El primer Ministro de Guerra de Roca, Luis María Campos, fundó la Escuela Superior de Guerra, para lograr una formación constante y renovada del pensamiento militar argentino, así como la investigación ininterrumpida en materia de defensa nacional, estrategia e historia militar.68 Su segundo Ministro de Guerra, Pablo Riccheri, estableció el servicio militar obligatorio por la Ley 4031. También se inició una acelerada modernización del Ejército, y se adquirieron nuevas bases militares, como Campo de Mayo, con la intención de evitar que los cuarteles dentro de la Capital fueran instrumento para revoluciones militares. Se refundó el Regimiento de Granaderos a Caballo que había creado el general José de San Martín, para funcionar como escolta del Presidente de la Nación.
Con la entrada del coronel Pablo Ricchieri en el ministerio de guerra, en sustitución de Luis María Campos, se inicia la modernización del ejército, que se mantuvo en términos generales en la misma línea a partir de 1901. En la discusión suscitada en torno a las proyectadas innovaciones, el ministro Ricchieri hizo notar que se contaba con el acuerdo y la comprensión de hombres que tenían tras sí una rica foja militar: Bartolomé Mitre, Juan Andrés Gelly y Obes, Julio A. Roca, Nicolas Levalle, Luis María Campos y muchos otros.
Se implantó el servicio militar obligatorio por ley de diciembre de 1901. El ejército se estructura en ejército de línea, guardia nacional y guardia territorial; el de línea incluye, además del cuadro de oficiales, suboficiales y soldados voluntarios, los ciudadanos de 20 a 28 años aptos para el servicio militar; se divide el ejército de línea en permanente y en reserva, integrada ésta por los conscriptos que hubiesen cumplido el servicio reglamentario. La guardia nacional se formaba con hombres de 28 a 40 años; la guardia territorial era integrada por ciudadanos de 40 a 45 años.
Fueron adquiridos los terrenos que habrían de formar la base de Campo de Mayo, cerca de la capital federal, y el de Campo de los Andes, cerca de Mendoza, para el adiestramiento de las tropas de montaña. Se reconstruyó el regimiento de granaderos a caballos en homenaje a San Martín.
El nuevo ejército fue movilizado, como medida de previsión, en enero de 1902; constaba de 18.273 hombres, 252 piezas de artillería, 9.812 caballos y 3.416 mulares.
Complemento de la modernización del ejército y de sus cuadros fue el Colegio Militar, de 1900, la escuela de aspirantes a oficiales de 1902, la escuela de aplicación de oficiales de 1903.
Pablo Riccheri fue el impilsor de la organización del servicio militar obligatorio, que fue funcional a los objetivos trazados en aquel entonces por el Estado, al difundir la idea de ciudadanía y de igualdad ante la ley. A su vez, las listas y libretas de enrolamiento fueron rápidamente utilizadas como documentos de identidad, tanto para identificación de las personas, como para la confección de padrones electorales. De esta manera, fue un paso previo a la futura sanción de la Ley Sáenz Peña en el camino a la pureza del sufragio y la representatividad de los gobiernos surgidos de los mismos. Por otro lado, en los cuarteles se instalaron escuelas para los conscriptos, que colaboraron en la lucha contra el analfabetismo y la integración de los hijos de inmigrantes.