La prensa cómplice

La prensa gráfica fue un sector clave en la campaña de propaganda militar durante la última dictadura de 1976 La prensa fue concebida como un sector estratégico para quienes idearon, planearon y llevaron adelante la dictadura cívico-militar. Fue así desde un principio y centralmente por dos razones. En primer lugar, para ocultar las atrocidades y los crímenes cometidos (si se ocultaban, se garantizaban así evitar críticas y cuestionamientos). Y en segundo lugar, para legitimar el golpe y la posterior dictadura, convirtiéndose en una verdadera correa de transmisión, en una pieza clave en la operatoria de propaganda militar.

La estrecha relación entre la prensa y la dictadura relación no fue producto del azar o puro pragmatismo si no que hubo un plan sistemático en el que existió el control, la manipulación, la censura, la represión y la intervención estatal en negocios empresariales.

El 24 de marzo de 1976, el autodenominado “Proceso de Reorganización nacional” dio a conocer el comunicado Nº 19 mediante el cual indicaban que sería "reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo.” Por otro lado, también sería castigado “con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de la Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales”. Inmediatamente después del golpe, el gobierno ideó un mecanismo de censura: antes de pasar por la imprenta, los diarios deberían enviar copias de prueba de su edición completa al gobierno militar para ser aprobada. El mecanismo alargaba tanto el proceso de edición e imprenta que duro apenas un día medio y en su lugar se establecieron determinados principios y criterios, resumidos en 14 máximas, que los medios deberían obedecer.

En el marco de este clima, muchos de los grandes medios gráficos fueron más allá de limitarse a cumplir órdenes y respetar estas máximas. Se convirtieron prácticamente en voceros de las Fuerzas Armadas en el poder, replicando en sus páginas sus argumentos, visión, y hasta el mismo vocabulario. Es imposible mencionar en una sola nota la cantidad innumerable de ejemplos de la nefasta campaña de propaganda llevada adelante por algunos diarios y revistas. Reflejaremos aquí sólo algunos.

Editorial Atlántida con la: farándula y política golpista

La campaña de prensa a favor de la dictadura militar comenzó antes del 24 de marzo de 1976. Para los primeros días de marzo, la mayoría de los medios gráficos comenzaron a dedicar más espacio dentro de sus ediciones a las noticias y temas que tenían que ver con las Fuerzas Armadas, sus integrantes, sus actividades, etc. Las revistas Somos, Gente y Para Ti, pertenecientes al grupo editorial Atlántida, son de las que más apoyaron y difundieron la campaña pro dictadura, inclusive antes del golpe. De la mano de Samuel “Chiche” Gelblung inauguraron el estilo de mezclar farándula con política, eso sí golpista. En su último número de 1975, la revista Gente destacó como central una nota titulada “Noche buena con Videla en Tucumán” mediante la cual hicieron la presentación en sociedad de Jorge Rafael Videla, como vocero de los planes de las Fuerzas Armadas. La prensa apoyo al golpe de Estado en forma abierta y cabal, revistas coo "Somos" , "Gente" y otras publicacines de la editorial Atlántida fueron un fuerte respaldo al golpe de Estado , como asi los diarios de principal tirada como Clarin , La opinon y Nacion entre otros

Clarín y La Nación: entre el apoyo y los negocios

Clarín y La Nación eran dos grandes medios gráficos y de tradición cuando se produce el golpe, el primero tenía 31 años de existencia, mientras que el segundo 106. Ambos apoyaron el golpe desde sus inicios. En el primer editorial de Clarín al otro día del golpe se afirmó que “se abre una etapa con renacidas esperanzas” y que “la acción de las Fuerzas Armadas se En abril de 1977, Videla anunció en conferencia de prensa que los familiares del empresario David Graiver (muerto sospechosamente el año anterior), quienes además eran los accionistas de Papel Prensa, habían sido detenidos y que la Junta Militar había decidido “la prohibición de administrar y disponer de sus bienes”. Ese mismo día, Clarín, La Razón y La Nación, se quedaron con Papel Prensa. Así culminaba una serie de maniobras y negociados iniciados un año antes entre Videla y los dueños y gerentes de esos diarios para asociarse y quedarse con Papel Prensa.

La Nación y Clarín, aún hoy continúan siendo socios del Estado en la única empresa que produce pasta de celulosa para hacer papel de diario en este país y abastece a más de 170 diarios. Una muestra más de que los empresarios no fueron cómplices, fueron partícipes de la política y los negocios de los militares durante la última dictadura.ha caracterizado por una ponderada decisión de la que ha estado ausente la prepotencia revanchista o la innecesaria utilización de la fuerza”.

La Prensa cómplice del terrorismo de Estado

Prensa cómplice del terrorismo de Estado
La prensa apoyo al golpe de Estado en forma abierta y cabal, revistas como "Somos" , "Gente" y otras publicaciones de la editorial Atlántida fueron un fuerte respaldo al golpe de Estado , como asi los diarios de principal tirada como Clarín , La opinión y Nación entre otros