Como motivo de la guerra del Paraguay los soldados que volvían del frente trajeron una epidemia de cólera, que causó miles de víctimas. A fines de diciembre de 1867, el vicepresidente que se hallaba en ejercicio de la presidencia cayó enfermo de cólera, y murió el 2 de enero de 1868.
La epidemia del cólera que se produjo en el litoral en 1867 hizo una de sus víctimas en el vicepresidente Marcos Paz, que falleció el 2 de enero de 1868 en su residencia de San José de Flores, después de breves días de enfermedad.
El gobierno quedaba acéfalo, pues no se había dictado todavía ninguna ley para ese caso. Los ministros Guillermo Rawson, Lucas González, Marcelino Ugarte y José Evaristo Uriburu adoptaron la siguiente resolución:
"Habiendo fallecido el vicepresidente de la República en ejercicio del poder ejecutivo, doctor Paz, y hallándose el presidente de la Nación al frente de los ejércitos aliados en operaciones contra el gobierno del Paraguay, sin que por la ley se haya provisto el desempeño de las funciones sometidas al jefe de la administración, según lo prescribe el artículo 75 de la Constitución, los ministros de Estado reunidos resuelven:
"Comuníquese inmediatamente al presidente de la República a los objetos de la Constitución la muerte del vicepresidente encargado del poder ejecutivo.
Mientras el presidente de la República se traslada a esta ciudad y reasume el ejercicio del poder ejecutivo, los ministros de Estado, en acuerdo general, tomarán las resoluciones que fuesen indispensables para la marcha regular de la administración, de lo que se dará oportunamente cuenta al jefe del Estado, adoptando cada uno para sí sólo las que correspondan al régimen económico de sus respectivos departamentos."
Mitre, al recibir la noticia de la muerte de Marcos Paz, delegó el mando de los ejércitos aliados en el marqués de Caxias y se trasladó a Buenos Aires, a donde llegó el 18 de enero.
Aprobada la conducta de sus ministros, y habiendo éstos renunciando colectivamente para facilitarle la reorganización del gabinete, el nuevo gobierno fue constituido así:
Domingo F. Sarmiento, en el ministerio del interior; Rufino de Elizalde, en relaciones exteriores; Cristóbal Aguirre, interino, en hacienda; Eduardo Costa, en justicia e instrucción pública; Wenceslao Paunero, en guerra y marina, interino. Como Sarmiento se encontrase en el exterior, el ministerio para el cual había sido designado fue desempeñado interinamente por Eduardo Costa; Sarmiento declinó el cargo.