El matrimonio

María de los Remedios de Escalada nació en Buenos Aires, el 20 de noviembre de 1797, hija de Antonio José de Escalada y Tomasa de la Quintana y Aoiz. Su familia era rica y prestigiosa y estaba vinculada a la causa patriota. Contrajo matrimonio con José de San Martín en Buenos Aires, el 12 de noviembre de 1812, cuando tenía 14 años de edad. La influencia de su familia fue fundamental para la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo.

La esposa

Nació en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1797, hija de José Antonio de Escalada, un próspero comerciante y canciller de la Real Audiencia de 1810, y de Tomasa de la Quinta Aoiz Riglos y Larrazábal.
Esta familia fue muy respetada en la colonia por el esplendor de las veladas y fiestas con que los Escalada mantenían el prestigio de su elevada posición.

Según cronistas de la época, , futura esposa del general San Martín, era una dama virtuosa y distinguida y su elevado sentido patriótico se puso de manifiesto al haber sido la primera en desprenderse de sus alhajas para contribuir a la formación de las huestes patriotas.
Remedios tenia 14 años cuando el Teniente Coronel de caballería José de San Martín, regresó a Buenos Aires.
Desde el momento en que San Martín ofreció sus servicios a la causa de la independencia, la casa de la familia Escalada, que era un centro de patriotas de la Revolución, le abrió sus puertas y fue uno de los más asiduos concurrentes.
José A. de Escalada vio en el joven a un general valiente y lo aceptó de inmediato como esposo de su hija, no obstante la diferencia de edad entre ambos, que llegaba casi a 20 años.
A través de su vinculación con la familia Escalada, San Martín atrajo a las filas de los Granaderos a Caballo que estaba organizando, a muchos valerosos oficiales, como sus cuñados Manuel y Mariano y sus amigos, los Necochea, Manuel J. Soler, Pacheco, Lavalle, los Olazábal, los Olavarría y otros. 

Remedios de Escalada

Remedios de Escalada
Remedios de Escalada nació en Buenos Aires, el 20 de noviembre de 1797, en una de las familias más ricas de la ciudad cuando conoció a San Martín la joven tenía 14 años. Desde pequeña, Remedios cumplió el rol de toda niña pudiente. Cada domingo acompañaba a su madre, Tomasa de la Quintana, a misa. Allí lucían ante todos sus prendas más finas, combinadas con elegantes zapatos de raso. En ocasiones especiales desplegaban bordados de oro y plata.



Luego del matrimonio

El matrimonio fue celebrado en forma íntima en la Catedral de Buenos Aires, el 12 de noviembre de 1812, fueron sus testigos "entre otros -dice la partida original- el sargento mayor de Granaderos a Caballo D. Carlos de Alvear y su esposa doña Carmen Quintanilla.
Cuando San Martín fue designado Gobernador Intendente de la provincia de Cuyo, su esposa lo acompañó en su estadía en Mendoza.
En dicha ciudad su casa se transformó en el centro de la sociedad mendocina, por obra de su bondad y virtudes, en enero de 1817, el Ejército de los Andes emprendió el cruce de los Andes, paso inicial de su colosal campaña libertadora, y San Martín dejó el hogar al que únicamente volvió de paso, mientras duró la campaña. 
En 1819, San Martín pidió a su esposa que regresara a casa de sus padres y así lo hizo "Remeditos" junto con su hija, la pequeña Mercedes, nacida en Mendoza, en 1816.
De nuevo en Buenos Aires vivió en la casa de sus padres, y agravada la enfermedad que padecía, por consejo médico debió trasladarse a una quinta de los alrededores (actual Parque de los Patricios).
Abatida y enferma, esperaba siempre la vuelta de su esposo, anunciada tantas veces.
La muerte de su padre, ocurrida el 16 de noviembre de 1821, agravó su malestar, en aquellos momentos, San Martín decidió retirarse de la escena política tras la entrevista de Guayaquil.
Profundamente atormentada por sus preocupaciones, falleció en la quinta en que se radicó para combatir su enfermedad el 3 de agosto de 1823.
San Martín, que se encontraba en Mendoza, no pudo estar a su lado, ya que él también tenía su salud deteriorada. De regreso en Buenos Aires, el General San Martín -entre noviembre de 1823 y febrero de 1824- hizo construir un monumento en mármol, en el cementerio de la Recoleta, para depositar allí los restos de su esposa, en el que hizo grabar el siguiente epitafio: "Aqui yace remedios de Escalada , esposa y amiga del General San Martín".

La familia Escalada

La familia Escalada
Antonio José de Escalada, padre de Remedios, fue uno de los revolucionarios de Mayo, la negativa familiar ante la relación fue inmediata, pues se trataba de un completo desconocido sin fortuna. Pero Escalada terminó accediendo. Aun así, doña Tomasa jamás aceptó a su yerno. Lo hizo víctima desde el principio de los mayores desprecios. Se refirió a él en todo momento como "soldadote" o "plebeyo" y no cruzaban palabras.



La hija

Mercedes nació en Mendoza y el 3 de agosto de 1816 fue bautizada en la capital cuyana, por el presbítero Lorenzo Güiraldes.
El acta bautismal dice que fue llamada "Mercedes Tomasa, de siete días, española, legítima de señor Coronel Mayor General en Jefe del Ejercito de los Andes y Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo, don José de San Martín y la señora María Remedios Escalada. Fueron padrinos: el sargento mayor don José Antonio Alvarez Condarco y la señora doña Josefa Alvarez.".
Llama la atención lo de "española", tratándose de quien había nacido cincuenta días después de declarada la independencia nacional, quizá tal calificación se debió a la fuerza de la costumbre.
Cuando Mercedes tenía menos de cuatro meses, su padre parte de Mendoza al frente del ejército que liberaría Chile y Perú; con su madre retornan a Buenos Aires y se alojan en la casa de su abuelo.
Cuando San Martín triunfó en Chacabuco, el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón decide recompensarlo, pero como sabe que el Libertador rechaza honores y premios, decide otorgar a Mercedes una pensión vitalicia de 600 pesos anuales.
En 1821, cuando la Junta de Representantes de Buenos Aires deja en suspenso el pago de todas las pensiones graciables, la única excepción es la pensión de Merceditas, aunque dejará de cobrarla definitivamente al año siguiente. Este fue el segundo obsequio oficial recibido por Mercedes.
El primero, a poco de su nacimiento, le había sido hecho por el gobierno de Mendoza: 200 cuadras en Los Barriales. Cuando San Martín renunció en nombre de su hija a la donación, sugiriendo que se destinase dichos terrenos para premiar a oficiales militares que se distinguieran en el servicio a la patria, el asesor fiscal dictaminó que los padres no podían perjudicar a sus hijos menores en mérito a la patria potestad ejercida sobre ellos.
Padre e hija volvieron a estar juntos por dos veces. La primera fue tras su triunfo en Chacabuco, cuando viajó a Buenos Aires, a la que llegó a principios de abril de 1817 y en la que permaneció hasta el 20 de ese mes.
 La segunda fue en 1818, oportunidad en que el padre, madre e hija marcharon a principios de julio a Mendoza desde la Capital, adonde había arribado aquel el 11 de mayo, apenas corrido un mes de la victoria de Maipú, al agravarse el mal que aquejaba a su esposa, el Libertador debió aceptar que ella y la niña retornaran a Buenos Aires, lo cual hicieron en marzo de 1819.
Con el fallecimiento de su esposa y con sus objetivos políticos y militares cumplidos, San Martín tomó una difícil decisión: privilegiar la crianza y educación de su hija y para ello, renunció a todo y el 10 de febrero de 1824, padre e hija se embarcan con rumbo a Europa, en el navío francés "Le Bayonnais" "Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado han recompensado con usura todos mis esmeros, haciendo mi vejez feliz.", señaló San Martín en su testamento.

La educación de Mercedes

Cuando regresó a Buenos Aires, San Martín estaba muy preocupado por la educación de su hija. Debido a la enfermedad de su madre, Mercedes, estaba al cuidado de su abuela Tomasa. La permisividad con que la abuela criaba a la niña preocupó al Libertador, que en 1828 le confidencia a su amigo Manuel de Olazábal: "¡Que diablos!, la chicuela era muy voluntariosa e insubordinada, ya se ve, como educada por la abuela".
Mientras navegan hacia Europa, se muestra tan severo que Merceditas "lo más del viaje lo pasó arrestada en el camarote". En Europa, el Libertador dedica la mayor parte de sus pocos bienes a su educación. Pero no solamente el dinero, sino, también, sus meditaciones.
Así fue como redactó en 1825 las celebres once máximas. Con su dedicación y ejemplo, los resultados no tardaron en vislumbrarse; y de esta forma San Martín le escribió a Tomás Guido: "Cada día me felicito más de mi determinación de haber conducido mi chiquilla a Europa y arrancada del lado de doña Tomasa; esta amable señora, con el excesivo cariño que la tenía, me la había resabiado, -como dicen los paisanos- en términos que era un diablotín. La mutación que se ha operado es tan marcada como la que ha experimentado en figura. El inglés y el francés le son tan familiares como su propio idioma, y su adelanto en el dibujo y la música son sorprendentes. Ud. me dirá que un padre es un juez muy parcial para dar su opinión, sin embargo mis observaciones son hechas con todo el desprendimiento de un extraño, porque conozco que de un juicio equivocado pende el mal éxito de su educación."

Máximas a Mercedes

  • Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho  a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: "Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos.
  • Inspirarla amor a la verdad y odio a la mentira.
  • Inspirarla gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto.
  • Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres.
  • Respeto sobre la propiedad ajena. 
  • Acostumbrarla a guardar un Secreto. 
  • Inspirarla  sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones.
  • Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos.
  • Que hable poco y lo preciso.
  • Acostumbrarla a estar formal en la Mesa.
  • Amor al Aseo y desprecio al Lujo. 
  • Inspirarla amor por la Patria y por la Libertad.

El casamiento de Mercedes

En 1831, San Martín y su hija viven cerca de París, en una casa de campo, en marzo de ese año, llegó de visita, procedente de Londres el joven Mariano Balcarce, hijo del vencedor de la batalla de Suipacha y al día siguiente de su llegada, Mercedes contrae cólera y poco tiempo después cae San Martín.
Los dos son atendidos por Balcarce y, entre atención y atención, nació el noviazgo, con tal motivo, el 7 de diciembre de 1831 , el héroe así escribía a Dominga Buchardo de Balcarce, madre de Mariano: "Antes del nacimiento de mi Mercedes, mis votos eran porque fuese varón; contrariado en mis deseos, mis esperanzas se dirigieron a que algún día se uniese a un americano, hombre de bien, si posible, el que fuese hijo de un militar que hubiese rendido servicios señalados a la dependencia de nuestra patria. Dios ha escuchado mis votos, no sólo encontrando reunidas estas cualidades en su virtuoso hijo don Mariano, sino también coincidir en serlo de un amigo y compañero de armas. Sí como espero este enlace es de aprobación de usted, sería para mí la más completa satisfacción. La educación que Mercedes ha recibido bajo mi vista, no ha tenido por objeto formar de ella lo que se llama una dama de gran tono, pero sí el de hacer una tierna madre y buena esposa; con esta base y las recomendaciones que adornan a su hijo de usted, podemos comprometernos en que estos jóvenes sean felices, que es lo que aspiro."

Mercedes y Mariano se casaron el 13 de septiembre de 1832, siendo testigos José Joaquín Pérez y el general Juan Manuel Iturregui, ministro de Chile en Francia y agente diplomático del Perú, respectivamente. Los esposos viajaron prontamente a Buenos Aires, donde residieron un par de años; aquí nació María Mercedes, la primera nieta del Libertador.
La segunda hija del matrimonio, Josefa, nació en Francia, adonde el matrimonio retornó a vivir. Feliz, el ilustre abuelo le cuenta por carta, el 1º de febrero de 1837, a su gran amigo Pedro Molina: "La mendocina dio a luz una segunda niña muy robusta: aquí me tiene usted con dos nietecitas cuyas gracias no dejan de contribuir a hacerme más llevaderos mis viejos días." 
Cuando los síntomas de la vejez se presentan, San Martín testimonia por escrito su agradecimiento a su adorada hija: "Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de esta y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado han recompensado con usura todos mis esmeros, haciendo mi vejez feliz".


Mercedes Tomasa San Martín y Escalada
Mercedes Tomasa San Martín y Escalada
Mercedes Tomasa San Martín y Escalada fue la única hija de San Martín y su esposa. Nació en Mendoza, el 24 de agosto de 181630​ y falleció en Brunoy (Francia), el 28 de febrero de 1875.
En la década de 1830, San Martín se exilió permanentemente en París, acompañado por su hija. Debido a las convulsiones revolucionarias, la familia decidió trasladarse a un pueblo más retirado, Boulogne-sur-Mer. Allí enfermaron ambos de cólera y fueron atendidos por el médico y diplomático argentino Mariano Severo Balcarce, quien ese mismo año contrajo matrimonio con Mercedes. Tuvo dos hijas: Josefa Dominga Balcarce y María Mercedes Balcarce.
Luego de la muerte de su padre, y con el retiro de Balcarce de la diplomacia, la familia se mudó a Brunoy, cerca de París. Mercedes falleció allí a la edad de 58 años. En 1951, su cuerpo, como el de su esposo y su hija mayor, fueron repatriados y yacen en la actualidad en el mausoleo de la basílica de San Francisco, en Mendoza.


Máximas de José de San Martín
Máximas de José de San Martín
En 1825, el General José de San Martín decidió escribir una serie de normas para dirigir la educación de su hija "Merceditas".2​ En ellas se encuentran las virtudes civiles del Libertador, y se puede advertir el amor, respeto hacia el prójimo, etc.



Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada daguerrotipo de 1850
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada daguerrotipo de 1850
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada nació en Mendoza, el 24 de agosto de 1816 fue la hija del general José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada, falleció en Brunoy, 28 de febrero de 1875.
Luego de la muerte de San Martín y del retiro de Balcarce de la diplomacia, la familia Balcarce se mudó a Brunoy, en las cercanías de París. Mercedes murió allí el 28 de febrero de 18751​ a la edad de 58 años.3​
En 1951, su cuerpo, junto con el de su esposo y el de su hija mayor María Mercedes, fue repatriado y sepultado en la Basílica de San Francisco, en Mendoza, en la provincia de Mendoza se celebra el Día del Padre el 24 de agosto en honor al nacimiento de Mercedes.



Mariano Severo Balcarce
Mariano Severo Balcarce
Mariano Severo Balcarce nació en Buenos Aires, hijo del general Antonio González Balcarce, triunfador de Suipacha y de Dominga Francisca Buchardo. De profesión médico, desempeñó una amplia carrera en el campo de la política, llegando a ser designado Embajador de Argentina ante Francia, remplazando al anterior representante Juan Bautista Alberdi y años más tarde, el mismo cargo diplomático ante el Reino de España. Una de sus más importantes tareas fue la "misión Balcarce": el 18 de mayo de 1863, el presidente Bartolomé Mitre,lo designó enviado extraordinario y ministro plenipotenciario para negociar con el representante de España las modificaciones o aclaraciones al tratado celebrado en Madrid el 9 de julio de 1859 entre la antigua Confederación y España, con el fin de hacerlo extensivo y obligatorio a toda la República Argentina.
Durante su estadía en Francia en el año 1832 , mientras cumplía sus funciones diplomáticas, tuvo la privilegiada tarea de atender al general José de San Martín y su hija Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada, quienes habían enfermado de cólera. Luego de tratarlos por varios meses, Mariano se casó con Mercedes (el 13 de diciembre de 1832) y de esta relación nacieron las dos únicas nietas del General San Martín: Josefa Dominga Balcarce y María Mercedes Balcarce.
Luego de su retiro como diplomático, se trasladó a la pequeña localidad de Brunoy, cerca de París, donde falleció a los 77 años el 20 de febrero de 1885.
El 13 de diciembre de 1951, los restos de Mercedes Tomasa de San Martín, Mariano Balcarce y María Mercedes Balcarce recibieron definitiva sepultura en un monumento fúnebre especialmente construido en la Basílica de San Francisco, de la ciudad de Mendoza, la tierra donde vino al mundo la hija del Libertador.



Las nietas

Mercedes, tuvo dos hijas, con las cuales el Libertador pasó momentos de regocijo; ellas fueron su feliz entretenimiento en sus últimos años. Las niñas se llamaban María Mercedes y Josefa Dominga Balcarce de San Martín.
Se divertían mucho con el abuelo que, generoso, les daba sus condecoraciones para que jugaran, y cuando alguien le hizo una observación sobre esto le dijo: "Si estas condecoraciones no sirven para hacer callar a una nieta, de nada habrían valido."
La mayor, María Mercedes, nació en Buenos Aires el 14 de octubre de 1833 y murió soltera en París a los 27 años de edad, en 1860. 
Josefa Dominga, la menor, nació el 14 de julio de 1836 en Grand Bourg .
Josefa, que fue una mujer ilustrada y culta, conservó el acervo histórico de su ilustre abuelo, pues ella conocía el valor de lo que aquello representaba para la historia argentina y americana y fue así como le remitió a Bartolomé Mitre toda la documentación que disponía, además de los objetos y enseres que pertenecieron al Libertador, remitidos al Museo Histórico Nacional que hacía poco había fundado D. Adolfo P. Carranza.
El 8 de octubre de 1886, Josefa le escribía a Mitre desde París, para informarle de los documentos que le remitía para su "Historia de San Martín": cartas, papeles, mapas y proclamas ordenados por su padre a tal objeto.
En otra carta posterior, le dice: "Después de haber, en 1886, ofrecido a usted el reloj y cadena de mi abuelo, el general don José de San Martín, y remitido a ese Ministerio de Relaciones Exteriores para el Museo Nacional su uniforme, sus bandas y otros objetos que le pertenecieron, conservé entonces únicamente la escribanía y caja de trabajo de que él se sirvió hasta su último día. Hoy que se halla usted en vísperas de regresar a Buenos Aires, vengo a rogarle se sirva aceptar, cono recuerdo mío, estas últimas reliquias de las que no me había querido desprender hasta ahora".

En 1860 Josefa Dominga se casó con el mexicano Fernando Mariano de los Dolores Vicente Jacinto Cleofás Gutiérrez Estrada era un funcionario con una importante fortuna.

En 1875 murió su madre, Mercedes, y diez años después lo hizo su padre, Mariano Balcarce. Así, desde 1885, Pepa Balcarce y San Martín de Gutiérrez Estrada y su marido se quedaron a cargo de "la Petit Château", como era conocida la casona de Brunoy. 

Mucho de lo que conocemos sobre la vida del Libertador se lo debemos a Josefa. Ella fue quien le envió al general Bartolomé Mitre todo el material de su abuelo, como cartas, documentación y mapas, entre otras cosas, para que el ex presidente pudiera escribir su famoso libro Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana.
Fue Josefa quien autorizó el traslado de los restos del Libertador, en 1880, hasta Buenos Aires. Y más aún. A pedido del entonces director del Museo Histórico Nacional, Ángel Carranza, Pepa envió los muebles y objetos de su célebre abuelo para ser exhibidos. No sólo donó el dormitorio entero, sino que hasta envió un croquis de cómo estaban ubicados los muebles.
En 1904, Gutiérrez Estrada murió. Josefa Dominga quedó sola, no habían tenido hijos, y decidió dedicar lo que le quedara de vida a ayudar a quienes lo necesitaran. Para esto, adaptó la casona en la que vivía y la convirtió en un asilo de ancianos. El parque de la mansión fue convertido en huerta para alimentar a las personas carenciadas. Y también abrió una clínica de cirugías que ofrecía operaciones gratuitamente a quien no pudiera costearlo.

Diez años después de enviudar, en 1914, estalló la Primera Guerra Mundial. Pepa, para ese entonces, tenía 78 años, pero eso no le impidió colaborar con los combatientes. Una vez más, su casa fue transformada. Esta vez, en un hospital de guerra.
Además de camas para los heridos, la "mansión-hospital" contaba con dos habitaciones convertidas en salas de operación, una sala de rayos X y un laboratorio. Así, la casa de Josefa, durante la guerra, fue conocida como Hospital Militar Auxiliar Nº 89. Gracias a su labor humanitaria, Josefa Balcarce fue condecorada con la Legión de Honor y distinguida por la Cruz Roja Internacional. Murió el 17 de abril de 1924, a los 87 años.

Josefa Balcarce, la nieta de San Martín
Josefa Balcarce, la nieta de San Martín
Mucho de lo que conocemos sobre la vida del Libertador se lo debemos a Josefa. Ella fue quien le envió al general Bartolomé Mitre todo el material de su abuelo, como cartas, documentación y mapas, entre otras cosas, para que el ex presidente pudiera escribir su famoso libro Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana. 
Fue Josefa quien autorizó el traslado de los restos del Libertador, en 1880, hasta Buenos Aires. Y más aún. A pedido del entonces director del Museo Histórico Nacional, Ángel Carranza, Pepa envió los muebles y objetos de su célebre abuelo para ser exhibidos. No sólo donó el dormitorio entero, sino que hasta envió un croquis de cómo estaban ubicados los muebles.


El abuelo Inmortal
El abuelo Inmortal
En la obra de Ángel Eusebio Ibarra García que se encuentra en Palermo, lo muestra a San Martín con sus dos nietas