Agustín Pedro Justo nació el 26 de febrero de 1876 en Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, es hijo de un importante político correntino, de igual nombre. Instalado con su familia en Buenos Aires, ingresa al Colegio Militar en el arma de Artillería. Estudia además en la Universidad de Buenos Aires donde se recibe de ingeniero civil.
Entre 1915 y 1922 es director del Colegio Militar, contribuye a formar siete promociones de oficiales y ejerce notable influencia en los medios castrenses. Antiguo revolucionario de 1890, admirador de Bartolomé Mitre, descripto como sagaz, astuto y envolvente, por sus aliados y adversarios, logra durante su paso por el Ministerio de Guerra, bajo el gobierno de Marcelo T. de Alvear, anudar excelentes relaciones con el radicalismo antipersonalista
Se lo implica en una conspiración para evitar el segundo ascenso a la presidencia de Hipólito Yrigoyen, pero debe conformarse ante su incontrastable victoria.
Creció hasta tener el rango de General y por un breve período luego de la revolución de 1930 sirvió como Comandante en Jefe en el Ejército. Fue elegido Presidente en Noviembre de 1931. Asume la presidencia de la Nación en 1932. Siendo militar muestra buenos reflejos políticos y durante los primeros años de su administración, se enfrentó con la reconstrucción política y económica del país. durante el gobierno de Justo, la Argentina se reintegra a la Liga de las Naciones, de la que se había separado en 1920 y su ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Carlos Saavedra Lamas, recibe el premio Nobel de la Paz, por su intervención en el conflicto boliviano-paraguayo
A través de sus actos presidenciales, fue considerado más moderado que su predecesor, José Félix Uriburu. Durante la Segunda Guerra Mundial, Justo se opuso a la política neutral del Presidente Ramón Castillo, aconsejando que Argentina declarara la guerra al Eje. Luego de que Brasil declarara la guerra a Alemania e Italia (agosto de 1942), Justo aceptó un cargo como General en la armada brasilera. Su muerte, el 10 de enero de 1943, eliminó de la arena política al peor enemigo de Castillo