La Campaña de las Cordilleras

Pero López siguió reclutando gente y em¬prendió la Campaña de las Cordilleras en enero de 1869 con trece mil hombres y 36 cañones. En la ciudad de Caacupé instaló talleres y una nueva fundición, y fabricó centenares de fusiles, sables y varios cañones estriados. 


El ejército aliado bajo el mando del conde de Eu se puso en marcha el 1 de ese mes de 1869. El 5 de mayo fue ocupada la fundición de Ibicury, de donde salían los cañones de López y pocos días después toda la línea del ferrocarril estaba en sus manos. Eran 29.000 brasileños y cinco mil argentinos.

El 1 de agosto fue tomada Peribebuy, que López había declarado capital provisional de Paraguay. Allí fueron saqueados los archivos paraguayos, que estaban depositados en los ranchos o casas que funcionaban como ministerios. Poco después, los aliados ocuparon Caacupé, siempre en persecución de López y su comitiva. 

Allí estaba el último arsenal paraguayo con unos setenta técnicos, la mayor parte de ellos de origen británico. Hasta el último día había producido tres cañones semanales y gran cantidad de fusiles y de municiones, p. Los 22 cañones que estaban en fabricación eran los mejores que existían entonces en la América del Sur.

Los aliados siguieron la persecución hacia Peribebuy y Caragueté, la cuarta capital de la

república ambulante de López. El 16 de agosto de 1869 se libró la batalla de Campo Grande, donde el general Bernardino Caballero perdió cuatro mil hombres, toda la artillería y 87 carros con suministros. Caballero se retiró del campo con treinta oficiales y dos mil hombres, la mayoría niños de diez años y viejos de setenta. A fines de 1869, López, con unos cien hombres y dos cañones siguió su marcha hacia el norte, atravesó la cordillera y penetró en territorio brasileño.


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