La zanja Alsina

La Zanja de Alsina o Zanja Nacional fue un sistema defensivo de fosas y terraplenes con fortificaciones -compuesto de fuertes y fortines- construidos en el oeste de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, entre 1876 y 1877,​ sobre la nueva línea de frontera de los territorios bajo el control del gobierno federal en el período inmediato anterior a la Conquista del Desierto. 

El proyecto de Alsina de defender el desierto conquistado por una larga y costosa zanja era una concepción de tipo faraónico, pero no era insalvable. 

Decía Alsina: "En este punto el gobierno está resuelto a no omitir gastos; ha de hacer el foso que dejo indicado, inviértase en él el tiempo que se invierta, debiendo tener 4 varas de ancho por 3 de profundidad y cayendo toda la tierra que se extraiga sobre la parte inferior". La dirección de las obras fue confiada al ingeniero Alfredo Ebelot. 

Entre Guaminí y Trenque Lauquen trabajaron dos regimientos de guardias nacionales y una cuadrilla de 60 a 80 peones; hacia el norte, hasta Italó (Wita-lo) se contrató a una empresa privada que empleaba 300 personas. El foso-zanja tenía 2 metros de profundidad, 3 de anchura y un parapeto de 1 metro de alto por 4,50 de ancho. El fondo era de sólo 60 cm. Variaba cuando el terreno era duro y rocoso. En julio de 1877 se habían ejecutado 374 km de foso.

Fortin Maipu

Fortín Maipu dibujo de Fortunity

 La nueva línea de la frontera estaba a cargo de seis comandancias con sus fuertes respectivos: Bahía Blanca, 89.000 metros; Puán, 80.000; Carhué, 52.000; Guaminí, 98.000; Trenque Lauquen, 152.000; Italó, 13.000. Se levantaron sobre esa línea 109 fortines a una distancia de una legua, más o menos, uno de otro; en algunos casos la distancia era de hasta 4 leguas. Cada fortín se formaba en un terraplén circular rodeado de un foso, una pequeña habitación y un mangrullo para la observación, todo ello a cargo de un oficial y de ocho o diez soldados que debían realizar descubiertas diariamente a lo largo de la línea.

No obstante todos los inconvenientes y la inseguridad que dejaba la costosa zanja, las operaciones de Alsina dieron un incremento de 56.000 km2 a la explotación ganadera; acortó 186 km la frontera bonaerense que medía 610 km; empujó a los indios más lejos en el desierto; se instalaron al amparo de la conquista lograda cinco pueblos nuevos; se exten-dió la red telegráfica a las comandancias militares de los pueblos de Guamini, Carhue y Puán recién fundados; se abrieron nuevos caminos.

Apenas construida la zanja, murió Alsina, y su sucesor, Roca, concibió, no un sistema defensivo, sino una ofensiva de gran alcance, una especie de malón invertido de las tropas nacionales contra las tolderías indígenas


Zanja de Alsina

El proyecto consistía inicialmente en la excavación de un foso que atravesara el territorio desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Atlántico, trazado en forma paralela al curso del Río Colorado y fue conocido como “La Zanja de Alsina”. Las dimensiones previstas para este foso eran 610 kilómetros de longitud y tres metros de profundidad, angostándose al metro y medio en el fondo, a similitud de una “pirámide invertida”