos, y producen también diversos efectos: 

  • Contaminante de tipo físico: la variación de la temperatura del agua. Las centrales nucleares necesitan refrigerarse, y, como resultado de este proceso, vierten a los ríos aguas con temperaturas elevadas, lo que supone una disminución del contenido de oxígeno disuelto. Por otra parte, las centrales hidroeléctricas vierten aguas a los ríos con temperatura más baja. En ambos casos hay una modificación de la fauna y de la flora y una alteración de sus ciclos biológicos.
  • Contaminante de tipo químico: la presencia de metales pesados en el agua. Estos metales pesados proceden de la infiltración de vertederos, lo que provoca unos efectos tóxicos que pasan a los seres vivos a través de las cadenas tróficas.
  • Contaminante de tipo biológico: la presencia de microorganismos en el agua. Los virus, bacterias y protozoos proceden de aguas residuales domésticas (las aguas fecales) y pueden provocar enfermedades de tipo infeccioso como hepatitis, tifus y gastroenteritis.


El problema de los vertidos industriales

Existe una gran diversidad de industrias que producen residuos, de toxicidad variable, que son vertidos a cursos de agua. Ejemplos de estas industrias son las fábricas de papel, o las químicas. Durante los procesos de fabricación que se siguen en estas instalaciones, se producen sustancias que se eliminan disueltas en agua. Esta agua contaminada se desecha y acaba dirigiéndose a un cauce natural o artificial.

La normativa vigente exige a este tipo de industrias que realicen una depuración de las aguas residuales antes de verterlas. Si bien muchas industrias cumplen la normativa y, cada vez más, los vertidos son más inocuos, es casi inevitable que se produzcan vertidos accidentales, en determinadas ocasiones, lo que pone en peligro los ecosistemas acuáticos cercanos a las instalaciones industriales.

Este tipo de contaminación es química: lo que se vierte a las aguas son sustancias químicas extrañas para los ecosistemas, que tienen efectos diversos y gravedad variable.

Existe otro tipo de instalaciones que producen una contaminación de las aguas de origen diferente. 

Es el caso de las centrales térmicas y nucleares, en las que se utiliza agua para refrigerar algunos de los componentes. El agua que sale de estas instalaciones está limpia, pero su temperatura es alta. El riesgo en este caso es la contaminación térmica: el vertido de estas aguas eleva la temperatura de los ríos y los lagos, lo que también afecta a los seres vivos.

diversos usos del agua

Aguas residuales

Aguas residuales
Las aguas residuales de las explotaciones ganaderas contienen nitratos, que pueden provocar efectos tóxicos en los seres vivos de las aguas sobre las que han sido vertidos.



Residuos nucleares radiactivos

Residuos nucleares radiactivos
Los residuos nucleares radiactivos son peligrosísimos. Por eso el proceso de almacenaje se debe realizar tomando muchas medidas de precaución.



Aguas contaminadas.

Aguas contaminadas.
En algunos casos, la contaminación puede acabar con la vida en el agua



Central Nuclear Embalse

Central Nuclear Embalse 
La energía nuclear contribuye al cumplimiento del Protocolo de Kioto por su competitividad y por la reducción de emisiones de CO2. Esta fuente de energía no genera gases ni partículas causantes del efecto invernadero, uno de los principales problemas ambientales en el mundo.
Además, las centrales nucleares no tienen dependencia de factores estacionales o climáticos y pueden ser instaladas cerca de los centros de consumo. El combustible que se utiliza, el uranio, es abundante en la naturaleza y no tiene otra aplicación.
Las plantas de energía nuclear están sujetas a un estricto control reglamentario difícil de igualar por otras actividades industriales. Este marco institucional contempla todas y cada una de las fases que componen el ciclo de producción, así como la protección de los trabajadores de la central y del público en general, y el desmantelamiento de la planta al final de su vida útil.