Año 1909

El sábado 1 de mayo cuando anarquistas y socialistas llevaron a cabo sus actos por el día de los trabajadores. Los primeros se congregaron en plaza Lorea para desde allí marchar hacia plaza Manzini, mientras los socialistas lo hicieron en un acto en plaza Constitución. 

Hacia el mediodía las calles del centro se colmaron de manifestantes a plaza Lorea iban llegando las columnas de los gremios anarquistas: carreros, panaderos, conductores de vehículos, herreros y zapateros, mujeres y niños con banderas rojas y negras, hombres con los estandartes de sus agrupaciones a l grito de “¡Abajo la Policía! ¡Mueran los cosacos! ¡Abajo el coronel Falcón! ¡Guerra a los burgueses!”.

Alrededor de las 15 comenzó la marcha hacia once, seguida de cerca por el Escuadrón de Seguridad bajo las órdenes de Ramón Falcón.

Fue al llegar a la esquina de Avenida de Mayo y Solís cuando se produjo el choque entre los manifestantes y la policía; el enfrentamiento fue caótico, y sorpresivo el ataque de las fuerzas policiales que cargaron contra la multitud.

La represión fue particularmente desmedida con un saldo oficial de seis muertos, alrededor de cien heridos y centenares de detenidos.

Nunca se conocerá exactamente la cantidad de víctimas pues “los muertos y heridos fueron recogidos rápidamente por las ambulancias de la Asistencia Pública, que al parecer estaban apostadas con anticipación en las calles adyacentes y algunos bomberos armados de mangueras lavaron enseguida los charcos de sangre humana, para borrar todo rastro del pavimento de la avenida”, denunció el diputado socialista Enrique Dickman, testigo ocular de la tragedia. 

El espectáculo de la represión policial desmedida decidió al movimiento obrero organizado, representado por la Fora anarquista y la UGT socialista, a declarar la huelga general. Pedían la liberación de los detenidos, la reapertura de los locales obreros clausurados y la derogación del Código de Penalidades de la municipalidad –una nueva disposición que controlaba a los trabajadores del transporte y empleados domésticos–. Los socialistas exigieron además la renuncia del coronel Falcón como jefe de Policía.

La huelga general duró una semana, del 3 al 10 de mayo, y su impacto quedó grabado En la memoria de los porteños como “la Semana Roja”, el movimiento de protesta obrera más importante del que se tenga recuerdo. La paralización de actividades fue casi total; la circulación de vehículos fue reducida, los comercios cerraron y se suspendieron la limpieza y el alumbrado de las calles, la actividad en el puerto y los mataderos y las clases en las escuelas. Pero fue en barrios obreros como Villa Crespo, Chacarita, Constitución, la Boca y Barracas donde se registraron focos de resistencia obrera dirigidos por anarquistas. 

Los numerosos hechos de violencia provocados tanto por las fuerzas policiales como por los huelguistas tuvieron su punto más alto el martes 4 de mayo, cuando debía realizarse el sepelio de las víctimas en el cementerio de la Chacarita. La policía se negó a entregar los cadáveres y una multitud de cerca de 50 mil personas que había concurrido a despedir a sus compañeros fue violentamente reprimida. Ante la magnitud del conflicto, el gobierno dispuso que se movilizara el Ejército para reforzar a la policía.

El conflicto llegó a su fin tras una serie de negociaciones entre el Gobierno y el Comité de Huelga que obtuvo una respuesta favorable a la mayoría de los reclamos.

Tras siete días de enfrentamientos, la calma retornó a la ciudad, aunque quedó sin resolver la muerte de los manifestantes a manos de la policía y su principal responsable, Ramón Falcón, fue confirmado en su cargo.

El reclamo de justicia y la apuesta por la legalidad que había formulado el Partido Socialista al exigir su renuncia demostró su rotundo fracaso.

El 14 de noviembre el estallido de una bomba sorprendió a los habitantes del barrio de Recoleta, era el coche particular del jefe de la Policía de Buenos Aires, coronel Ramón Falcón, que se partió en dos y su tripulante murió junto con su secretario personal, Alberto Lartigau. Esto ocurrió tras participar de un acto oficial en el cementerio y mientras circulaba por Callao, a metros de Quintana, un joven corrió y alcanzó el vehículo y arrojó en su interior el explosivo que conmovió al país.

Pocos días después la policía identificó al autor del atentado era Simón Radowitzky, un joven anarquista ruso de 18 años, que con ese acto pretendió vengar a los caídos durante “la Semana Roja”.

El asesinato de Falcón fue el desenlace de la represión policial producida durante la manifestación de los obreros anarquistas el 1 de mayo anterior. La permanencia del jefe de Policía en su puesto había dejado una sensación de impunidad en amplios sectores de la población y, tal como sentenció un reconocido militante anarquista, fue interpretado como “una burla sangrienta contra el proletariado”.

La bomba que estalló en el barrio de Recoleta fue el epílogo de una etapa de sangre y represión, que Radowitzky purgará.

Se fundó la Confederación Obrera Regional Argentina (Cora). Se trata de una central sindical que se origina en la fusión de la Unión General de Trabajadores (UGT) con sindicatos autónomos. De ideología plural, pero opuesta a todos los partidos políticos, la Cora está dominada por la corriente sindicalista revolucionaria y una minoría socialista y se manifiesta contraria del enfoque anarquista adoptado expresamente por la Fora.

En 1901 se formó la Federación Obrera Argentina (FOA) del acuerdo entre anarquistas y socialistas, para luego separarse. Los socialistas se incorporan a la Unión General de los Trabajadores, creada en 1903. Los anarquistas se organizan en la Federación Obrera de la República Argentina (Fora), creada en 1904, que declaraban no negociar jamás con el gobierno.

Murió Miguel Juárez CelmanEl 14 de abril murió en su estancia La Elisa, en Arrecifes, el ex presidente Miguel Juárez Celman. De tendencia liberal, sucedió en la presidencia de la Republica a su cuñado, el general Julio A. Roca. Su gobierno se caracterizó por un desarrollo sin precedentes de las obras publicas y del comercio exterior, así como por un importante aumento de la inmigración extranjera.

Los problemas financieros derivados del excesivo dispendio de la administración y del aumento de la deuda pública provocaron una crisis que sumió al país en un estado de perturbación política que desemboco en una revolución el 26 de julio de 1890. El levantamiento fue sofocado, pero la reputación del Presidente quedó dañada de un modo irreversible por lo que dimitió y se retiró definitivamente de la política.

El gobierno argentino rompe relaciones con Bolivia, luego de que su embajada es apedreada por manifestantes disconformes con el fallo argentino en el arbitraje con Perú.

Figueroa Alcorta termina de desarmar la maquina roquista: interviene Córdoba e impone un gobernador adicto. Se lanza la candidatura de Roque Sáenz Pena, partidario de la reforma electoral; propone la fundación de un partido orgánico y doctrinario. 

Hay problemas en la oposición ante la muerte Emilio Mitre, posible candidato presidencial; Guillermo Udaondo es candidato de la mitrista Unión Cívica, hay un debate en la Unión Cívica Radical; en el Manifiesto de los Independientes, que redacta Leopoldo Melo, se critica la política abstencionista y el personalismo de Yrigoyen. El jefe del radicalismo sostiene que concurrir a elecciones es aceptar la tentación del Régimen. A fines de diciembre se reúne la Convención Nacional de la UCR, por primera vez desde 1897, y decide mantener la abstención electoral.

El 4 de diciembre Roque Sáenz Peña, con la promesa de sanear el sistema electoral, proclamo su candidatura junto a Victorino dela Plaza, apoyados por el partido Unión Nacional. En los primeros días de junio de 1909 un grupo de ciudadanos encabezados por Ricardo Lavalle formó' un comité para levantar la candidatura del doctor Roque Sáenz Pena, que es también el candidato de Figueroa Alcorta. El movimiento surgido de dicho comité dio origen a una nueva fuerza política, la Unión Nacional.

El 30 de noviembre Ricardo Lavalle invito a Sáenz Peña a que diera su opinión sobre el candidato a vicepresidente y, al día siguiente, este último se pronunció por Victorino de la Plaza, por entonces ministro de Relaciones Exteriores. La Union Cívica Radical ha dispuesto otra vez la abstención.

La producción de “cintas” argentinas, es decir, de los primeros filmes que se rodaron en nuestro país con escasos segundos o minutos de duración, estuvieron en su inmensa mayoría a cargo de inmigrantes europeos, aquellos que descendían de los barcos jun to a millares de expulsados por el hambre o por las persecuciones políticas habituales en el viejo continente.

Pero es en los preámbulos del Centenario cuando, ademes de festejarse entre algunos  privilegiados las virtudes del nuevo medio  se registra un crecimiento del número de producciones locales y ya no solo para ilustrar las imágenes de la flamante elite dominante —Roca, Mitre y compañía —junto con desfiles militares, honras fúnebres, actos religiosos o escenas callejeras, sino también para recrear algunos acontecimientos de la historia nacional, según la mirada de quienes hasta entonces la hegemonizaron. El Centenario es el acontecimiento propicio para encarar los primeros bocetos fílmicos de nuestra historia, y a Mario Gallo, un italiano llegado al país hace poco —pianista de cines y varietes y altamente influenciado por la operística de su país de origen y por el llamado film d'art trances— le correspondió la filmación de las primeras cintas que se produjeron en el país. Ellas son La Revolución de Mayo y El fusilamiento de Dorrego, ambas realizadas este año y concebidas para so estreno en 1910 en el marco de los artificios del primer Centenario. Para la realización de estos trabajos Gallo contó con la colaboración de otros inmigrantes, como los italianos Atilio Lipizzi electricista y proyectorista—y el español Julián de Ajuria, empleado de la Casa Lepage, y también de algunos actores que pusieron en escena, y con gran éxito piezas históricas, lo cual facilito el empleo de vestuarios y decorados, posibilitando así lo quo resulto al go parecido al –“teatro filmado”.

El 3 de julio pasado apareció el primer número de la revista de aventuras Tit-Bits, dirigida por Rodolfo de Puga y publicada por la editorial Manuel Láinez.  Se trata de una publicación dedicada a folletines y variedades, e incluye también tiras cómicas y humor gráfico.  

Toma su título de una conocida revista londinense. De formato bastante mayor que los pulps convencionales, se espera que desfilen por ella relatos y novelas de ciencia ficción, así como nuevas historietas con personajes como Buster Brown, Katzenjammer Kids, Buck Rogers y The Phantom. La editorial Haynes, por su parte, anuncia la aparición de una nueva revista de interés general, Mundo Argentino. Esta editorial ya publica desde 1904 El Hogar, una revista dedicada a modas y costumbres. 

Al emerger la Unión Cívica Radical como fuerza política activa, se avivan Las discusiones internas acerca de sus propuestas y programa. Un prestigioso dirigente cordobés, Pedro Molina, renuncia al Comité Nacional de la UCR, en discrepancia con ciertas posturas en favor del proteccionismo que ha difundido un periódico radical; Molina es liberal, y partidario del librecambio. Yrigoyen le responde que la UCR no es un partido: "su causa es la de la nación misma" y no puede tener "otra aspiraci6n que la de La salvación de la República". Yrigoyen define at Régimen como "sumiso y abyecto", e identifica al radicalismo con la reparación nacional.

El gobierno desata una fuerte represión: se declare la Ley de Emergencia, se clausuran La Protesta y La Vanguardia, y se realizan detenciones y deportaciones en masa. Se organizan grupos patrióticos de civiles, para asaltar los locales obreros y agredir a sus dirigentes: comienza el terror blanco, que culmina en el año siguiente. 

Se abren las galerías del Túnel Trasandino a Chile y se construye el Ferrocarril al Paraguay. Se reglamenta el use de automóviles: placa patente, luces, bocina, 14 km/h de velocidad máxima y 23 años como edad mínima para conducir. Alejandro Christophersen construye en la plaza San Martin un palacio para Leonor Castellanos de Anchorena; Edouard Le Monnier levanta en avenida Alvear y Montevideo la residencia de Adela Harilaos de Olmos.

Juan B. Justo publica Teoría y práctica de la historia que es su interpretación, del marxismo el que se combina con un fuerte biologismo y en Conversión de la moneda, José María Rosa defiende el régimen legal de la inconvertibilidad y cuestiona las reformas propuestas. 

Rodeado de viva expectativa, llega Anatole France; pronuncia conferencias sobre Rabelais en el teatro Odeón, pero decepciona a su auditorio.

Horacio Quiroga se instala en San Ignacio, Misiones y allí concibe sus Cuentos de amor, de locura y de muerte, y la novela Los desterrados, donde incluye una serie de personajes que conoce en la zona. 

En Adán y Eva, Faustino Brughetti encara el tema de la pareja, el amor y las pasiones. En el Teatro Colon se presenta el barítono Giuseppe de Luca; canta Tannhauser con Hariclee Darclee, que hace su única presentacó6n en Buenos Aires. 

Debuta Florencio Constantino, tenor argentino de larga carrera en Europa; había sido peón rural en Bragado; un músico descubrió sus aptitudes y la colectividad española costeo sus estudios de canto en Europa.

Asisten 15.000 espectadores al match de futbol entre el Everton y el Tottenham Hotspur, de visita en el país. Comienza el predominio de los jugadores argentinos en el rugby: Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires se incorpora al círculo de primera división. Record de velocidad en automóvil: Paul Gilbert, en un Dietrich Lorraine; alcanza 146 km/h en 2000 metros; la prueba se realiza en el Camino de Cintura, entre San Justo y Morón.

Luego de viajar por Europa, Ricardo Rojas publica La restauración nacionalista, donde denuncia el avance en la educación del cosmopolitismo y el individualismo, males de una sociedad abierta y permisiva, que solo podían combatirse con una educación de orientación nacional. El libro, que constituye un hito en el desarrollo del pensamiento nacionalista del Centenario, es recibido en silencio, y solo alcanza renombre posteriormente.

Una noche de garufa es el título del primer tango de Eduardo Arolas, el Tigre del bandoneón. Por entonces tenía apenas 17 años, se había criado en Barracas y solo hada tres que tocaba su instrumento, de oído. Actuaba en distintos cafés de la Boca y en La Buseca de Avellaneda. Pronto acompañaría a Roberto Firpo en el Annenonville y El Estribo.

Lunario sentimental, de Leopoldo Lugones, obra fundamental del modernismo poetico, fue recibido de manera mordaz y casi sangrienta por la crítica.

El Buenos Aires Boxing Club organiza el primer torneo de box entre amateurs, en el participan también representantes de las escasas instituciones donde ese deporte se practicaba: Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y la Sociedad Sportiva Argentina. El Buenos Aires Boxing Club había sido fundado el año anterior, y contaba con el primer ring reglamentario del país. El francés Culpin fue su primer profesor, y en 1908 se agregó el inglés Willie Gould. 

Gould era un boxeador notable, vencedor de Culpin -hasta entonces invicto en el país y de muchos otros que lo superaban ampliamente en peso y estatura. Su enseñanza terminó de afianzar el deporte en la ciudad.

La empresa petrolera estadounidense Standard Oil apela al Tribunal Federal Supremo contra la disolución de su grupo.

La empresa fundada por John D. Rockefeller fue juzgada por un tribunal federal por entrar en conflicto con la ley anti trust: mediante la estratagema de cambiar de nombre y fundar diferentes empresas, mantenía su posición dominante en el mercado.

La sentencia se basa en la denominada Acta Sherman, en vigor desde 1890. En defensa de la libre competencia, el Acta Sherman dictaba la disolución de los trusts, así como de las uniones entre empresas independientes pero económicamente vinculadas las unas a las otras. En 1892, se instó a Rockefeller a que disolviera su empresa, peró consiguió salirse con la suya mediante una hábil reorganización.

Aun después de que el Tribunal Federal Supremo confirmara la sentencia, en 1911, el consorcio se disolvió sólo formalmente. Mediante cambios de nombre y la fundación de empresas independientes, mantuvo de hecho su posición dominante en el mercado.

Rockefeller fundó junto a un socio en 1862, cuando tenía veintitrés años, una refinería en Cleveland, que fue el origen de la Standard Oil Company, nacida en 1870. Su objetivo era refinar y transportar petróleo, no tenía ningún interés en las arriesgadas extracciones. En sólo cinco años, Rockefeller consiguió convertir su empresa en un imperio. Mediante todos los métodos posibles, obligó renunciar a sus competidores. En su vida privada, Rockefeller era extremadamente ahorrador.

Militares españoles reprimen violentamente una revuelta en la ciudad catalana. En los disturbios mueren varios centenares de personas. Las fuerzas del orden, muy bien armadas, apresan a más de 500 rebeldes. La eliminación de las barricadas dura varios días.

Tras la represión de la revuelta anarquista, muchos lugares de Barcelona ofrecen una imagen de desolación. Los revolucionarios destruyen, sobre todo, iglesias y edificios religiosos. En total, durante la «semana trágica», se incendian 17 iglesias, 23 monasterios y 16 escuelas católicas de Barcelona y muchos sacerdotes, monjas y frailes son asesinados.

En algunas ciudades de Cataluña, los revolucionarios proclaman la república; en Barcelona los anarquistas levantan cientos de barricadas y numerosos puentes y líneas de ferrocarril son destruidos y se saquean las tiendas e instalaciones públicas.

El 30 de julio, unos 10.000 hombres armados, dirigidos por un comité revolucionario, se enfrentan a las tropas leales al rey. El ejército no consigue imponerse hasta que no llegan grupos de combate trasladados desde Valencia y Madrid.

Varios líderes de la revuelta, entre ellos el pedagogo Francesc Ferrer i Guardia conocido internacionalmente, serán fusilados en el curso de las semanas siguientes, como consecuencia de la represión.

Con gran expectación, una velada de danza y ópera abre en la capital francesa la saison russe (temporada rusa).

El programa está integrado por danza basada en la música de compositores rusos, entre otros, Alexandr Cherepnin, Nikolái A. Rimski-Kórsakov, Mijail I. Glinka y Piotr I. Chaikovski, y fragmentos de la ópera El príncipe Igor, de Alexandr P. Borodin. La representación obtiene un éxito rotundo. El público parisino aplaude a los intérpretes, especialmente a Vaslav Nijinski, la estrella de la compañía moscovita.

Serguéi Diáguilev, de 37 años, es el fundador y director de los Ballets Rusos, formado por miembros del Teatro de María de San Petersburgo y del Ballet de la Corte de Moscú.

Con la intención de acercar el arte ruso a Francia, Diáguilev presenta varios conciertos en París a partir de 1906. La saison russe supone la consagración de su trabajo.

El éxito une a los artistas rusos y franceses. Diáguilev intenta modernizar la danza trabajando juntamente con los compositores Claude Debussy, Igor Stravinsky y Richard Strauss, francés, ruso y austriaco, respectivamente; con los pintores Henri Matisse, francés, y Picasso, español, y con las estrellas  indiscutibles de la danza, los bailarines Anna Pavlova y Vaslav Nijisnky  Diáguilev pretende integrar danza, música y escenografía.

Mijail M. Fokin es el primer coreógrafo del grupo de bailarines que consigue una brillante síntesis del clasicismo de Marius Petipa y el neoclasicismo de George Balanchine.

Las estrellas de los Ballets Rusos marcan también la pauta de los años siguientes. En 1911 se estrenará en París el ballet Petrushka de Igor Stravinski, que llega a ser uno de los más populares de todo el mundo. Nijinski interpreta a una marioneta que será el desafortunado héroe de la feria. Su interpretación será la referenda de las representaciones posteriores de esta obra. También el trabajo de bailarina, Tamara Karsavina, se como modelo.

El explorador estadounidense es el primer hombre que llega a pisar el Polo Norte.

Peary, que ya había preparado antes varias expediciones espectaculares al Ártico, inició su viaje en julio de 1908. En el barco Roosevelt viajó junto a su equipo hasta la isla de Ellesmere, el punto más al norte, a 670 km del Polo. Lo acompañaron el capitán Robert Bartlett, de 35 años, el médico J. W. Goodsell, su secretario, Ross Marvin, el joven explorador George Borup, Donald MacMillan y su ayudante, Matthew Henson. También contaron con la ayuda de 17 esquimales, que llevaban un total de 133 perros de trineo.

La última fase de la expedición, en la que Peary fue acompañado exclusivamente por esquimales, estuvo favorecida por una meteorología estable. Peary y sus acompañantes recorrían diariamente unos 40 km. El 6 de abril, alrededor de las 10 de la mañana, los hombres ya estaban agotados, pero sanos y salvos, a 89° 57' de latitud norte, en las proximidades inmediatas del Polo. La meta se veía cerca. Tras un largo descanso, emprendieron los últimos metros de camino.

En su diario, Peary escribió: «Al fin, el Polo... Mi sueño y mi meta desde hace veinte años... ¡Al fin mío!»

El Polo Sur será conquistado dos años más tarde , sin embargo, el siglo aún verá grandes exploraciones, como las de las altas montañas, las profundidades del mar y el espacio.

El pionero de la aviación atraviesa por primera vez el canal de la mancha con un avión a motor, con su compacto monoplano; recorrió una distancia de 36 km en 27 min 20 seg.

Blériot parte de Calais con viento suave poco antes del amanecer Durante el vuelo, el aparato se encuentra a unos 80 m sobre superficie del mar. Al aterrizar la accidentada costa de Dover, Blériot IX sufre algunos daños leves.

Con esta hazaña aérea, Blériot, 37 años, gana el premio de 25.000 francos que el editor británico lord Alfred Charles Northcliff cedía al primer vuelo a motor entre Inglaterra y el continente. El también francés Hubert Latham, que había preparado el viaje al mismo tiempo, se queda con las ganas.

El éxito de Blériot es una hazaña más en el aún joven mundo de la aviación. La era de la aviación había empezado el 17 de diciembre de 1903 , cuando se llevó a cabo el primer vuelo a motor dirigido.

En 1906, el brasileño Alberto Santos-Dumont Bagatelle despegó de París en el primer vuelo dirigido de Europa y recorrió una distancia de más de 60 km.