Este año Sarmiento realiza el primer censo nacional, en la guerra del Paraguay las tropas aliadas ingresaron a Asunción siendo la capital paraguaya por las tropas de Brasil en el interior las tropas de Felipe Varela son derrotadas en forma definitiva. Sarmiento crea el Colegio Militar
Del 15 al 17 de septiembre se realizó el demorado Primer Censo de la República Argentina, cuya necesidad se venía señalando desde 1862.
Corresponde al presidente Domingo F. Sarmiento el haber materializado este logro, esencial para conocer el lugar que ocupa el país en el mundo civilizado. El operativo, organizado por el superintendente Diego de la Fuente, combinó los adelantos de la estadística norteamericana y europea, adaptándolos a la realidad nacional. Se cumplieron así los requisitos de los países avanzados de alcanzar un relevamiento centralizado y simultáneo, con uniformidad de preguntas para todos los habitantes. El censo no estuvo orientado por la espuria finalidad de la leva militar, como ocurriera durante las guerras de la independencia y civiles, sino por la máxima señera de Manuel Belgrano sobre el valor fundamental de la estadística como ciencia asesora de la labor de gobierno.
Nada fue dejado al azar para sortear con éxito los escollos de la ciclópea tarea. La falta de antecedentes –el más cercano es el incompleto censo de la Confederación de 1857–, el analfabetismo, la población sin domicilio fijo, han sido sorteados gracias a una organización eficaz y a la campaña de propaganda para que la población comprendiera el valor del empadronamiento, que contó además con la colaboración de funcionarios nacionales y provinciales, 700 comisionados y cerca de 4.000 empadronadores pagos reclutados entre los habitantes más instruidos. Los incidentes, inevitables ya que la cultura estadística es aún incipiente, se limitaron a algunas evasivas en la provincia de Buenos Aires donde el decreto del censo coincidió con el sorteo para la Guerra con el Paraguay, pero ello no impidió que la casi totalidad del territorio que actualmente controla el Estado fuera censada. El operativo relevó también al Ejército de Operaciones en Paraguay y calculó a la población indígena del desierto y a los argentinos en el exterior, aunque estas estimaciones plantean dudas considerables.
También debe elogiarse la sencillez del formulario basado en muy pocas preguntas de respuesta confiable. Además de la edad, el sexo, la nacionalidad, el estado civil, la ocupación, la provincia de nacimiento y la instrucción, se inquirió por las enfermedades físicas y mentales, la invalidez, la orfandad, la asistencia a la escuela, la ilegitimidad, el amancebamiento y las viviendas. No se preguntó la raza, como en Estados Unidos, ya que en opinión de De la Fuente los indígenas y los negros no tienen aquí importancia numérica y se han ido integrando a la población blanca, lo que augura su pronta desaparición. Las distinciones raciales, propias de la colonia, no tendrían además cabida en una república cuya constitución las desterró justamente a la ignominia.
La población de hecho (la que durmió en la vivienda la noche previa al censo) asciende a 1.830.214 habitantes, lo que revela que el crecimiento demográfico en las dos últimas décadas fue similar al de Estados Unidos en sus mejores épocas.
Ello fue favorecido por el aporte de extranjeros, sobre todo europeos, que representan hoy el 12 por ciento de la población del país y que están radicados principalmente en las provincias de Buenos Aires (ella sola tiene a 7 de cada 10 inmigrantes), Santa Fe, Entre Ríos y en menor medida Corrientes, que son también las que más inmigrantes de otras provincias reciben. Por ello nomás provincias reciben. Por ello no sorprende que el Litoral haya crecido más rápido que el resto del país y cuente con el 45 por ciento de la población.
La ciudad de Buenos Aires, con 177.787 habitantes, es más numerosa que todas las capitales de provincia sumadas. Signo de los progresos realizados, la población urbana del país llega al 29 por ciento.
El censo confirmó que somos la nación más despoblada de América con un habitante por cada dos kilómetros cuadrados, situación que, según el superintendente, exige con urgencia un plan activo y estratégico de colonización.
Las cifras del crecimiento, que llenan de optimismo a un país que desde la Constitución nacional se ha encaminado en la senda del progreso, no deben hacer olvidar que son muchos los problemas que requieren solución. Las proporciones de analfabetos en la población de 14 años y más (65 por ciento en hombres y 78 en mujeres) y el 80 por ciento de niños de 6 a 14 años que no asiste a la escuela alertan sobre lo mucho que resta por hacer.
Uno de cada diez menores de 14 años – es huérfano y dos de cada diez son ilegítimos, proporciones muy alejadas de las europeas, a lo que se suman los niños abandonados o entregados al servicio doméstico que el censo no ha podido evaluar. La situación de las mujeres, que sobrepasan en número a los varones en casi todas las provincias por efecto de las guerras y las migraciones, muchas de ellas viudas o amancebadas, es también preocupante ya que la mitad tiene ocupaciones que le proveen un jornal incierto y precario. La riqueza material, por último, dista del óptimo ya que el 79 por ciento de las viviendas son de madera, caña o paja. Las de azotea y teja se encuentran en su gran mayoría ría en la provincia de Buenos Aires, que cuenta también con la mayor parte de las profesiones científicas y liberales.
Como señaló De la Fuente, el creciente desequilibrio de población entre el Litoral y el resto del país afectará la representación política de las provincias en la Cámara de Diputados, tema que, con toda certeza, concitará debates intensos en los años venideros.
Solano López intenta organizar la resistencia aunque ya perdió en todos los terrenos .
La guerra del Paraguay llegó este año a su fin con el ingreso del ejercito a Asunción, una ciudad totalmente desolada a partir de la decisión del mariscal Francisco Solano López de enviar a casi toda la población a las montañas.
Seis meses después de la ocupación los representantes diplomáticos aliados firmaron un protocolo en el que se estipulaba que "en el territorio liberado del mariscal López" habrá un gobierno designado "por la libre elección de los ciudadanos paraguayos" a condición de "dar garantías de paz, estabilidad y perfecta inteligencia con los gobiernos aliados". A los pocos días, se reunieron en Asunción 21 paraguayos que nombraron un triunvirato de gobierno conformado por Carlos Loizaga, José Díaz de Bedoya y Cirilo Antonio Rivarola. Pero a pesar de la ocupación y la conformación del nuevo gobierno, se sabe que Solano López no se ha dado por vencido.
Desde su campamento en Cerro León prepara la resistencia. En los últimos meses han llegado hasta allí los heridos de la última batalla, Lomas Valentinas, que se lanzaron por centenares al inmenso estero de Ypecuá, capaces de permanecer tres días sin comer y con el agua al cuello.
Se estima que tres meses después de aquella dura derrota, Solano López cuenta actualmente con 13 mil hombres.
Quienes han estado en Cerro León aseguran que allí se recogen armas abandonadas en los campos de batalla, se monta otro arsenal, se funde hierro, se taladran cañones, se fabrica pólvora y papel, se edita un periódico, vuelven a funcionar las escuelas, rige la ley de enseñanza primaria obligatoria, los niños soldados asisten a clases. Pese a haber caído Asunción, daría la impresión que para Solano López su gente, la guerra aún no ha terminado.
Entre la ocupación y la formación del nuevo go¬bierno, los aliados se entregaron al más desenfrenado saqueo. El paisaje cotidiano era el de casas ardiendo en llamas, luego de que eran sacados de ellas todos los muebles. Por el rio Paraguay comenzaron a llegar los barcos despachados desde la Argentina para comprar las mercaderías. Los soldados se aglomeraban en el puerto para cambiar el fruto de su saqueo por oro. Con respecto a los refugiados, en su inmensa mayoría eran mujeres o niños totalmente indefensos. Las mujeres fueron violadas y las que sé que se resistían eran degolladas en plena calle. En tanto que muchos niños fueron arrancados de sus madres para ser vendidos como esclavos en las plantaciones de Brasil. Mientras todo esto sucedía en Asunción, las tropas argentinas que combatieron en la guerra desembarcaron en Buenos Aires y desfilaron en medio de grandes homenajes oficiales.
Tras su heroica participación en la batalla del Pozo de Vargas, en abril de 1867, Felipe Varela intento su última embestida contra el centralismo porteño en la batalla de Pastos Grandes, en la provincia de Salta. Para desgracia del caudillo cuyano, el presidente Domingo F. Sarmiento envió cuantiosos refuerzos varias semanas antes del combate, ya que el coronel Corvalán interceptó una carta de Varela a su lugarteniente Santos Guayana, que contenía instrucciones ácticas.
Así, quedó al descubierto la idea de las montoneras federales de ingresar por la frontera salteña. Con ese dato clave, la batalla resulto ruinosa para Varela, de cuyo ejercito murieron cinco soldados y 54 resultaron prisioneros. Varela logro escapar con el coronel Rodríguez y el mayor Quiroga rumbo a Chile, donde aún permanece.
El 1 de mayo se implementó la primera línea telegráfica de carácter nacional, que cubre los 300 kilómetros que separan Buenos Aires de Rosario. La idea del presidente Sarmiento es contratar al ingeniero Enrique Tassart para lograr la expansión del telégrafo y así unir a través de las comunicaciones las provincias del centro, norte y este del país.
El Congreso aprobó el 11 de octubre último la ley que establece la creación del Colegio Militar de la Nación. De esta manera se materializo la idea del gobierno de crear una escuela castrense que en dicha fuerza. Si bien el proyecto siempre estuvo vigente, comenzó a tomar más fuerza desde la finalización de la guerra con el Paraguay. Apenas sancionada la ley, el gobierno designó una comisión militar especial a efectos de proponer el reglamento y plan de estudios de la nueva escuela. Fueron convocados un selecto grupo de oficiales y veteranos de muchas campañas, como el brigadier general Emilio Mitre, el general D. Indalecio Chenaut , el coronel Mariano Moreno , el coronel Juan F. Czetzy el sargento mayor V. L. Peslouan.
La ciudad de Buenos Aires cuenta con su segunda compañía de gas, cuya usina se estableció en Los Corrales y que cuenta como gerente general al señor D. F. Woodgate. La primera obra de gas que se estableció en la ciudad fue en 1853 y estuvo a cargo de James Bragg. Cuenta actualmente con un capital de 140 mil libras, lo que deja en evidencia los altos dividendos que genera esta actividad,
Por lo tanto, no llamaría la atención que este segundo emprendimiento en la materia termine siendo también un formidable negocio, teniendo en cuenta la demanda que genera esta eficaz fuente energética.
El 29 de marzo en San Juan es destituido el gobernador Manuel Zaballa.
En las calles de Buenos Aires el silbato policial se transforma en un instrumento servicial. Enrique O'Gorman, que al asumir la jefatura de Policía se preocupó de re organizar el cuerpo, ha reglamentado también el uso del silbato.
Los toques son fijados en cinco. Son los siguientes: Reunión: los vigilantes deben marchar hacia el lugar de donde parte; Auxilio: los vigilantes deben auxiliar al que lo ha dado; Marcha: los agentes deben rondar la manzana a su custodia; Llamada: indica la llamada del oficial, sargento o cabo; Incendio: el que deben dar y repetir los agentes mientras se dirigen hacia el lugar del siniestro.
Tras el traslado del Congreso a Buenos Aires, la casa fue destinada a diversos usos, y devuelta a sus propietarios en algún momento de la crisis conocida como la Anarquía del Año XX. Pasó a ser propiedad de Carmen Zavalía, casada con su tío Pedro Patricio Zavalía. Su estado parece haber sido ruinoso, por lo que los esposos Zavalía demolieron las construcciones del segundo patio, recontruyéndolas en un estilo más moderno.
Años más tarde, la casa albergaba a dos mujeres solteras, tataranietas de su primera propietaria. En 1869, con el objetivo de llamar la atención de las autoridades en la conservación del edificio, aprovecharon la presencia en Tucumán del fotógrafo Ángel Paganelli, para tomar algunas fotografías del mismo. Entre ellas, tuvo especial importancia una única fotografía del frente del edificio, que se muestra en estado bastante ruinoso, pero conservando en buen estado los detalles arquitectónicos. En la foto aparecen el conductor del carro que llevaba la máquina de fotos de Paganelli y su hijo, sentados frente a la casa.
En 1874, la casa fue definitivamente adquirida por el estado nacional, que la destinó a edificio de Correos, anexándole posteriormente el servicio de Telégrafo. El lugar fue sede de las primeras manifestaciones de conmemoración de la Declaración de la Independencia, que comenzaron durante los años 1880. En 1893 se realizó una conmemoración masiva, con representantes estudiantiles llegados de distintas provincias.
Por segunda vez en la historia no es un Borbón el que ocupa el trono ibérico.
El 6 de junio fue aprobada en España una nueva constitución que, por primera vez, establece el sufragio universal. Entre los puntos más significativos figuran: el establecimiento de una monarquía democrática, con una serie de limitaciones de los poderes del rey; el Poder Ejecutivo en manos del Consejo de Ministros; el Poder Legislativo en poder de unas Cortes bicamerales; el Poder Judicial reservado a los Tribunales; una amplia declaración de derechos, reconociéndose por primera vez los de reunión y asociación y la libertad de cultos religiosos.
Como producto de esta nueva constitución asumió como rey Amadeo de Saboya, en perjuicio de Leopoldo de HohenzoIlem, que fue vetado por Napoleón III y dio origen a la guerra franco-prusiana. Es la segunda vez que en España es elegido un rey que no pertenece a la casa de los Borbones. Amadeo de Sabina nació en Turin y es el segundo hijo de Victor Manuel II. primer rey de Italia, y de María Adelaida de Austria.
Con música de Giuseppe Verdi, quien compuso especialmente para el acontecimiento la ópera Aida. quedó inaugurado el 17 de noviembre el Canal de Suez. Ahora, gracias a este conducto artificial de agua que separa África de Asia y une a los mares Mediterráneo y Rojo, se redujo en 5 mil kilómetros el camino de Europa a la India. A lo largo de la historia, el canal fue motivo de enfrentamientos entre potencias que buscaban controlar una ruta tan codiciada. De hecho. Inglaterra se negó sistemáticamente a su construcción. Pero finalmente se terminaron imponiendo aquellos que, como los franceses, argumentaban que el canal disminuiría la distancia entre Europa y el sur de Asia.
La obras del Canal de Suez se comenzaron a realizar a partir del 10 de Abril de 1859. y los trabajos que se llevaron para realizar una de las obras más grandes de ingeniería de la época tardaron 10 años en ser completadas.
Al principio de los trabajos en el Canal de Suez. No se tenía máquinaria por lo que se tuvo que emplear mano de obra. Decenas de miles de campesinos fueron forzados a trabajar, en pésimas condiciones laborales. Se estima que perdieron la vida más de 20,000 personas de forma oficial. Las estimaciones no oficiales elevan la cifra más de 125,000 víctimas.
Finalmente por primera vez en la Historia. Se utilizó la maquinaria para excavar tierra. Haciendo que los trabajos fueran muchos más rápidos y siendo un referente para las futuras grandes infrastructuras. Se removieron más de 50 millones de metros cúbicos en menos de dos años gracias a la maquinaria. El total removido fue de 75 millones de metros cúbicos.
El proyecto de construcción fue coordinado por el ingeniero y diplomático francés Ferdinand Marie de Lesseps, con la ayudado las autoridades egipcias. La concesión de 99 años de duración estableció que las ganancias serán distribuidas en un 15 por ciento para el gobierno egipcio, un 10 por ciento para los accionistas fundadores, un 15 por ciento para los accionistas comunes y el resto se dedicará para al manejo de la empresa.
17 Noviembre 1869 Se inaugura el Canal de Suez. Es una de las vías artificiales de navegación más grandes del mundo. Su inauguración fue un acontecimiento mundial pues conectaba Europa, Africa y Asia de una forma antes jamás vista.
La noticia de que Pío IX ha decidido convocar a un nuevo Concilio Ecuménico ha sido recibida con entusiasmo por los católicos de todo el orbe y con desconfianza por los críticos de la Iglesia.
Hace dos años el Papa comunicó a los cardenales su deseo de que el nuevo Concilio encuentre "los remedios necesarios para los males que afligen a la Iglesia". Los motivos de preocupación del pontífice romano son de público dominio: el desarrollo de las sociedades masónicas, el avance de las ideas liberales, las expropiaciones de bienes eclesiásticos y la promulgación de leyes que restringen el accionar de la Iglesia en diferentes países. El Papa teme, además, que los conflictos que sacuden a Europa pongan fin a los Estados pontificios.
En la prensa de todo el orbe católico se han levantado voces entusiastas y críticas en relación con el Concilio. Los liberales han puesto de manifiesto en ambas márgenes del Atlántico su temor de que los decretos conciliares confirmen las orientaciones que el sumo pontífice ha dirigido a los prelados católicos en la encíclica Quanta Cura y en el Syllabus errorum en 1864. Diarios italianos, franceses e hispanoamericanos, y algunos de la ciudad de Buenos Aires, han expresado su inquietud por la posibilidad de que el Concilio renueve la condena de las ideas liberales.
No todos los obispos argentinos piensan concurrir al Concilio, cuyas sesiones se abrirán oficialmente el 8 de diciembre. De los cinco prelados de la república, tienen intención de viajar monseñor Mariano José Escalada (arzobispo de Buenos Aires), monseñor Buenaventura Risso Patrón (obispo de Salta) y monseñor Wenceslao Achával (obispo de Cuyo). No se sabe si concurrirán el obispo de Paraná, monseñor José María Gelabert, y el de Córdoba, monseñor José María de Arellana. Un periódico católico de la ciudad de Buenos Aires ha explicado que la ausencia del obispo cordobés se debería a la fragilidad de su salud y a su avanzada edad. En su última visita pastoral a La Rioja, monseñor sufrió horrorosamente: perdió la dentadura y se vio atormentado por fuertes dolores en el pecho. Con respecto al obispo de Paraná, sus dudas se relacionan con los altos costos del viaje a la Ciudad Eterna, por lo que un grupo de notables católicos santafesinos ha decidido organizar una colecta.
El concilio Vaticano I fue el primer concilio celebrado en la Ciudad del Vaticano. Convocado por el papa Pío IX en 1869 para enfrentar al racionalismo y al galicanismo. En este Concilio se aprobó como dogma de fe la doctrina de la infalibilidad del papa. Tuvo cuatro sesiones, Primera Sesión: celebrada el 8 de diciembre de 1869 con el Decreto de apertura del concilio , Segunda Sesión: celebrada el 6 de enero de 1870 con la Profesión de Fe, Tercera Sesión: celebrada el 24 de abril de 1870 concluyendo con la aprobación de la Constitución Dogmática Dei Filius sobre la fe católica y Cuarta Sesión: celebrada el 18 de julio de 1870 concluyendo con la aprobación de la Constitución Dogmática Pastor Aeternus sobre la Iglesia de Cristo que declara el dogma de la infalibilidad papal.
El concilio fue suspendido por Pío IX el 20 de octubre de 1870, después que se hubiera consumado la unión a Italia de los Estados Pontificios.
Es de esperarse que los obispos argentinos se dirijan al gobierno nacional pidiendo alguna contribución pecuniaria para afrontar los cuantiosos gastos del viaje. Hasta ahora sólo lo ha hecho el obispo de Salta, con resultado negativo. Las causas de la respuesta no se deberían sólo a las estrecheces del erario: el gobierno no oculta su disgusto por no haber sido oficialmente informado de la convocatoria ni invitado a enviar a sus propios representantes junto a la delegación eclesiástica
Una nueva crisis institucional sucedió este año en Haití con la caída del presidente Sylvain Salnave y su reemplazo por Nissage Saget. Salnave había llevado las cosas al ex tremo cuando decidió cerrar la Cámara de Diputados y alentó la formación de un grupo armado para intimidar a todo aquel dirigente opositor.
Salnave también había derrocado por la fuerza al presidente anterior, Fabre Geffard en 1867. Este había llegado al poder en 1860 y restauró el sistema republicano, promoviendo educación pública primera y superior y la construcción de canales, carreteras y acueductos. También fomentó las exportaciones de algodón y redujo el ejército a la mitad, pero paulativamen¬te su forma de conducción se fue volcando hacia prácticas autoritarias yen 1865 reprimió una sublevación con la ayuda de la marina británica.