En 1854, Sarmiento fue electo diputado a la legislatura del Estado de Buenos Aires (tal la denominación que se había dado la provincia separada en una constitución dictada ese mismo año) y rechazó la designación de diputado por Tucumán en el Congreso con asiento en Paraná. Intentó entrar al país por San Juan y pudo regresar a Buenos Aires en 1855, por Mendoza y Santa Fe. Sarmiento tomó partido en la guerra civil al lado de Mitre. Llegó a un Buenos Aires, según él, mucho más igualitario y abierto que Santiago de Chile. Buenos Aires era dueña de los recursos fiscales de la aduana y tenía un Banco emisor, su atmósfera era de incipiente republicanismo.
Asumió la dirección del periódico El Nacional, publicó una memoria sobre Educación común que presentó al Consejo Universitario de Chile, complementaria de Educación popular, ejerció funciones legislativas y ejecutivas. Sarmiento acumuló cargos: fue senador, diputado, concejal de la ciudad, jefe del Departamento de Escuelas, convencional en la convención examinadora de la Constitución Nacional y en la convención que de inmediato se reunió en Santa Fe, y ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del Estado de Buenos Aires.
Participaba en cuanta lid periodística se presentaba, transaba y pactaba coaliciones circunstanciales. Usó con tal propósito al periodismo y a las funciones en el gobierno o en la legislatura, pero persiguió siempre metas progresistas. Sarmiento luchó en defensa de la ciudadanía, la educación pública y la transformación agraria.
El Ferrocarril Oeste, símbolo de la autocapitalización que había logrado Buenos Aires, en la estación Del Parque. |