La batalla de Camacuã

La batalla de Camacuã fue un enfrentamiento producido el 23 de abril de 1827 entre las tropas del Ejército Argentino y las del Imperio del Brasil, enfrentados por el control de la Banda Oriental.


La Batalla

El ejército argentino había abandonado el territorio brasileño después de la victoria en la batalla de Ituzaingó por la falta de suministros y por el mal estado de la caballada, pero el 13 de abril había retomado Bagé y avanzado al encuentro de las tropas imperiales.
La caballería brasileña se acercó al campamento argentino, produciendo algunas escaramuzas, favorecidos por mejores caballos, por lo que el general Lucio Norberto Mansilla decidió atacarlos por sorpresa para disersarla, además de quitarle caballos. Tras marchar toda la noche, secundado por los generales José María Paz y Anacleto Medina, el día 23 al amanecer atacaron a las posiciones brasileñas, aunque la densa niebla impidió un éxito completo: los brasileños se retiraron a toda marcha, siendo atacados en el camino y expulsados más allá del río Camacuá. Fue un combate puramente de caballería, aunque muchos de los soldados iban montados. Las fuentes coinciden en que no hubo bajas en el bando argentino, pero son discordantes sobre las bajas brasileñas: Mansilla informó 50 muertos, y Paz recordó en sus memorias a «5 o 6 muertos», aunque podrían ser solamente en el área en que combatió su regimiento

Lucio Norberto Mansilla

Lucio Norberto en 1826 fue designado "Comandante General de la Costa", cargo en el cual organizó varios cuerpos para el ejército, remitiendo al cuartel general todo el parque, armamento, vestido y caballadas. Finalmente fue él mismo al frente de una división y se incorporó al "Estado Mayor" del Ejército Argentino a las órdenes de Carlos María de Alvear el "Río Grande do Sul" en la Guerra del Brasil. Con posterioridad se desempeñó como jefe del asedio a la ciudad fortificada de Montevideo que se encontraba ocupada por los brasileños.