Cuando se produjo el levantamiento mitrista de setiembre de 1874, se hallaba al frente del gobierno de la provincia de Buenos Aires, con carácter provisional, el coronel Alvaro Barros, a quien sucedió el 19 de mayo de 1875 Carlos Casares, vinculado a los progresos rurales de la provincia, fundador de cabañas e introductor de tipos de ganado de raza europea para el refinamiento y la reproducción; vicegobernador era Luis Sáenz Peña.
Bajo su gobierno se celebró en la capital la primera exposición rural, con la cooperación de Eduardo Olivera, en la cual los productos presentados por Carlos Casares obtuvieron los primeros premios. Se inició así una emulación entre los hacendados de la provincia para superar la antigua guerra de las armas por una guerra pacífica tendiente a lograr los mejores productos en sus estancias.
Carlos Casares impulsó también las obras de salubridad de la capital, hizo habilitar para cementerio las tierras adyacentes a la antigua Chacarita de los Colegiales y fundó los pueblos de Brandsen, Balcarce, Suipacha, Colón y General Conesa, e invirtió hasta siete millones de pesos en nuevas líneas telegráficas en la campaña del sur y del oeste. Y en otro terreno, designó a Sarmiento superintendente de las escuelas de la provincia, para dar mayor in-cremento a la expansión de la educación popular. Contribuyó a la provisión de caballadas para las tropas que intervenían en la campaña contra los indios, respondiendo a un pedido de Alsina al Senado de la provincia.
A Carlos Casares le sucedió, después de una reñida lucha interna, en que aparecieron candidatos Antonino Cambaceres y Aristóbulo del Valle, auspiciados por fracciones del partido autonomista, Carlos Tejedor, antiguo miembro de la Asociación de Mayo, emigrante en la época de Rosas, de larga actuación como jurisconsulto desde 1853, publicista que habría de ser autor del Código penal en 1889; muy respetado y escuchado, de carácter austero, correctísimo en su actuación administrativa y política pero siempre porteño y no figura de relieve provincial o nacional.
Su candidatura resultó de un acuerdo para mantener la unidad del partido autonomista. Asu-mió el mando el 1° de mayo de 1878. Su gobierno impulsó la colonización, por ejemplo, los campos de Olavarría, con familias ruso-alemanas, e inició los desagües en la campaña de la provincia. A fines de 1878 protestó contra la ley del Congreso nacional que dividió los desiertos conquistados por las expediciones militares de Alsina erigiéndolos en territorios nacionales, aduciendo que parte de ellos pertenecían a Buenos Aires desde la expedición de Rosas en 1833. Pero Avellaneda no respondió a esa reclamación de Tejedor. En la fórmula electoral, acompañaba a Tejedor otro proscripto, Félix Frías, para la vicegobernación; una vez triunfantes, Frías renunció a la investidura rara seguir su labor en el Congreso y en su lugar fue designado José María Moreno.
Carlos Casares fue electo en 1875 como Gobernador de Buenos Aires, cargo que asumió el 1 de mayo de ese año. Entre su obra de gobierno puede mencionarse la sanción de la Ley de Educación Común provincial, la expansión de los ferrocarriles en la provincia en más de 600km, la autorización para la fundación de pueblos como Necochea, General Conesa y Colón, así como la expedición contra los indígenas del sur comandada por Adolfo Alsina, entonces Ministro de Guerra de la Nación. En 1878 concluyó su período como gobernador.