Nacido en Rosario en 1911 quedo huérfano de muy chico y vivió en la colonia de Marcos Paz en la provincia de Buenos Aires.
Desde muy joven practicó varios deportes: fútbol, natación, baloncesto... hasta que en 1927, el entrenador de la colonia pidió a Zabala que le ayudara.
El joven comenzó a entrenarse para las carreras mostrando ya todo su potencial.
Una riña con otro adolescente hizo de Zabala un atleta asiduo. Los dos jóvenes estaban a punto de pelearse cuando un profesor les convenció para que se enfrentaran en una carrera y no con los puños. Zabala ganó sin problemas y, a partir de entonces, decidió entrenarse continuamente por temor a ser batido en una eventual revancha.
Los resultados no se hicieron esperar: el 10 de noviembre de 1931 batió en Viena el récord del mundo de los 30km con una marca de 1h42:30.
El maratón de los Juegos de 1932 fue trepidante. Durante 30 kilómetros, Zabala se mantuvo en cabeza, excepto durante un breve ataque del mexicano Margarito Baños.
Los corredores finlandeses también intentaron asfixiar a sus adversarios con incesantes ataques, pero pagarían caro sus esfuerzos, y a cuatro kilómetros de la llegada, el argentino volvió a ponerse en cabeza, entrando en primera posición en el estadio del Coliseum y ganando la carrera con un tiempo de 2h31:36., ante los aplausos enfervorecidos de los 80.000 espectadores.
El argentino no confirmó su éxito de Los Ángeles, ya que en Berlín sólo pudo acabar sexto en la final de los 10.000m con un tiempo de 31:22, a pesar de que en abril de ese mismo año había batido el récord del mundo de los 20km con una marca de 1h04.00.