En 1908 dieron fruto las vastas investigaciones arqueológicas que venía realizando desde tiempo atrás en el noroeste argentino: En Tilcara pudo identificar una antigua población indígena. Desde entonces, en aquel lugar de la Quebrada de Humahuaca, se realizaron excavaciones en forma prolongada y sistemática que aportaron un rico material arqueológico y antropológico, revelador de toda una antigua cultura. Este hecho significó una piedra fundamental para la naciente arqueología nacional.
En la multifacética obra de Ambrosetti -que comprendió una enorme gama de estudios históricos, etnográficos, lingüísticos, arqueológicos y antropológicos- se incluyen trabajos sobre supersticiones y leyendas, sobre historia, lenguajes indígenas o utilización de metales en la zona de los valles calchaquíes. Fue también pionero en el estudio del folklore nacional y en utilizar el término en sentido estricto, es decir, definido como "el conjunto de tradiciones, leyendas, creencias y costumbres de carácter popular, que definen la cultura de una determinada región".
Siendo ya una figura destacada de la ciencia nacional, Ambrosetti fue designado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires, en 1910. En aquel momento, ya era reconocido en los ámbitos científicos de América y Europa y había representado al país en numerosos congresos científicos internacionales.
Murió en Buenos Aires el 28 de mayo de 1917.
En 1960 el Primer Congreso de Folklore, realizado en Buenos Aires, le acordó el título de "Padre de la Ciencia Folklórica Argentina". La labor iniciada por Ambrosetti en el Museo y en Tilcara fue asumida, luego de su fallecimiento, por su discípulo Salvador Debenedetti. Ambos son considerados los iniciadores en el país de la ciencia arqueológica.
La extensa obra de Ambrosetti quedó documentada en más de setenta publicaciones que constituyen el primer testimonio argentino de esa disciplina. |