Serpientes

Muchas especies de ofidios o serpientes, sobre todo los de mayor tamaño, son depredadores que se han visto afectados por las actividades humanas que han limitado su espacio, ya que necesitan extensas áreas para cazar.

Anatomía

Desplazamiento

La anatomía de las serpientes está especialmente adaptada para poder desplazarse careciendo de extremidades. Comparadas con vertebrados cuadrúpedos, las serpientes tienen un centro de gravedad muy bajo, pegado al suelo, y una mayor superficie corporal en contacto con el suelo, lo que genera mayor fricción y reparte más la masa corporal. A pesar de ello, son capaces de nadar, bucear, escalar, saltar, cavar e incluso algunas especies pueden planear. Presenta diferentes tipos de locomoción terrestre, la forma más común se realiza mediante ondulaciones laterales del cuerpo, que comienzan en la cabeza hasta terminar en la cola. Otro tipo de desplazamiento supone el uso de una parte del cuerpo como ancla estática para impulsar el resto del cuerpo. También algunas serpientes se pueden desplazar de manera rectilínea usando para impulsarse sus músculos y escamas ventrales. Además, algunas especies, sobre todo de ecosistemas desérticos, como la cascabel cornuda (Crotalus cerastes), se desplazan levantando la cabeza y moviendo la parte anterior del cuerpo hacia delante, para después levantar la zona media del cuerpo y moverla, este movimiento siempre tiene dos partes del cuerpo en contacto con el substrato y una en el aire.Las escamas ventrales ensanchadas de muchas serpientes impiden el deslizamiento en dirección contraria a la marcha.

Esqueleto

El esqueleto tiene muchas vértebras, más de 100 por lo general y llegando en algunas especies a más de 400, lo que hace que sean muy flexibles. La variación el número de vértebras está relacionada con la longitud de la serpiente, pero también con su ecología. Por ejemplo, especies constrictoras, cuentan con un mayor número de vértebras que las que usan otras estrategias.

El cráneo está muy modificado respecto al modelo básico diápsido. Los huesos de la mandíbula superior están débilmente unidos al resto del cráneo y el cuadrado puede moverse libremente y posee potentes músculos refractores, lo que permite una enorme abertura de las mandíbulas y la deglución de grandes presas enteras. Los dientes son agudos y curvados hacia atrás y se implantan tanto en el paladar como en el maxilar y el dentario.

Las boas y las pitones poseen rudimentos de las extremidades posteriores y de sus cinturas; en estas serpientes pueden verse unas garras en la parte externa y a cada lado de la cloaca que desempeñan un cierto papel en el coito.

Sentidos

La visión detallada es limitada, pero no impide la detección de movimiento. Algunas serpientes poseen fosetas loreales, capaces de detectar el calor. No obstante eso no indica que tengan visión infrarroja, ya que la información va a áreas del cerebro distintas a las de la visión. Simplemente saben si cada cosa está más caliente o menos.

El sentido del oído de las serpientes es muy limitado ya que los órganos auditivos han degenerado; falta el tímpano, la cavidad timpánica y la trompa de Eustaquio, y la columela se articula con el cuadrado. Parece, pues, poco probable que las serpientes puedan oír con claridad sonidos transmitidos por el aire, pero sin duda son sensibles a las vibraciones del suelo, trasmitidas mediante los huesos de la mandíbula.

Una serpiente huele a través de su nariz; la lengua pasa las partículas de aire al órgano de Jacobson en la boca para su examen. Otra característica de su lengua es que termina en dos ramificaciones, por lo que se denomina bífida (la lengua bífida se usa para captar partículas químicas y percibirlas con el órgano de Jacobson, que está en la parte delantera del paladar).

Piel

La piel de la serpiente está recubierta por escamas. La mayoría de las serpientes utilizan escamas de la parte ventral para desplazarse, aferrándose con ellas a las superficies. Sus párpados se encuentran permanentemente cerrados, pero son en realidad escamas transparentes. Las serpientes cambian de piel periódicamente.

A diferencia de otros reptiles, el cambio de piel es realizado en una pieza, como si tirara de una media. Esto se hace a medida que el animal crece y además para reparar heridas y librarse de parásitos externos.

Dentadura

Existen varios tipos de dientes, según el hueso sobre el que se implanten: maxilares, pterigoideos, palatinos, dentarios y premaxilares. Los dientes maxilares son los más variados y los únicos que pueden estar asociados a glándulas venenosas; se pueden distinguir cuatro tipos principales:

  • Aglifos. Son dientes macizos, prensiles, curvados hacia atrás para sujetar la presa y no están diseñados para inocular veneno. Es el caso de muchos colúbridos, boidos y pitónidos. En general son serpientes inofensivas para el hombre, con excepción de las grandes constrictoras (pitones, anacondas).
  • Opistoglifos. Son dientes acanalados situados en la parte posterior de la mandíbula y conectados con glándulas de veneno, constituyendo un sistema de inoculación primitivo. Dado que para inyectar el veneno debe morder con la parte posterior de la boca, normalmente son poco peligrosas para el hombre. Este es el caso de la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). No obstante, las especies de gran tamaño pueden producir graves mordeduras e incluso la muerte, como Dispholidus typus, del África subsahariana.
  • Proteroglifos. Son dientes pequeños y fijos situados en la parte delantera de la boca, con un canal más o menos cerrado. Las cobras y las mambas poseen estos dientes. Algunas especies, como la cobra escupidora (Naja nigricollis), los tienen modificados para escupir el veneno a más de cuatro metros de distancia.
  • Solenoglifos. Se trata de dos largos colmillos móviles en parte anterior de la mandíbula; son huecos con un canal interior cerrado y conectado con glándulas venenosas. Los colmillos se pliegan sobre el paladar superior cuando el animal cierra la boca y se enderezan rápidamente cuando la abre. Es el sistema de inoculación más eficaz. Este tipo de dentición es característico de los vipéridos.

Órganos internos

El aparato respiratorio y las vísceras están muy modificados ya que el cuerpo tubular de la serpiente requiere que todos los órganos sean alargados y delgados, como en especial los pulmones, riñones, hígado, corazón y testículos.​La glotis puede proyectarse hacia adelante para mantener abierto el conducto respiratorio durante la ingestión de la presa y, en algunas especies una parte de la tráquea está especializada en la respiración, constituyendo un pulmón traqueal.​

El pulmón izquierdo suele estar reducido o a veces incluso puede faltar, y las demás vísceras pares suelen situarse a diferentes niveles en cada lado. Poseen una pareja de órganos reproductores, llamados en los machos hemipene.

Veneno

Muchas especies usan veneno para inmovilizar o matar a sus presas. El veneno es una saliva modificada y se inyecta gracias a los colmillos.Los colmillos más especializados (vipéridos) son muy largos y huecos, y actúan como verdaderas agujas hipodérmica que se clavan profundamente e inyectan el veneno. Otros tipos de colmillos, menos especializados, poseen una simple acanaladura en su margen posterior por la cual desciende el veneno (cobras).

El veneno de las serpientes es con frecuencia específico para sus presas, y su papel como mecanismo defensivo es secundario. El veneno, al igual que todas las secreciones salivales, posee agentes que realizan una predigestión de los alimentos; por tanto, incluso las serpientes "no venenosas" pueden causar daños en los tejidos.​

El veneno está constituido por una compleja mezcla de proteínas que actúan como neurotoxinas (que atacan el sistema nervioso), hemotoxinas (que dañan la sangre), citotoxinas (dañan los tejidos), bungarotoxinas y muchas otras sustancias que pueden afectar al organismo de diferentes maneras; casi todos los venenos de serpientes poseen hialuronidasa, un enzima que destruye el ácido hialurónico, que es el cemento que mantiene unido el tejido conjuntivo que, por tanto se disgrega facilitándose así la rápida difusión del veneno.

El veneno se almacena en las glándulas venenosas situadas en la parte posterior de la cabeza. En todas las serpientes venenosas, dichas glándulas poseen conductos que se abre dentro de surcos o canales de los dientes de la mandíbula superior. Australia es el lugar del mundo con mayor número de especies venenosas; no obstante solo se produce una muerte por mordedura al año de promedio. En cambio, en la India, se producen 250.000 mordeduras anuales que producen unos 50.000 muertos.​En España se producen al año 1500 mordeduras de víboras de las que entre tres y cinco provocan la muerte de la víctima.

Características de los ofidios

Los ofidios son un tipo de reptiles que se caracterizan porque:

  • Tienen escamas lisas en la piel y carecen de patas.
  • Sus ojos no tienen párpados, a diferencia de los saurios.
  • La mayoría habita en tierra, aunque algunos, como la culebra viperina, suelen cazar dentro del agua.
  • Son animales carnívoros.
  • Muchas serpientes tienen dientes agudos con glándulas de veneno, pero pocas pueden morder a un animal grande.
BOA COMÚN (Boa constrictor)

BOA COMÚN (Boa constrictor) 
Familia: Boidae
Orden: Squamata
Estado: En peligro (en algunos lugares). Apéndice II
Descripción: Su cabeza y cola son pequeñas en relación al tamaño de su cuerpo. Su piel es lisa y de tonos café con manchas crema o blancas.
Hábitat: Suele frecuentar las zonas pantanosas.
Alimentación: Es carnívora; se alimenta de insectos, roedores y otros mamíferos.
Reproducción
: Ovovivípara. Suele tener entre 10 y 40 crías.
Costumbres: No son venenosas, pero matan a sus presas asfixiándolas. Se defiende de sus depredadores enrollándose, en esta posición las manchas de su piel parecen dos enormes ojos. Son domesticables.
Conservación
: En algunos lugares se encuentra amenazada y en otros está en peligro de extinción. Esta situación esdebida a varios factores:

  •  La destrucción de su hábitat.
  • La caza por ser considerada erróneamente venenosa.
  • El uso en exhibiciones zoológicas.
  • El comercio de su piel.


CULEBRILLA CIEGA (Blanus cinereus)

CULEBRILLA CIEGA (Blanus cinereus) 
Familia: Amphisbaenidae
Orden: Squamata
Estado: «De interés especial».
Descripción: Está adaptada estrictamente a la vida subterránea. Es especialista en cavar túneles y en la localización de presas bajo tierra. El cuerpo es cilíndrico, alargado, y está cubierto de escamas cuadrangulares que se alinean en forma de anillos. No tiene extremidades. La cabeza es de tamaño pequeño, y el hocico, redondeado. No ve y el olfato y el oído están muy desarrollados. Puede llegar a medir unos 250 mm.
Hábitat: En encinares, enebrales, robledales y pinares de tipo mediterráneo.La culebrilla ciega se distribuye exclusivamente por la península Ibérica, excepto en el norte y noreste, desde el nivel del mar hasta los 1.800 m.
Alimentación: Insectos que se encuentran en la hojarasca o debajo de las rocas.
Reproducción: Se reproduce en primavera. Tiene una sola puesta de uno a dos huevos.
Costumbres: Es diurna y en verano puede estar activa durante la noche. Sus principales depredadores son reptiles y mamíferos, de los que huye metiéndose por sus galerías o enrollándose en ramas pequeñas.



ESLIZÓN IBÉRICO (Chalides bedriagai)

ESLIZÓN IBÉRICO (Chalides bedriagai)
Familia: Scincidae
Orden: Squamata
Estado: «De interés especial».
Descripción: Tiene la cabeza reducida, y el hocico, cuneiforme. Su cuerpo es alargado, grueso y cilíndrico. Tiene cuatro extremidades semiatrofiadas con cinco dedos cada una. La cola es corta y ancha y el dorso tiene una coloración pardo-verdosa con una banda ancha vertebral y dos laterales más oscuras, y ocelos claros bordeados de negro.
Hábitat: En terrenos arenosos, prados y zonas de matorral.El eslizón ibérico es una especie endémica de la península ibérica.
Costumbres: Está activo durante el día y el crepúsculo. Se oculta bajo piedras y troncos, y en terrenos blandos.
Alimentación: Escarabajos, arañas, moscas y mosquitos.
Reproducción: Es ovovivíparo (el huevo se desarrolla dentro de la hembra y pare de una a cuatro crías bien desarrolladas).




CULEBRA DE COLLAR (Natrix natrix)

CULEBRA DE COLLAR (Natrix natrix) 
Familia: Colubridae
Orden: Squamata
Estado: «De interés especial».
Descripción: Las hembras son mayores que los machos y pueden llegar a medir 200 cm de longitud, pero no suelen sobrepasar los 100 cm. Es una culebra gruesa en su madurez, con la cabeza bien definida y los ojos de pupila redonda con iris anaranjado o rojo. El dorso suele ser de color gris o pardo oliváceo con manchas oscuras.
Hábitat: Lugares húmedos y cercanos al agua. Prados, setos o bosques más o menos secos.La culebra de collar tiene un área de distribución euroasiática y en África presenta algunas poblaciones.
Costumbres: Diurna y acuática. Es torpe en sus movimientos, por lo que es fácil de capturar. La culebra de collar hiberna durante el invierno y se aparea poco después de salir del estado de hibernación, en primavera durante abril o mayo. Pone huevos en grupos de entre 8 y 40 de junio a julio, que eclosionan tras unas 10 semanas. Como los huevos requieren una temperatura de 21° C para eclosionar, prefiere situar las puestas sobre vegetación en putrefacción, incluyendo montones de compost. Las crías tienen 18 cm al eclosionar y son independientes inmediatamente.
Al no producir veneno, su defensa más frecuente es producir un fluido de olor fétido desde las glándulas anales y fingir que está muerta. En ocasiones también fingen atacar, golpeando simplemente abriendo la boca.
Alimentación: Anfibios y peces principalmente.
Reproducción: Puede tener dos épocas de celo, en primavera y otoño. La hembra puede poner de 6 a 50 huevos que tardan unos 60 días en eclosionar.