Año 1866

Este año hay una levantamiento federal en Cuyo en forma de resistencia contra la guerra del Paraguay  mueren dos patriotas de la época de San Martín como  el general Juan Gregorio de Las Heras y Tomas Guido tambien asume la gobernación de Buenos Aires Adolfo Alsina

El gobernador electo de Mendoza, Melitón Arroyo, se aprestaba a suceder a su ahijado político, Carlos González Pintos. Ambos pertenecían al grupo de notables que desde 1861 dirigían las riendas del poder local sobre la base de alianzas personales y políticas que incluían a los subdelegados de los departamentos de la campaña, los comisarios y los jefes de las guardias nacionales que, desde los tiempos de Urquiza, venían arbitrando la vida política de la Confederación a través de las elecciones o de la insurrección armada. 

Esa red de poder no demostró ser estable durante la jornada festiva que acompaño la sucesión cuando, en la madrugada del 9 de noviembre, el coronel urquicista y jurista puntano Carlos Rodríguez, que se hallaba recluido en la cárcel de Mendoza, consiguió la adhesión de los guardias nacionales para liderar una rebelión que enarbolo el cintillo punzo en rechazo de la exclusión de los grupos federales en el gobierno, y de las exigencias impuestas por el presidente Mitre a raíz de la guerra contra el Paraguay.

El suceso impactó de lleno en la ciudad: mientras el coronel Manuel Arias quedo a la cabeza del bastión urbano activando la movilización de los "ciudadanos del bajo pueblo", el líder revolucionario fue electo gobernador por la Legislatura, integrando a su gobierno a conspicuos lideres federales locales. Entre tanto, el gobernador depuesto y su ministro Civit abandonaron la ciudad en busca del teniente coronel Pablo Irrazabal, a cargo del ejercito de línea en la frontera, que terminó siendo derrotado en las cercanías de Lujan por las fuerzas lideradas por el coronel Juan de Dios Videla, que al llegar a San Juan se proclamó gobernador después de derrotar a las milicias provinciales.

A esa altura, el movimiento federal se había adueñado del territorio mendocino gracias a la cooperación brindada per algunos personajes influyentes que incluían a curas y antiguos subdelegados de la campaña; esos líderes intermedios extendidos en el espacio político local contribuyeron a afianzar el liderazgo de quien se había erigido en el poder provincial con el flamante título de "Presidente Provisorio de las Provincias Federales y director de la guerra reaccionaria argentina"

A esa altura, el movimiento federal se había adueñado del territorio mendocino gracias a la cooperación brindada per algunos personajes influyentes que incluían a curas y antiguos subdelegados de la campaña; esos líderes intermedios extendidos en el espacio político local contribuyeron a afianzar el liderazgo de quien se había erigido en el poder provincial con el flamante título de "Presidente Provisorio de las Provincias Federales y director de la guerra reaccionaria argentina"

Quien era senador por Mendoza en el congreso nacional, Eusebio Blanco, trazó un detalle del número y composición de los enrolados en el movimiento: según sus cálculos, las fuerzas rebeldes incluían a 500 infantes de la Guardia Nacional y de chilenos con oficiales "improvisados" aunque bien armados; a ellos se sumaban 200 de caballería, entre gendarmes y voluntarios, que representaban "la tropa más decidida y base de rebelión", y 100 artilleros.

El contingente más numeroso estaba compuesto por un poco más de mil hombres de caballería integrado por un "paisanaje bullicioso sin jefes, armados de lanzas improvisadas y pocas carabinas y sables, entre los que hay muchos que no llevan otra que un cintazó colorado, un mal quepí o gorra de manga, algunos lazos y abundantes carnes a los tientos, como ellos dicen; chusma que es traída por la licencia o arrebatada violentamente a sus labores".

El 27 de enero de 1867 la revolución hizo pie en San Luis después de que los hermanos Saá doblegaron la precaria resistencia ofrecida por el gobernador Justo Daract. Para cuando Felipe Varela conmovía las provincias del norte, los coroneles cuyanos trazaron proyecciones optimistas sobre el alcance del movimiento que pretendía a llegar si era preciso a "las puertas de Buenos Aires".

Pero la confianza de los revolucionarios no estaba destinada a quebrar del todo el consenso liberal abrigado por las elites provinciales a pesar de haber fracasado en el intento de frenar la marea rebelde. 

No solo porque Urquiza omitió responder de manera oficiosa a quienes lo imaginaban como líder del embate contra su antiguo rival, sino también por la calculada y sinuosa estrategia represiva diseñada por el ministro Rawson que ordeno el avance de las tropas nacionales a Cuyo, que preveía la movilización de las guardias nacionales. 

La batalla tuvo lugar en San Ignacio el 1 de abril de 1867, y el éxito del coronel José M. Arredondo se tradujo en el desmadre de los rebeldes, y en la puesta en marcha de una compleja maquinaria destinada a restablecer el orden político y afirmar la autoridad nacional en las provincias: las acciones dirigidas por los agentes nacionales pusieron al desnudo el peso decisivo de las instituciones y del personal local en la restitución de los gobernadores y funcionarios antes depuestos, y en la designación de jueces federales encargados de ajusticiar a los sediciosos que hablan atentado contra la Constitución nacional. 

Que el imperio de la nación en las provincias cuyanas acusó recibo del consenso local explícito otorgado por las elites locales, lo atestigua él Te Deum realizado en Mendoza poco después del ingreso del general Paunero que fue celebrado en el templo de Loreto “en atención al feliz resultado obtenido por las armas nacionales en los campos de San Ignacio y Portezuelo y los frutos de paz y progreso que tales acontecimientos importan para la provincia y para el país en general”

Felipe Varela

A través de la Unión Americana, Varela comprendió en profundidad el proceso político en que estaba sumergido su país, y se puso a organizar una campaña militar para regresar. Durante muchos meses no pudo hacer nada, ya que no tenía dinero. Pero algún oficial chileno decidió que atacar a la Argentina era una buena idea en ese momento, y sin permiso superior puso a disposición de Varela algunos soldados. Nombró jefe de ese cuerpo a un comandante Medina, al frente de unos 150 soldados chilenos con armas automáticas, muy pocas pero muy efectivas.
Acérrimo opositor al gobierno de Buenos Aires, Varela percibió la impopularidad de la guerra del Paraguay y decidió intervenir nuevamente. Provisto de buena inteligencia sobre las decisiones diplomáticas tras la creación de la Triple Alianza y las motivaciones de Mitre, liquidó sus posesiones para equipar un par de batallones de exiliados, así como combatientes chilenos afines a su causa. A fines de 1866, Varela ya había decidido ingresar a su país, lo que hubiera sido una locura sin apoyo interno. Pero en su ayuda llegó la Revolución de los Colorados.
En noviembre estalló en Mendoza una sublevación de las tropas que debían partir a la guerra del Paraguay, dirigida por el coronel Juan de Dios Videla. Liberaron a los presos de la cárcel, entre los cuales se hallaba el doctor Carlos Juan Rodríguez, un federal puntano a quien Videla hizo nombrar gobernador de Mendoza. En dos días controlaron toda la provincia. Pocos días después derrotaron al coronel Pablo Irrazábal, el asesino de Peñaloza. De allí pasó Videla a la provincia de San Juan, donde derrotó y expulsó al gobernador y ocupó su lugar a principios de enero de 1867, y enseguida derrotó al coronel Julio Campos, gobernador unitario de la provincia de La Rioja en la batalla de Rinconada del Pocito.

Quien era senador por Mendoza en el congreso nacional, Eusebio Blanco, trazó un detalle del número y composición de los enrolados en el movimiento: según sus cálculos, las fuerzas rebeldes incluían a 500 infantes de la Guardia Nacional y de chilenos con oficiales "improvisados" aunque bien armados; a ellos se sumaban 200 de caballería, entre gendarmes y voluntarios, que representaban "la tropa más decidida y base de rebelión", y 100 artilleros.

El contingente más numeroso estaba compuesto por un poco más de mil hombres de caballería integrado por un "paisanaje bullicioso sin jefes, armados de lanzas improvisadas y pocas carabinas y sables, entre los que hay muchos que no llevan otra que un cintazó colorado, un mal quepí o gorra de manga, algunos lazos y abundantes carnes a los tientos, como ellos dicen; chusma que es traída por la licencia o arrebatada violentamente a sus labores".

El 27 de enero de 1867 la revolución hizo pie en San Luis después de que los hermanos Saá doblegaron la precaria resistencia ofrecida por el gobernador Justo Daract. Para cuando Felipe Varela conmovía las provincias del norte, los coroneles cuyanos trazaron proyecciones optimistas sobre el alcance del movimiento que pretendía a llegar si era preciso a "las puertas de Buenos Aires".

Pero la confianza de los revolucionarios no estaba destinada a quebrar del todo el consenso li-beral abrigado por las elites provinciales a pesar de haber fracasado en el intento de frenar la marea rebelde. 

No solo porque Urquiza omitió responder de manera oficiosa a quienes lo imaginaban como líder del embate contra su antiguo rival, sino también por la calculada y sinuosa estrategia represiva diseñada por el ministro Rawson que ordeno el avance de las tropas nacionales a Cuyo, que preveía la movilización de las guardias nacionales. 

La batalla tuvo lugar en San Ignacio el 1 de abril de 1867, y el éxito del coronel José M. Arredondo se tradujo en el desmadre de los rebeldes, y en la puesta en marcha de una compleja maquinaria destinada a restablecer el orden político y afirmar la autoridad nacional en las provincias: las acciones dirigidas por los agentes nacionales pusieron al desnudo el peso decisivo de las instituciones y del personal local en la restitución de los gobernadores y funcionarios antes depuestos, y en la designación de jueces federales encargados de ajusticiar a los sediciosos que hablan atentado contra la Constitución nacional. 

Que el imperio de la nación en las provincias cuyanas acusó recibo del consenso local explícito otorgado por las elites locales, lo atestigua él Te Deum realizado en Mendoza poco después del ingreso del general Paunero que fue celebrado en el templo de Loreto “en atención al feliz resultado obtenido por las armas nacionales en los campos de San Ignacio y Portezuelo y los frutos de paz y progreso que tales acontecimientos importan para la provincia y para el país en general”

Adolfo Alsina

Adolfo Alsina fue electo diputado nacional en 1862 y cuando en el Congreso se trató la federalización de la provincia impulsada por Bartolomé Mitre, Alsina comandó al grupo que se opuso al proyecto, logrando superar la iniciativa del Presidente, esto provocó la división del Partido Unitario, entre el Partido Nacional de Mitre y el Partido Autonomista, dirigido por Alsina.
En 1866 fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires y durante su mandato fundó una quincena de pueblos en el interior de la Provincia su gobierno mantuvo la paz en la frontera con los pueblos originarios, ya que la mayor parte del ejército fue enviado a la Guerra del Paraguay.
En 1867 se asoció con Mateo Luque y Nicasio Oroño, gobernadores de Córdoba y Santa Fe respectivamente, y lanzó su candidatura a presidente. El presidente Mitre escribió la “Carta de Tuyú-Cué”, su testamento político dirigido a José María Gutiérrez, donde descalificó las postulaciones del propio Alsina y Urquiza, candidato del Partido Federal. Tras el derrocamiento de sus dos aliados, y considerando que tenía poco apoyo en el resto del país, retiró su candidatura y estableció una alianza con Domingo Faustino Sarmiento, integrando la fórmula para la presidencia y vicepresidencia de la República, que triunfó en las elecciones de 1868; buena parte de los votos de Sarmiento fueron, en la práctica, aportados por partidarios de Alsina.

El 2 de mayo último Adolfo Alsina fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires, Sucedió al regreso del viaje que emprendió el año pasado a Europa por problemas de salud. Desde que asumió, se ha abocado a la fundación de pueblos en el interior de la provincia, así como también de escuelas.

Las diferencias políticas que llevaron a Alsina, un ex aliado de Bartolomé Mitre, a fundar su propio partido, quedaron expuestas con su llegada a la gobernación.

Apenas asumió, decidió cesar la Ley de Compromiso. Sin embargo, Marcos Paz, quien se encuentra en ejercicio de la presidencia de la Nación ante la partida de Mitre a la guerra (está al mando de las tropas), invoco el derecho del gobierno nacional a residir en cualquier punto del territorio y continúa ejerciendo sus funciones desde Buenos Aires. De todos modos, pudo llegar a esta situación gracias al consentimiento de propio Alsina, a quien se ha acercado políticamente.

En febrero se produjo el fallecimiento del general Juan Gregorio de Las Heras, quien desde hacia varios años residía en Chile. Si bien no era un perseguido político, allí se rodeó de todo tipo de exiliados argentinos, entre los que se encontraban numerosos enemigos de Facundo Quiroga y Juan Manuel de Rosas.

Tras la caída de Rosas, Las Heras había ocupado algunos cargos honorarios en el ejército chileno y se desempeñaba como comandante general de armas cuando pasó a retiro definitivo, en 1865.

Las Heras tuvo un brillante desempeño durante las invasiones inglesas al Rio de la Plata en 1806 y 1807. En 1813 comando el contingente de tropas enviadas en apoyo de la revolución chilena. Después de la derrota de Rancagua se incorporó al Ejercito de los Andes y comando la columna que marchó sobre Chile a través del paso de Uspallata. Combatió en Chacabuco, y en la batalla de Cancha Rayada logró salvar de la derrota a una parte importante de las fuerzas patriotas. Una vez reorganizado el ejército sobre la base de dicho contingente, participó junto a San Martín en el combate de Maipú, decisivo para la independencia chilena.

Fue jefe del Estado Mayor durante la campaña emancipadora del Perú, y se distinguió en el sitio de Callao (1821).  

De regreso, en 1824, fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires, y al año siguiente pasó a ejercer el Poder Ejecutivo nacional. A partir de 1830 inició su carrera militar en Chile. 

Juan Gualberto Gregorio de Las Heras

Juan Gualberto Gregorio de Las Heras militar argentino, integró el Ejército de los Andes que participó de las guerras de independencia de Chile y Perú de los realistas españoles y fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Más tarde dirigió grupos opositores al gobernador Juan Manuel de Rosas en su exilio en Chile.
En Chile, ejerció como jefe de estado mayor e inspector general del ejército hasta 1830. Si bien no era un exiliado, se rodeó de todo tipo de exiliados argentinos en Chile; entre ellos resultaban cada vez más numerosos los enemigos de Juan Facundo Quiroga y de Juan Manuel de Rosas, quien gradualmente asumió el gobierno general de la Argentina y expulsó a todos los opositores.
Consiguió la protección del gobierno chileno de esos exiliados, entre ellos los futuros presidentes Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento, y presidió la comisión argentina de emigrados. En realidad, solo aportaba su casa para las reuniones.
Tras la caída de Rosas en 1852, ocupó algunos cargos honorarios en el ejército chileno; era comandante general de armas en 1865, cuando pasó a retiro definitivo.

Se instala en la ciudad, por primera vez, la electricidad. Se celebra con el estado oriental un tratado sobre extradición de criminales y se sancionan nuevas reformas a la Constitución Nacional.

El progreso continúa y se establece una fábrica de seda vegetal y tintas para teñir, mientras que en Rosario se levanta una refinería de azúcar. Se inaugura el cementerio del Sud, fundándose, además, el Club Francés y en Saavedra aparece el primer Hipódromo 

El 10 de julio queda fundada la Sociedad Rural Argentina, cuyos objetivos de acuerdo a lo que se establece en su carta magna son los de velar "por el patrimonio agropecuario del país y fomentar su desarrollo tanto en sus riquezas naturales, como en las incorporadas por el esfuerzo de sus pobladores; promover el arraigo y la estabilidad del hombre en el campo y el mejoramiento de la vida rural en todos sus aspectos; coadyuvar al perfeccionamiento de las técnicas, los métodos y los procedimientos aplicables a las tareas rurales y al desarrollo y adelanto de las industrias complementarias y derivadas, y asumir la más eficaz defensa de los intereses agropecuarios". Entre los miembros fundadores de esta asociación civil se encuentran José Martínez de Hoz, Eduardo Olivera y Lorenzo Agüero. Si bien su fundación recién se plasma este año, desde principios de 1860 existían intentos de los sectores vinculados a la explotación agraria de organizar entidades que tratasen la problemática del campo.

Se acaba de fundar, el 7 de abril último, el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, siendo su flamante presidente don José Victoriano Cabral. Como muy remoto antecedente de esta entidad hay que remontarse al año 1768, cuando un pequeño grupo de colegas crearon, en la ciudad de Buenos Aires, entonces capital del Virreinato del Río de La Plata, la Hermandad de San Ginés de Arlés y su Arca Depositaria, con el principal objeto de “lograr la mayor respetabilidad del gremio” y procurar fondos destinados a brindar ayuda a aquellos escribanos que pudieran atravesar dificultades económicas, sobre todo al dejar el ejercicio de la profesión. Es posible afirmar que, allí, se encuentra, de modo elemental, la semilla germinal de la previsión social.

En abril dio inicio la invasión al Paraguay. cuando el ejército aliado cruzó el río Paraná. Paralelamente, el presidente de Paraguay, Francisco Solano López, decidió pasar a la ofensiva, una maniobra desacertada ya que lo llevó a perder gran cantidad de combatientes. Durante un mes Y medio llevó adelante una serie de operaciones ofensivas que en todos los casos fueron rechazadas por el ejército aliado. Primero, fue Estero Bellaco el 2 de mayo, donde cayeron dos mil hombres por bando. Tres semanas después le sucedió la batalla de Tuyutí de una dimensión inédita para estas tierras hasta ahora, en la que cayeron 13 mil paraguayos, entre muertos y heridos, en tanto que del lado del bando aliado as bajas ascendieron a 4 mil. 

La invasion

El 16 de abril las tropas de la Triple Alianza inician la invasión de Paraguay, el eEjército aliado, a las órdenes del general Bartolomé Mitre, invadió la, República del Paraguay, atravesando el río Paraná a la altura de Paso de la Patria. Las tropas aliadas pasaron al Paraguay formando dos Divisiones de 5.000 hombres cada una. La primer division se componía exclusivamente de soldados brasileños y tenía por jefe al general Osorio; y la segunda, formada por argentinos y uruguayos, iba a las órdenes de los generales Wenceslao Paunereo , argentino y Venancio Flores, uruguayo. Los brasileños, que pasaron los primeros, fueron enérgicamente hostilizados por los paraguayos, a los que lograron repeler después de un combate prolongado y sostenido. Este hecho le valió al general Osorio el título de barón de Herval, que le otorgó el emperador Pedro I. Ya en territorio enemigo, 6.000 paraguayos, tentaron un golpe de mano contra los aliados, sorprendiendo la vanguardia que mandaba el general Flores. A este combate siguieron las sangrientas batallas de Tuyutí y el Boquerón, gloriosos ambos por los ejércitos de la alianza.

Al mes siguiente, el ejército de Solano López inició una nueva ofensiva, pero otra vez fue derrotado. Primero, en la batalla de Boquerón y luego en la de El Sauce. El último intento paraguayo fue en septiembre, en la batalla de Humaitá. en la que el ejército aliado salió nuevamente victorioso.

A pesar de este duro revés para las fuerzas paraguayas. Mitre no aprovechó la ocasión. Sucede que en su campo han surgido disidencias entre los jefes de las distintas naciones, ya que cada uno enarbola una concepción táctica distinta y por lo tanto esto ha trabado las operaciones.

En septiembre de este año Solano López le propuso a Mitre una entrevista, con el objetivo de poner fin a la guerra. La invitación fue aceptada por el presidente argentino y el encuentro se produjo e1 12 de septiembre en el paso de Yataity Corá, a las nueve de la mañana. Bartolomé Mitre llegó hasta allí con una escolta de veinte hombres que lo acompañaron hasta unos kilómetros antes del sitio donde se produjo la reunión.

Pero pese a la buena voluntad de ambos generales, no fue posible llegara un acuerdo ya que el mariscal Solano López no aceptó de ninguna manera su retiro del mando como condición para firmar la paz.

A pesar del fracaso, tanto aquel día del encuentro como el siguiente, cesaron los bombardeos y se estableció una especie de armisticio tácito. A partir de la presunción de que ya estaban iniciados los preliminares de la paz tan anhelada por ambos bandos.

El amanecer del 22 de septiembre fue recibido en la fortaleza paraguaya de Curupaytí con fuertes disparos de mimes de la flota imperial brasileña. Comenzaba así una de las derrotas más dramáticas sufridas por la Triple Alianza, la coalición integrada por la Argentina, Brasil y Uruguay en la Guerra del Paraguay.

entrevista Mitre y Solano Lopez

El 12 de septiembre de 1866 el Mariscal Solano López llevo a cabo una entrevista conocida como Yataity Corá, la cual realizó con la finalidad de negociar un armisticio y así mismo ganar tiempo para fortificar Curupayt. Desde años atrás el país paraguayo venia presentando una serie de guerras entre las tropas argentinas y las del Paraguay, ante ello el Mariscal Francisco Solano López se encontraba en la búsqueda de salir o solucionar los problemas que venia acareando desde años atrás Paraguay, fue entonces cuan creyó conveniente solicitar una entrevista con Bartolomé Mitre presidente de Argentina. El 11 de septiembre de 1866 un grupo de paraguayos pertenecientes a la Delegación Parlamentaria se había trasladado a la caballería de Argentina con la finalidad de entregar lo que había sido enviado por López al presidente argentino. El oficial paraguayo encargado de la delegación, el coronel Rivas al llegar al sitio dijo que era necesario comunicarse con Mitre en nombre del Mariscal Solano López para hacerle entrega de una nota que le había sido enviada. Una vez presentado el documento al presidente Mitre , este rompió sello y leyó el contenido de la nota donde el Mariscal le indicaba su solicitud de una entrevista en el lugar y hora que el generalísimo dispusiese. La respuesta que le había sido enviada a Solano López es que aceptaba la entrevista la cual indicaba que sería al otro día en Yataity Corá. En la llegada del 12 de septiembre de 1866 El Mariscal Solano López prepara todo para la entrevista formando una comitiva de mariscales.  Cerca de las diez de las mañana ambos jefes se habían encontrado frente a frente, estos se estrecharon la mano y empezaron hablar al aire libre.


A las ocho de la mañana, la escuadra comandada por Joaquim Marques Lisboa inició el bombardeo al frente terrestre paraguayo con el fin de inutilizar sus defensas. A diferencia de lo previsto por los aliados, cuatro largas horas pasaron los paraguayos respondiendo al fuego e impidiendo a los buques acercarse a las fortificaciones. Luego de un apocalíptico silencio se dio el avance de las fuerzas aliadas de tierra, comandadas por el general Bartolomé Mitre. La infantería, formada en cuatro batallones, emprendió la marcha hacia las fortificaciones, pero un escenario trágico e inesperado la estaba aguardando. La lluvia torrencial de aquellos días había dejado el terreno transformado en un pantano, lo que complicaba el acercamiento a las tropas enemigas. Por otro lado, la estrategia de defensa preparada por el general paraguayo, José Díaz, que consistió en cavar profundas zanjas y alinear arboles "abbaties", obstaculizaba el paso. 

Diezmados por el fuego y sin posibilidades de llegar a la trinchera enemiga, los soldados aliados emprendieron la retirada antes del atardecer, dejando tras de si las huellas de un trágico acontecimiento: armas, uniformes, sangre y cuerpos.

Las cifras de los caídos en la batalla difieren según las fuentes. Para el ejército de la Triple Alianza se calculan entre 4.000 y 8.000 muertos. El caso más conocido es el de “Dominguito”, hijo de Domingo Faustino Sarmiento.
Respecto del ejército paraguayo se calculan cien personas entre muertos y heridos de los 5.000 que participaron en el combate. Más allá de las discrepancias, la aritmética de la muerte resulta impactante por su contraste y desproporción entre ambos bandos. Fue “en el teatro de aquella escena de sangre”, parafraseando a Felipe Varela, donde el pintor Cándido López perdió su brazo derecho.
Aun así, pudo dejarnos 52 obras que representan un valioso testimonio gráfico de la contienda.Esta derrota generó una paralización de la guerra por diez meses y fue uno de los embates más duros que recibió la presidencia de Mitre.

Para los paraguayos, en cambio, fue significativa la resistencia frente a esta ofensiva, pero la historia habría de demostrarles que no sería la última.

batalla de Curupayty

La batalla de Curupayty fue un enfrentamiento militar ocurrido en el marco de la Guerra de la Triple Alianza y fue librada el 22 de septiembre de 1866, en el Fuerte de Curupayty, distante a unos 8 km de la localidad de Humaitá.
La batalla tuvo inicio con el bombardeo de la flota brasileña a las fortificaciones paraguayas, seguido del avance terrestre del ejército aliado. Pero las pésimas condiciones del terreno dificultaron el ataque aliado, lo que resultó más fácil a los paraguayos defender sus posiciones. El desenlace de este enfrentamiento fue favorable al ejército paraguayo, y en efecto, fue su mayor victoria en esta guerra.
Recién cuando los soldados aliados estuvieron al alcance, se ordenó disparar a la artillería paraguaya que estaba casi intacta y que causó enormes bajas a las tropas enemigas que avanzaban en formaciones muy densas y con mucho esfuerzo y lentitud debido a la zona lodosa. Estas fuerzas, al superar la zona batida por la artillería debían pasar por zanjas cubiertas con espinas y estacas para llegar al campo de tiro de la infantería paraguaya atrincherada en sus posiciones.El desastre de Curupaytí, que constituye un cumplido ejemplo del fracaso de un ataque frontal sin reconocimiento previo contra una posición prácticamente inexpugnable, paralizó las operaciones de los aliados durante diez meses,​ terminó de hundir el ya mermado prestigio del entonces presidente argentino Bartolomé Mitre como generalísimo

El 10 de noviembre quedo inaugurada la Biblioteca Domingo F. Sarmiento en la ciudad de Chivilcoy, por iniciativa de la pedagoga Juana Manso, quien además dono 144 volúmenes de su colección.

Invitada al acto de inauguración de la estación de ferrocarril, Juana Manso llego por primera vez a Chivilcoy el 11 de septiembre y en su discurso sugirió la idea de crear en este pueblo una biblioteca pública.

La iniciativa tuvo una excelente respuesta de parte de los concurrentes e inmediatamente se decidió hacer una velada literaria para recoger fondos para ese propósito. A lo largo de su carrera, Manso se ha destacado como una precursora de la pedagogía científica y social. Los aspectos más significativos de sus ideas pedagógicas son: educación popular, obligatoria, gratuita, igualitaria, tolerancia religiosa y los derechos y el rol social de la mujer.

Paralelamente al estreno de la Opera Fausto en el Teatro Colon, el poeta argentino Estanislao del Campo escribió este año el Fausto criollo. Se trata de un  poema humorístico en el que un gaucho llamado Anastasio El Pollo le cuenta a su amigo Don Laguna sus impresiones durante la presentación de la ópera de Gounod en el Colón.
La aparición de este poema fue muy bien recibida por la crítica, algo inédito con este tipo de género, al que se suele considerar menor.
Con este trabajo, Del Campo se ha convertido en el principal referente de la literatura gauchesca. Su escritura cuenta con un humor festivo y su pluma está llena de colorido para verter su fácil filosofía campera y fresca imaginación.
Del Campo nació el 7 de febrero de 1834, en Buenos Aires. Perteneciente a una familia acomodada, estudió en la Academia Porteña Federal y en 1852 tomó parte en la defensa de la ciudad cuando fue sitiada por el general Lagos. Luego pasó a prestar servicio en la Aduana.

Militante de las filas alsinistas, también participó de las batallas de Cepeda y Pavón y en 1861 fue ascendido a capitán, además, fue secretario de la Cámara de Diputados y actualmente ejerce como legislador de ese cuerpo.

En todos los cargos que le tocó ocupar se desempeñó con escrupulosidad y competencia. Si bien ha tomado parte activa en las luchas políticas, esto no fue un impedimento para que abandone la poesía, que es sin duda su vocación más íntima.

Estanislao del Campo

Fausto, Impresiones del gaucho Anastasio el Pollo en la representación de esta Ópera, es la obra más conocida del poeta Estanislao del Campo. Se trata de un diálogo gauchesco, presentado por un narrador testigo (3ª persona), ambientado en Bragado, Provincia de Buenos Aires, en la época de la Guerra de la Triple Alianza, donde un gaucho, Anastasio "El Pollo", relata a su amigo Laguna lo que vio durante la representación de la ópera Fausto de Gounod (sobre la obra de Goethe) en el primitivo Teatro (inaugurado en 1857 que se encontraba frente a la Plaza de la Victoria -hoy Plaza de Mayo- y que cerró definitivamente sus puertas en 1888, remplazado por el actual Teatro Colón de Buenos Aires), donde asistió por curiosidad, sin saber que aquello era un teatro, ni qué era una representación teatral.
La ignorancia de la vida ciudadana y la ingenuidad de El Pollo y Laguna se ponen de manifiesto a cada paso, cuando el lector se percata de que los personajes no pueden distinguir entre lo real y lo representado, creyendo que lo sucedido en las tablas es tan real como la vida misma. Por otro lado, ambos personajes aprovechan la larga conversación para entremezclar sus propias interpretaciones de la realidad con el argumento del poema.
En cuanto a su estructura, la obra consta de seis partes. La primera, funciona a modo de introducción, mientras que las otras cinco corresponden, cada una, a uno de los actos en que se divide la ópera, que es motivo de conversación entre los personajes. La obra ocupa 1278 versos (décimas y cuartetas o redondillas).

El 14 de septiembre último falleció en su quinta de Buenos Aires el militar y político Tomas Guido. Hijo del comerciante español Pedro Guido y de doña Juana Aoiz y Martinez, comenzó sus estudios en el Colegio San Carlos, pero no pudo terminar allí su formación debido la falta de recursos económicos de la familia. 

Desde muy joven, Guido llevó adelante su vocación militar, participando activamente en las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, y luego en el movimiento emancipador de Mayo de 1810. En 1811 fue secretario de la misión enviada a Inglaterra encabezada por Mariano Moreno, quien falleció durante el viaje en barco. A su regreso, en 1812, fue designado ministro de Guerra. Colaboro con el general San Martin en Mendoza en la organización del Ejercito de los Andes y fue su ayudante luego de la victoria de Chacabuco. También intervino en la expedición libertadora al Perú (1820) y, después de la liberación de Lima, ocupó importantes cargos en el gobierno constituido por los patriotas. Colaboro posteriormente con Simón Bolívar y Antonio José de Sucre en las operaciones que pusieron termino al poder de España en Sudamérica, y volvió a su tierra en 1825. Firmó, la paz con el Brasil (1828) y sirvió posteriormente a Juan Manuel de Rosas como embajador en Rio de Janeiro (1840-1850). Luego de la caída de Rosas fue enviado al Paraguay por Justo José de Urquiza, y ocupo mas tarde la vicepresidencia del Senado de la Confederación. Escribió una reseña histórica sobre los acontecimientos de Mayo de 1810 y una Memoria de la campaña de los Andes.

Tomas Guido se había casado en Chile con María del Pilar Spano, con quien tuvo cuatro hijos, entre ellos el poeta Carlos Guido y Spano. Su hija Pilar Guido se casó en 1863 con el revolucionario Hispanoamericano de origen chileno Francisco Bilbao Barquín.

Tomás Guido

Tomás Guido fue un militar, diplomático y político que actuó en las Invasiones Inglesas y adhirió a la Revolución de Mayo de 1810. Brindó su talento negociador durante los difíciles momentos de la Independencia Argentina. Su célebre Memoria, fruto de sus conversaciones con su amigo, el general José de San Martín, fue determinante para que el director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata Juan Martín de Pueyrredón le diera su apoyo para la realización de la campaña del Ejército de los Andes que permitió la Independencia de Chile y de Perú en las que tuvo destacada actuación.

La antigua Confitería del Molino acaba de pasar este año a manos de los señores Cayetano Brenna y Constantino Rossi.

El primero de estos dos comerciantes es un verdadero pionero del arte confitero en la ciudad de Buenos Aires, y seguramente ahora desplegará todas las bondades de su oficio en su flamante adquisición. Los nuevos propietarios compraron la que había sido inaugurada como Confitería del Centro, en la esquina de Federación y Garantías, pero la presencia de un molino cercano llevó a sus antiguos dueños a cambiarle el nombre por su actual designación.  

Dicho molino era conocido como el molino a vapor de Lorea y resultó ser el primer molino harinero que se instaló en Buenos Aires. Fue erigido por cuenta del señor Francisco Hallbach, hijo del primer diplomático de Prusia que representó a ese país en la Argentina. Muy pronto ese molino se convirtió en punto de referencia ciudadana: varios comercios de la zona lo aprovecharon para su denominación. Así, la Sombrerería del Molino, la Relojería del Molino, el Almacén del Molino. Y, también, la Confitería del Molino.

En el marco de la guerra que desde el año pasado libran España y Chile, el 31 de marzo pasado se produjo el bombardeo de Valparaíso. Durante tres horas el almirante Méndez Núñez, al mando de las fragatas Numancia, Blanca, Villa Madrid, Resolución y Vencedora, asedió a la ciudad trasandina. Pese a que por el curso que llevaba la guerra lomas aconsejable para la armada española era la retirada, decidió llevar adelante esta represalia ante la falta de éxitos de resonancia en el mar. La pérdida causada por esta acción militar asciende a 14.733.700 de pesos, lo que equivale a 3,6 veces el costo total de la expedición libertadora del Perú. Esta situación que vive Chile esta consecuencia de negarse a mantener un poder naval, pese a contar con una condición geográfica esencialmente marítima.

bombardeo de valaparaiso

El bombardeo de Valparaíso efectuado por la escuadra española del brigadier Casto Méndez Núñez el 31 de marzo de 1866 fue un episodio de la Guerra hispano-sudamericana, durante el cual el puerto de Valparaíso fue bombardeado y parcialmente destruido.

El Congreso de Estados Unidos aprobó este año la Ley de Derechos Civiles, que garantiza que los negros tengan los mismos derechos que los blancos para hacer contratos, que sus propiedades sean protegidas por la ley y que las leyes penales se apliquen a blancos y negros por igual. Pese a que el presidente demócrata Andrew Johnson vetó la ley, la misma entró en vigor desde el mes de abril.

Si bien es indudable que esto significa un avance para la población negra estadounidense, lo cierto es que continúa vigente una serie de restricciones a sus derechos civiles y políticos: no pueden votar, testificar contra los blancos, portar armas ni casarse con blancos, y persiste una amplia exclusión laboral.

Sin embargo, para una porción de la población blanca resulta intolerante los mínimos derechos obtenidos por los negros y en consecuencia un grupo de ex oficiales de la Guerra de Secesión han fundado una organización denominada Ku Klux Klan, que con los rostros encapuchados sale a hacer destrozos y atacar violentamente a los negros. El objetivo del Klan es subordinar a la población recientemente liberada a través de la coerción, para así asegurar su postración y la hegemonía de los blancos de todos los sectores, tanto de los de la elite como de las clases bajas, pues ambos ven como un peligro la adquisición de derechos por parte de la comunidad negra.

Los gobiernos de Chile y Bolivia han firmado un tratado para poner fin a la antigua cuestión pendiente a la fijación de límites en el desierto de Atacama y sobre la explotación de los depósitos de guano que existen en dicho desierto. En verdad, el tratado significa un retroceso territorial para Bolivia. ya que establece que el límite fronterizo se da a partir del paralelo 24, cuando el anterior era hasta el 27. Además. establece una zona de explotación en común hasta el paralelo 23 y la injerencia de funcionarios chilenos como supervisores dentro de dependencias regidas por autoridades bolivianas.
racismo

En una serie de carteles racistas que atacan a los exponentes radicales republicanos del sufragio negro, emitidos durante la carrera de gobernador de Pennsylvania en 1866. El cartel caracteriza específicamente la plataforma del candidato demócrata Hiester Clymer como "para el Hombre Blanco", representado aquí por el jefe idealizado de un hombre joven. (Clymer corrió en una plataforma de supremacía blanca). En contraste, una cabeza negra estereotipada representa la plataforma del oponente de Clymer James White Geary, "para el negro". Debajo de los retratos se encuentran las palabras: "Lea las plataformas. El Congreso dice: Al negro se le debe permitir votar, o los estados deben ser castigados". Arriba hay una explicación: "Todos los radicales en el Congreso votaron por el sufragio negro. Todos los radicales en el Senado de Pensilvania votaron por el sufragio negro. Stevens y Cameron [el jefe republicano de Pensilvania, Simon Cameron] son ​​para el sufragio negro, todos son candidatos para el Senado de los Estados Unidos. Ningún periódico radical se opone al sufragio negro ", dijo Geary en un discurso en Harrisburg el 11 de agosto de 1866. No puede haber objeciones posibles al sufragio negro ".

La guerra de las Siete Semanas librada entre Austria y Prusia, en su lucha por conseguir las tie-rras germánicas, se inclinó finalmente a favor del segundo de los contendientes. En consecuencia, Prusia se erigió ahora en el Estado hegemónico de Alemania. Desde el 23 de agosto quedó disuelta la Confederación Germánica. Prusia se anexó Hannover y Hesse-Kassel:Austria cedió Holsteina Prusia, pagó indemnización de guerra y entregó Venecia al reino de Italia. En tanto que Prusia constituyó la Confederación de Alemania del Norte.

De acuerdo con lo establecido en la Convención de Gastein, el ducado de Holstein quedó bajo dominio de Austria, y los de Schleswig y Lauenburg bajo el de Prusia, pero ninguno de los dos países quedó satisfecho con el acuerdo, con lo cual en breve se desató el conflicto.

Una dotas claves de la victoria prusiana estuvo en el reemplazo de las armas de carga por la boca por los fusiles Dreyese queso cargan por la culata. En la batalla de Sadow a los prusianos se tumbaban en el suelo y disparaban con sus fusiles Dreyse siete veces en el tiempo en que los austríacos, de pie. cargaban una vez y disparaban.

Dentro del enfrentamiento entre Prusia y Austria se dio paralelamente un choque entre este último reino e Italia. Por presión de Bismarck, ambas naciones firmaron el ultimo 3 de octubre la Paz de Viena, A partir de este acuerdo, Austria reconoce el nuevo reino de ltalia y cede Venecia a Francia, para que esta lo ceda inmediatamente a Italia. Ahora, sólo queda pendiente la incorporación de Roma al reino italiano, ocupada por las tropas francesas.

En Sadowa (Imperio Austriaco) se encontraron los dos ejércitos el día 3 de julio de 1866. Los prusianos estaban liderados por el jefe del Estado Mayor Helmut von Moltke y disponían de  220.000 soldados. Por otra parte los austriacos estaban a las ordenes del comandante Ludwig von Benedek con 206.000 soldados más caballería y aliados sajones.

Los prusianos se movieron hasta el lugar en tren, lo que les dio la iniciativa desde el primer momento. Sus maniobras debían efectuarse con rapidez para poder vencer a los autriacos. Benedek no estuvo seguro nunca de que hacer, ya que no se había enfrentado a los prusianos nunca y la moral de su ejército estaba minada por combates anteriores.