Política Energética

A través del Plan Energético Nacional lanzado por el entonces presidente Kirchner Argentina había comenzado a reducir la participación hidrocarburífera en la matriz primaria y, paralelamente, inaugurado una política en energías alternativas y renovables exitosa. En la actualidad, la oferta nuclear e hidráulica supera el 8%, con las renovables eólica y biocombustibles en fuerte ascenso. Para 2015 se prevé que las primeras pasen al 17% y las segundas a más del 8%. Con la Ley 26.190, aprobada por el gobierno de o Ley de Régimen de fomento nacional para el uso de fuentes renovables de energía destinada a la producción de energía eléctrica. Con esta normativa, aprobada a fines de 2006, el país dio el primer y estratégico paso en el insoslayable camino de la diversificación energética.

Durante su presidencia se inauguró la central hidroeléctrica Potrerillos con una capacidad combinada de 160,4 MW. En conjunto, el complejo hidroeléctrico genera más de 850 de GWh por año. Esta cantidad equivale al 20% del consumo anual de electricidad de la provincia de Mendoza, con una inversión de 312 millones de dólares.

En 2006 lanzó el Plan de Reactivación Nuclear que buscaba reactivar el desarrollo nuclear en el país con una serie de obras entre las que se incluyen la finalización de Atucha II, la extensión de vida de la Central Nuclear de Embalse y la construcción de reactores Carem.

Reactivación de Plan Nuclear Argentino

En 2006, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, se lanzó un plan de reactivación del sector nuclear que buscaba renovar y reactivar el desarrollo de la energía nuclear en Argentina.​ Los principales puntos del plan fueron anunciados por el ministro de planificación Julio de Vido durante una conferencia de prensa el día 23 de agosto de 2006:

  • Finalizar la planta nuclear Atucha II, que había sido empezada en 1980
  • Investigar la viabilidad de la construcción de una nueva planta nuclear, que sería la cuarta para Argentina.
  • Extender la vida útil de la planta nuclear Embalse, que originalmente finalizaría en 2011.
  • Construir un prototipo de reactor Carem, una planta nuclear de baja potencia de cuarta generación.
  • Poner en marcha la de la Planta de producción de agua pesada ubicada en la Provincia del Neuquén.
  • Reanudar las actividades de Enriquecimiento en el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu.
  • Firmar un acuerdo entre CNEA y las empresas Bacon y Tecnonuclear por el cual se entregarán radioisótopos en forma gratuita a varios hospitales públicos para el uso en pacientes de recursos escasos.

En 2005, Carem fue seleccionado entre una docena de proyectos de mayor interés a nivel mundial de reactores de esa franja de potencia, por una comisión de expertos convocada por el Departamento de Energía de los EE. UU.​ El reactor, se encontraba en una etapa avanzada de diseño en 2006 y tras las el plan de reactivación se avanzó en la construcción de los primeros prototipos.

Proyecto reactor CAREM

El concepto Carem fue presentado por primera vez en 1984 en Lima, durante una conferencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre reactores de pequeño y mediano tamaño. Desde entonces, los criterios de diseño de Carem y otros similares han sido adoptados por otros diseñadores de plantas nucleares, originando así una nueva generación de reactores, de los cuales el Carem fue, cronológicamente, uno de los primeros. En 2006 se encontraba en una etapa avanzada del diseño, paso previo a la construcción de un prototipo a escala real, siendo parte del Programa de Reactivación de la Actividad Nuclear. El reactor CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares) es un proyecto de central nuclear de baja potencia concebida con un diseño de última generación.

El reactor CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares) es un proyecto de central nuclear de baja potencia concebida con un diseño de última generación. Las posibles aplicaciones de una central de este tipo son variadas y comprenden desde el suministro de energía en regiones aisladas a un costo de aproximadamente U$S 4.000 por kW de capacidad, provisión de energía para desalinización de agua de mar, hasta su utilización como laboratorio de investigación y de entrenamiento para operadores de grandes centrales nucleares, entre otras.

Sus características originales lo hacen diferente a los reactores nucleares de agua presurizada convencionales (PWR), que han estado en operación en las cuatro últimas décadas. El proyecto está en desarrollo por una gerencia especial creada para tal fin dentro de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y como principal prioridad, la participación en las etapas de diseño, fabricación y construcción de empresas de capitales públicos y privados argentinos.

En 2005, Carem fue seleccionado entre una docena de proyectos de mayor interés a nivel mundial de reactores de esa franja de potencia, por una comisión de expertos convocada por el Departamento de Energía de los EE. UU.. Luego de reiterados retrasos y replanificaciones el Gobierno Nacional, a través de su subsecretario de Energía Nuclear de la Nación, anunció puesta a crítico para el año 2020Proyecto reactor CAREM.

Finalización de Atucha II 

La construcción de Atucha II se detuvo en 1995​ y un año después, Menem decidió disolver ENACE (Empresa Nuclear Argentina de Centrales Eléctricas) y despedir al 75 % de su personal, abandonando definitivamente el desarrollo del Plan Nuclear Argentino.​
Desde la formación de Nucleoeléctrica Argentina S. A., el gobierno de Carlos Menem gestionó su traspaso a manos privadas por medio del sistema de concesión de uso de los bienes por un plazo de 45 años. Según estaba previsto, del 99% de las acciones que poseía el Estado Nacional, un 89% pasaría a una nueva empresa llamada Genuar, mientras que el 10% restante sería entregado a los empleados por medio del Programa de Propiedad Participada (PPP), reteniendo el Estado una única acción. El ganador de la licitación debería hacerse cargo de la finalización de Atucha II.​Sin embargo, no aparecieron inversores privados interesados en la operación, ya que se trataba de un negocio poco redituable, además que las centrales tenían un período de vida útil estimado de 30 años, por lo que Atucha I y Embalse alcanzarían su límite en los años 2004 y 2014 respectivamente. Finalmente, el gobierno de Fernando De la Rúa decidió mantener su operación bajo la órbita del Estado.​

Pero los atrasos de las obras dejaron a los actores descolocados: Siemens se retiró del sector atómico a nivel mundial. Entonces, la francesa Framatone (en la que los alemanes tienen 34 %) quedó como continuadora de esa área de negocios. En 2004 empezaron las negociaciones entre esta nueva compañía y la Secretaría de Energía.​
El agua pesada y los elementos combustible necesarios para la central son producidos en Argentina. Durante 1998 se montó el recipiente de presión, el continente de acero donde las fisiones del uranio en el combustible calentarán el agua pesada que luego, a su vez, generará el vapor que mueva la turbina.

Se inició el proceso de puesta en marcha a finales de septiembre de 2011. Como Atucha I, es un reactor de agua pesada presurizada con tecnología de Siemens KWU, pero fue diseñado para tener una potencia más alta (potencia térmica de 2175 MW y potencia eléctrica neta de 692 MW).
El cronograma del proyecto de ejecución de obra comprende una fase I de 12 meses de duración para el relanzamiento del proyecto (organización, recuperación de infraestructura, ingeniería y contratos), una fase II de 26 meses para las actividades de construcción y montaje y una fase III de 14 meses para la puesta en marcha de la central. Las tareas remanentes de diseño serán ejecutadas por Nucleoeléctrica Argentina S. A. en asociación con los recursos científicos y tecnológicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

En el acto de inicio de puesta en marcha de Atucha II fue anunciado el proyecto de construcción de la central Atucha III y del prototipo del primer reactor de potencia de diseño argentino, la Carem (Central Argentina de Elementos Modulares) de 25 megavatios, en una ubicación adyacente a Atucha I.​ A las 09:02 del 3 de junio de 2014, Atucha II alcanzó su primera criticidad.


Creación de ENARSA

A mediados de 2004 se envía al Congreso de la Nación el proyecto de creación de ENARSA. La iniciativa fue aprobada con modificaciones,​ siendo promulgada como Ley 25.943. Esta ley dispuso que ENARSA contaba entre sus activos con el monopolio legal sobre de la exploración y explotación de la plataforma submarina del mar Argentino,​ correspondientes al Estado Nacional por la denominada "Ley Corta".

La titularidad de la empresa está repartida de la siguiente manera:

  • Un 53% perteneciente al Estado nacional;
  • un 35% en oferta pública;
  • un 12% en manos de las provincias que desearan participar.


Reactor CAREM es el primer reactor de potencia 100% argentino

Reactor CAREM es el primer reactor de potencia 100% argentino
El CAREM es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en la Argentina, que reafirma con este nuevo hito su capacidad para el desarrollo y puesta en marcha de centrales nucleares, perfilándose a su vez como uno de los líderes mundiales en el segmento de reactores modulares de baja y media potencia (SMR, por sus siglas en inglés).
Esta clase de reactores tienen una gran proyección para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o de polos fabriles e industriales con alto consumo de energía (incluyendo la capacidad de alimentar plantas de desalinización de agua de mar).



Central Nuclear Atucha II

Central Nuclear Atucha II
La Central Nuclear Atucha II se encuentra sobre la margen derecha del Río Paraná, en la localidad de Lima, partido de Zárate, a 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. La planta cuenta con una potencia de 745 Mwe.
La piedra fundamental de esta central se colocó en 1982, y en 1994 se paralizó hasta su reactivación en 2006. Atucha II alcanzó su primera criticidad el 3 de junio de 2014, y el 27 de ese mismo mes se sincronizó el generador al sistema interconectado nacional.




comparacion entre reactors CAREM y los convencionales

Creación de ENARSA

Creación de ENARSA
Su fundación estuvo relacionada con la necesidad política del Estado de contar con un espacio en el oligopolio desarrollado en el mercado petrolero argentino luego de que la antigua Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) —la mayor empresa del país—, fuera privatizada durante los años 1990 y pasara a manos del grupo español Repsol.
A través del Plan Energético Nacional 2004-2019, lanzado por el entonces presidente Kirchner, Argentina comenzó a reducir la participación hidrocarburífera en la matriz primaria y, paralelamente, inauguró una política en energías alternativas y renovables. Con la Ley 26.190, o Ley de Régimen de fomento nacional para el uso de fuentes renovables, aprobada por el gobierno a fines de 2006, el país dio el primer paso hacia la diversificación energética